Boris Johnson, el bufón excéntrico, ególatra y defensor del Brexit cueste lo que cueste
Hijo del diputado conservador Stanley Johnson y la pintora Charlotte Johnson Wall, de pequeño iba por ahí diciendo que quería ser “el rey del mundo”
Boris Johnson tiene bastantes parecidos con Donald Trump[contexto id=»381723″] que van más allá del color de su pelo. Su excentricidad, sus comentarios polémicos, sus promesas aparentemente inviables y, sobre todo, su amor hacia sí mismo hacen del británico una especie de Trump europeo que genera, en muchos sectores, el mismo miedo. Incluso nació en Estados Unidos y en alguna ocasión ha bromeado con que “podría llegar a presidente” de dicho país.
Su defensa de un Brexit duro, cueste lo que cueste, ha llevado a Boris Johnson a la primera línea política de Reino Unido: este martes ha sido elegido como líder del Partido Conservador británico para suceder a Theresa May en el cargo de primer ministro. Sin embargo, igual que ocurrió con Donald Trump durante su campaña electoral con sus promesas sobre el muro y las guerras económicas, existe la sensación de que no cumplirá con todas sus promesas de campaña, especialmente con las relacionadas con la Unión Europea y el Brexit[contexto id=»381725″]. En su campaña ha insistido en que se hará efectivo antes del 31 de octubre de 2019.
Hijo del diputado conservador Stanley Johnson y la pintora Charlotte Johnson Wall, de pequeño iba por ahí diciendo que quería ser “el rey del mundo”. Con 55 años, Johnson no es el rey de ningún sitio, pero ya se ha convertido en líder de un pequeño trocito del mundo.
Después de años trabajando en medios de comunicación, en 2001 se sumergió en el mundo de la política y, desde entonces, no ha dejado de llamar la atención con sus excéntricas declaraciones y sus alocadas ideas.
De bufón a ministro
“Me levanto temprano, casi todos los días a las cinco de la mañana, y trabajo duro. La manera de encontrar tiempo durante la semana es cortar el zapeo con la televisión y no sentarte a surfear en internet mirando las 10 cosas interesantes que no sabías acerca del culo de Rihanna. ¡Cortad con todo eso! Es una absoluta pérdida de tiempo”. Por declaraciones de este tipo, que lo han caracterizado durante toda su carrera política, el ex ministro de Exteriores de Reino Unido ha sido calificado de “bufón” en numerosas ocasiones.
“Si vamos a autorizar que se casen dos hombres, no sé por qué no podemos autorizar que lo hagan tres, o dos y un chimpancé”, dijo sobre el matrimonio homosexual. Sobre los diputados conservadores que se fueron a UKIP afirmó que son “ese tipo de gente que haría el amor con una aspiradora”.
Sus meteduras de pata, o su franqueza a la hora de expresar sus ideas, según se mire, han llevado a Johnson a convertirse en un personaje mediático que, además de despachos, ha ocupado las televisiones británicas y extranjeras durante años.
En su primera campaña para la alcaldía de Londres, vendió su partido con una frase machista que provocó numerosas críticas: “Si votas tory, tu coche correrá más y tu novia tendrá más talla de sujetador”.
Sin embargo, ni siquiera eso ha logrado frenar su carrera hacia el número 10 de Downing Street y, después de lograr el cargo de alcalde de la capital británica en el año 2008, llegó a ministro de Exteriores del Gobierno de Theresa May.
Mentiras fuera y dentro de la política
La desconfianza en las promesas de Johnson pueden deberse a su afición a la mentira, tanto en la política como fuera de ella.
En el año 1988, fue despedido de la publicación The Times, en Londres, por inventarse una cita. El entonces periodista puso en boca de un catedrático de Oxford, que casualmente era también su padrino, unas palabras que no eran ciertas.
No ha sido la única vez que el político ha sido acusado formalmente de mentir. A principios de junio de 2019, Johnson estuvo muy cerca de sentarse ante un juez para declarar por sus mentiras durante la campaña por el Brexit.
El empresario británico Marcus Bell denunció al político por asegurar que Reino Unido enviaba 350 millones de libras semanalmente a Bruselas, una cifra que, según Ball, Johnson «sabía que era falsa». La denuncia fue finalmente desestimada, pero Ball sigue insistiendo en que Johnson mintió deliberadamente.
Boris, Boris y más Boris
Otra de las características más mencionadas por quienes han conocido a Johnson y han escrito sobre él es su egolatría y su afán por lograr el éxito. En la introducción de su libro El factor Churchill, Boris Johnson menciona a una misma persona en 31 ocasiones: a él mismo. “Saca tus propias conclusiones”, dijo su biógrafa, Sandra Purnell, que lo ha definido en varias ocasiones como “un maníaco de la autopromoción”.
“Necesita la adulación de los otros, no puede vivir sin eso”, dijo su primera mujer, Allegra Mostyn-Owen, con quien se casó en 1987 y tuvo un breve matrimonio y con quien mantiene una buena relación ahora que se ha divorciado por segunda vez y que mantiene una relación con Carrie Symonds.
El Brexit, su oportunidad para el éxito
Desde que entró en política en el año 2001, Boris Johnson se ha centrado en un único objetivo, su propio ascenso. Así, de su primer cargo cuando fue elegido para representar a la circunscripción de Henley en el Parlamento de Reino Unido, pasó a ser el vicepresidente del Partido Conservador. Tras ocupar desde 2005 el puesto de portavoz de la Oposición Parlamentaria de Educación Universitaria, en 2008 fue elegido alcalde de Londres, un puesto que ocupó hasta 2016.
Tras el referéndum europeo del 23 de junio de 2016, se esperaba que presentara su candidatura para liderar el Partido Conservador, pero finalmente acabó siendo nombrado ministro de Exteriores por Theresa May, un cargo del que dimitió en julio de 2018.
Desde que la ciudadanía británica se mostrara a favor de salir de la Unión Europea, el proceso del Brexit ha sido una especie de trampolín hacia el éxito político para Boris Johnson. Ahora tras la dimisión de Theresa May se ha quedado al frente del partido y del Gobierno de Reino Unido.
Sin embargo, Johnson ya utilizaba a la Unión Europea desde hacía muchos años para, probablemente, destacar entre el resto. Cuando trabajaba en el diario Telegraph, en los años 90, “escribió execrables artículos sobre la Unión Europea”, explica Sonia Purnell. “Fue mucho más allá de los límites de la verdad, pero en privado solía ser bastante comprensivo con el proyecto europeo y su finalidad. Por intuición, él nunca estuvo a favor de la salida de Reino Unido”, afirma.
Por eso, está convencida de que el exministro ha creado una doble cara para “dejar su sello y resaltar en medio de la gente”. “Creo que lo mismo ha ocurrido con el Brexit, él necesitaba adoptar la posición contraria a la de Cameron y la permanencia para colocarse como el sucesor”.
Ahora está por ver si Johnson será como Trump y cumplirá todas sus increíbles promesas o si todos sus años de bufón han sido simplemente un papel para acercarse un poco más a su ilusión de ser “el rey del mundo”.