Milky Chance: «Probablemente nunca saquemos una canción con tanto éxito como 'Stolen Dance'»

En el verano de 2013, la canción Stolen Dance sonaba en radios y bares de toda Europa e incluso de Estados Unidos. De repente, Clemens y Philipp pasaron de ser dos amigos que tocaban juntos al acabar el instituto a ser una banda conocida internacionalmente.

Ahora, ocho años después, estos dos alemanes que formaron Milky Chance siguen dando conciertos sin parar y sus discos siguen siendo un éxito, pero ninguna de sus canciones ha vuelto a sonar tanto como su primer hit. En lugar de obsesionarse con lograr los mismos resultados, la banda es consciente de que le debe parte de su éxito a ese golpe de suerte y están agradecidos por haber tenido esa oportunidad.

Tras el lanzamiento de su nuevo single, Colorado, hablamos con Clemens Rehbein sobre su proyecto, el crecimiento del grupo en los últimos años y la situación de la industria de la música.

¿Por qué habéis decidido lanzar un single y no un disco?

Era la idea que teníamos antes del confinamiento, estábamos de tour con nuestro tercer álbum y entonces todo se paró por el coronavirus[contexto id=»460724″]. Sentíamos que acabábamos de sacar un disco y, claro, estábamos yendo al estudio y trabajando en nuevas cosas, pero pensábamos que era mejor sacar canciones por ahora, porque no queremos tener la presión de grabar un álbum ahora. Pero bueno, al sacar el primer single, también tiene sentido que publiquemos un disco quizá en un año.

¿Piensas que ha cambiado la forma de escuchar música y la gente escucha más canciones que discos?

Por supuesto. Pero por otra parte, pasan ambas cosas. Quiero decir, por supuesto que tenemos todas las playlists en las plataformas de streaming y muchas canciones, pero hay discos de pop enormes, como los de Dua Lipa, así que creo que a la gente todavía le encantan los discos. Solo puedo decirte que cuando sacamos el primer single, hace unas dos semanas, los fans no paraban de preguntar cuándo sale el disco. La gente todavía piensa en discos, los fans reales de un grupo esperan un álbum después de un tiempo.

Os hicisteis muy famosos con Stolen Dance e incluso ahora, cuando dices el nombre del grupo, se asocia a la canción. ¿Qué piensas de eso?

Mucha gente nos pregunta si nos molesta que siempre nos pregunten por la misma canción, o si sentimos que fue un éxito de una sola vez, cosas así. Y es como «tío, tuvimos un single que fue un éxito en todo el mundo, eso no pasa a menudo, no les pasa a todos los grupos, es una gran suerte».

Además, nos abrió muchas puertas, años después tenemos tres discos y muchos fans alrededor del mundo que todavía nos siguen. Por supuesto que esa canción está ahí, pero también hay otras que a la gente le encanta escuchar, así que pienso que es un regalo, simplemente un regalo. ¿Qué hubiera pasado sin esa canción? Probablemente seguiríamos haciendo giras solo en Alemania y en locales pequeños, así que creo que deberíamos estar agradecidos.

¿No os supone mucha presión a la hora de crear nueva música?

Creo que el secreto está en quitarte la presión de encima. Probablemente nunca saquemos una canción con tanto éxito, quizá ni siquiera sea posible, así que si te dices a ti mismo que no pasará otra vez, te quitas la presión y te dedicas solo a hacer música.

Sois conocidos en muchos países, algo que no es común para un grupo alemán. ¿Cuál es el secreto?

Lo primero, siempre ayuda cantar en inglés, eso lo hace más fácil. Además, parece que cuando canto en inglés, la gente no nota mi acento alemán, no notan de dónde soy. Por ejemplo, en Estados Unidos hay mucha gente que cree que somos de allí, es muy gracioso, porque hablando en una entrevista oyes el acento, pero cantando no, así que probablemente eso es útil.

Pero aparte de eso, hay muchos parámetros que influyen en el proceso de un artista a la hora de obtener atención, no hay una receta. No tengo una respuesta al por qué y al cómo, al final es una coincidencia de muchas cosas distintas.

Cuando empezasteis a tocar juntos, ¿os imaginabais que todo esto podía pasar?

No, nunca. La primera vez que fuimos de gira fue en 2013 en Alemania y no decíamos «en dos años vamos a estar de gira en América, vamos a ir al extranjero», no éramos así, nunca hemos sido así. Nos invitaban a un festival y decíamos «qué bien», reaccionábamos a ello. Nunca pensamos que podríamos llegar a donde estamos ahora como grupo.

Parece que siempre habéis tenido los pies en la tierra, ni siquiera quisisteis salir de vuestra ciudad. ¿Por qué?

Creo que es parte de nuestra personalidad. También del entorno social que nos rodea, de nuestros amigos y familia, que siempre han sido importantes para nosotros y no queríamos renunciar a eso.

Éramos muy jóvenes cuando llegó el éxito de Stolen Dance, así que estar en nuestra ciudad entre giras y tener a nuestros amigos y familia nos daba estabilidad, una zona de confort, un lugar seguro. Todo había pasado tan rápido que volver a casa era un espacio en el que poder ser simplemente Clemens y Philipp, fuera del mundo loco del grupo y de la música.

Con la pandemia, ¿habéis llegado a tener miedo de que todo esto se acabara?

No, todavía no. Creo que el coronavirus va a ser una parte de nuestra realidad, no va a desaparecer y tendremos que lidiar con él, pero, por supuesto, espero que todo vuelva a la normalidad y que podamos volver a tocar en directo otra vez.

Pero sabemos que hablamos desde una posición privilegiada, porque hemos seguido yendo al estudio y viviendo nuestra pasión y nos sentimos seguros por ahora, pero hay muchos artistas que están teniendo problemas. Así que pensamos en la comunidad, en cómo de importante es la cultura, la industria musical, y lo que aporta a la sociedad.

Una última pregunta, una curiosidad: ¿por qué Milky Chance?

Sí, es un nombre raro. No hay una historia detrás del nombre, no hay un significado, es solo una combinación rara de palabras. Cuando empecé a escribir canciones, con unos 15 años, las guardaba en el ordenador y siempre creaba nombres de grupos, soñando con tener uno un día, y este era uno de esos nombres. Ni siquiera recuerdo el nombre, por alguna razón este debió ser el más pegadizo, quizá por ser tan raro.