Insoluble en agua bendita
Si el Islam no tuviese petróleo y bombas, lo consideraríamos como la religión infantil que es y la despreciaríamos como tal. Pero como estos señores nos proporcionan petróleo, los tratamos con respeto.
Si el Islam no tuviese petróleo y bombas, lo consideraríamos como la religión infantil que es y la despreciaríamos como tal. Pero como estos señores nos proporcionan petróleo, los tratamos con respeto.
Su supervivencia pasa por apostatar de su fe y convertirse a la doctrina islamista. Detrás la mano de la Yihad pero frente a ellos, y en pleno siglo XXI, las espaldas de una comunidad internacional que ni siquiera se avergüenza de mirar tanta barbarie en sus periódicos.
En Occidente hemos decidido que tanto da ocho que ochenta, que nada es blanco ni negro, solo gris, y el único pecado imperdonable es creer en el pecado. Occidente es la duda, y por eso se refugia en sus nimios combates con molinos de humo para no enfrentarse a esa sangrienta certeza.
El Estado Islámico, que con una crueldad bestial ha acabado con ancianos, mujeres y niños en un territorio ya mucho más grande que España, entre Siria e Irak, ya supone el más importante elemento de desequilibrio geoestratégico en Oriente Medio desde los años 40.
Tres chicos le estaban esperando en el primer cruce y en cuanto se detuvo en el ceda al paso, le dispararon hasta matarle. Por el pueblo. Era tal día como hoy y se llamaba Alberto Jaureguizar. Sólo era alguien más al que colocarle encima el cartel de enemigo del pueblo vasco.
¿Imaginan salir a la calle y en vez de encontrarse un se busca compañero de piso, se toparan con esta barbaridad escrita ante sus ojos? ¿Cómo explicarle a una hija esa majadería? ¿Cómo ponerse en la piel de ese hombre que quiere salvar su vida y la de su familia?
El otro día acompañaba a una persona al aeropuerto de Madrid porque tenía que coger un vuelo, y mientras esperábamos junto al control para darle el último adiós vimos cómo la persona volvía con un bote de crema apresuradamente. Quédatelo, no me han dejado pasarlo.
El Gobierno americano está rizando el rizo para recuperar crédito como el país más seguro del mundo. La trágica mañana del 11-S, con el derribo de las emblemáticas Torres Gemelas, supuso un antes y un después para los americanos.
Quien no ha vivido el Antiguo Régimen, decía Talleyrand, no conoce la dulzura de vivir. Yo, pese a mis muchos años, no puedo confirmar las palabras de ese viejo zorro que sirvió y traicionó todos los regímenes, pero sí parafrasearle.
Aleppo resurge. Según un documento oficial al que ha tenido acceso Investigations, ahora es un Califato islámico donde reina el orden e impera la paz y la prosperidad social y económica. Su organización, sometida a la sharia, pretende dejar a un lado las ruinas, la sangre, las ejecuciones, el hambre y la miseria.
El arsenal del ISIL se ha incrementado considerablemente con sus avances, al hacerse con numeroso material militar del ejército iraquí, incluyendo buena parte del facilitado por Estados Unidos. Por su parte, Al Malaki ha decidido comprarle a Rusia los aviones que Estados Unidos acaba de enviarle para defenderse del avance del ISIL pese a llevar varias semanas negociando.
Hace unos días escuchaba en televisión a un especialista en el mundo árabe explicando una eficaz (¿nueva?) estrategia que se está utilizando allí y que consiste en que grupos reducidos de terroristas llevan a cabo acciones violentas, sencillas pero brutales y más bien aleatorias.
Esos artistas del poder identifican al enemigo de forma truculenta pero los que incendian el mundo con terror lo hacen con financiación y armas de quienes presumen de ser los buenos.
La posibilidad de que el avión fuera desviado por terroristas es todavía alta, por lo que los investigadores internacionales nos han pedido un informe sobre este nuevo grupo. Al parecer, el FBI y el M16 han solicitado que se cuestione a los detenidos.
Queda muy bien de cara al público, la noticia de la desarticulación o detención de cualquier terrorista ya sea por parte del Cuerpo Nacional de Policía o de la Guardia Civil, pero nadie es consciente de la cantidad de horas de servicio, de escuhas, tronchas y vigilancias que hay que hacer.
Ha pasado un mes desde la desaparición del vuelo de Malaysia Airlines MH370 con 239 personas a bordo y las especulaciones aumentan al mismo ritmo que bajan las esperanzas de encontrar los restos del avión.
Basta un tuit o un vídeo en Youtube para que millones de personas se enteren de la última estafa, de un nuevo apaño o de las conspiraciones siniestras de los que mandan.
Segunda parte de las declaraciones del último número de Inspire, que se presenta como magazine yihadista editado por Al Qaeda en la Península Arábiga.
The Objective Interviews entra hoy a fondo en las páginas de la última publicación oficial de Al Qaeda, a la que ha tenido acceso. Reproducimos algunas declaraciones que los líderes de la organización terrorista transmiten en el último número de Inspire
Escucho, no sin cierto pavor, que el Ministro del Interior asegura que cuando ETA se disuelva, las fuerza de seguridad del Estado no serán necesarias en el País Vasco y en Navarra.
Resulta raro que, sobre un asunto que tantos comentarios suscita, la información sea tan escasa. No parece creíble que pueda desaparecer sin rastro un avión de esa envergadura. No hay precedentes.
En este aniversario quizá no sea lo fundamental el debate sobre la etiología del tumor, sino sus consecuencias y las diferentes, a veces drásticamente divergentes, visiones que los españoles siguen teniendo de lo sucedido.
Al Qaeda cuestiona al líder al-Zawahiri y busca un nuevo sustituto, mientras que drones de EEUU matan a seis posibles candidatos. todo ello legitimado por Obama, el Nobel de la Paz?
Desgraciadamente, nos vamos acostumbrando. Las noticias que llegan de lejos tienden a ser escenas de una violencia extrema. Pero también en la barbarie hay grados. Uno especialmente repulsivo ha sucedido en Nigeria.
«En términos generales, los hombres son ingratos, volubles, hipócritas, cobardes ante el peligro y codiciosos». Frase que rescato de un ser, como Maquiavelo.
Contemplando las cien armas aprehendidas en una prisión hondureña es imposible no establecer paralelismos con el arsenal etarra mostrado a los verificadores a sueldo de la banda.
Antes fue el miedo a Dios o al diablo, al hereje, al comunista. Hoy es el miedo a casi todo: al terrorismo, a las drogas, a la reacción de los mercados, a la prima de riesgo, al paro y a la lluvia abundante
El último y más estremecedor episodio de la explotación de los niños es el de convertirlos en terroristas y, por si fuera poco, en candidatos a suicidas. Son sus mismos padres quienes los lanzan a esa despiadada y siniestra aventura.
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