4 series para ver si te gustó 'Maniac'

Es loca, es atrevida, es interesante. Maniac ha estado triunfando esta semana y queremos hablar de ella… y de otras series que puedes ver cuando te la termines.

El viernes pasado Netflix estrenó Maniac. La nueva serie de Cary Joji Fukunaga (True Detective) es una montaña rusa de referencias, tono e historia que se sube al tren de la sanidad mental y el abuso de los medicamentos con una intención narrativa por decir lo menos atrevida. Esta serie ya llamaba la atención cuando se anunció. No solo se trata de Fukunaga, que ya es un nombre en Hollywood, sino de su reparto: Emma Stone, Jonah Hill, Justin Thoreaux y Sally Field.

Maniac relata la historia de dos personajes, Owen (Hill), un distanciado miembro de una familia millonaria que alucina un personaje que le da instrucciones y que está completamente alienado del mundo, y Annie (Stone), una joven solitaria adicta a una pastilla que le permite revivir un trauma que aún no ha superado. Por casualidad, o no, ambos terminan participando en un experimental estudio que pretende “curar la mente”. Hasta aquí todo suena relativamente normal y es mejor, si no la han visto, saber lo menos posible… pero para entender el nivel de locura de la trama solo digamos que: 1) la estética del laboratorio es una especie de retrofuturismo setentero, 2) hay una computadora deprimida con la voz de Sally Field, 3) dentro de la misma serie hay historias diferentes que involucran a los protagonistas: una historia de ladrones en los años 40, una historia de espías e invasión extraterrestre o una fantasía con elfos y magos…

Maniac es de esas series que son experimentos narrativos que, muy posiblemente, solo podrían existir en estos tiempos de Peak TV. No solo por los riesgos que asume, sino por temas de presupuesto y reparto. En otro momento tres actores con nominaciones o premios Óscar no estarían en una miniserie de un servicio de streaming, por ejemplo.

Pero Maniac no es la única serie con una premisa o concepto de esos que la hacen muy específica y especial. En estos tiempos los “high concepts” son algo que es cada vez más común… Así que si te gustó Maniac (o te llama la atención) pues aquí tienes otras series con conceptos arriesgados que podrían interesarte.

Legion

Esta serie de Noah Hawley (Fargo) es de las primeras que optó por sumirse en un mundo entre surrealista y pop al que Maniac le debe mucho. En los años sesenta (sí, retrofuturismo en todo su esplendor) David descubre que lo que siempre que ha pensado que es una enfermedad mental es realmente un poder mutante, el de leer pensamientos y controlar mentes: junto a otros mutantes (esta historia es de los X-Men) navega el control de sus poderes y, bueno, bastantes otras cosas más: tiene peleas que son bailes, viaja a otro plano astral, viaja por los recovecos de su propia memoria… es una serie altamente atrevida y muy satisfactoria: llena de humor negro y mucho, mucho absurdo del bueno.

The O-A

Esta serie, que tendrá próximamente una segunda temporada, llegó a Netflix por sorpresa y confundió, enamoró o indignó a la audiencias. Este relato sobre una mujer que regresa tras años desaparecida y recuperada de su ceguera viaja a tiempos antiguos en Rusia e incluye un experimento sobre la inmortalidad y una danza con poderes imprevisibles… es poética, melancólica y humana, y también es extraña, arriesgada e imprevisible.

Forever

Es complicado explicar por qué esta serie está en esta lista sin generar un spoiler enorme, pero digamos que el retrato de un matrimonio estancado en su rutina busca una forma de analizar el peso de las dudas y los años en las parejas de una forma original y que marca claramente la narración. Digamos, para atraer atención, que sus protagonistas son Fred Armisen y Maya Rudolph… eso ya vale la pena.

The Good Place

Eleanor (Kristen Bell) despierta en una neutral oficina en que le informan que ha muerto y que ha sido admitida en el “buen lugar”.  Aquí su casa es su morada ideal y está su alma gemela. ¿El problema? No es esta Eleanor la que debería estar aquí… la vida que le cuentan que ha tenido no es la suya (de hecho ella ha sido una persona bastante despreciable) y no pertenece allí sino en el “mal lugar”. Esta comedia, que es un gran análisis de las diversas teorías éticas que construyen los valores morales que conforman conceptos del bien y del mal, es también un experimento narrativo grandioso que, entre otras cosas, culmina su primera temporada con una sorpresa que deja al espectador boquiabierto y abre amplias probabilidades en la segunda (que es también arriesgada y excelente).