THE OBJECTIVE
Lifestyle

Cómo el kétchup intentó ser una medicina durante años

El ketchup no siempre ha estado hecho de tomate, y tampoco fue creado con la intención de ser el acompañante oficial de las hamburguesas y patatas fritas. Su origen se aleja bastante del mundo de la comida basura pues, aunque pueda sonar extraño, procede de China. En el siglo XVII se creó la primera de estas salsas, pero no tenía nada que ver con lo que hoy entendemos por ketchup. Estaba hecha con pescado.

Cómo el kétchup intentó ser una medicina durante años

El kétchup no siempre ha estado hecho de tomate, y tampoco fue creado con la intención de ser el acompañante oficial de las hamburguesas y patatas fritas. Su origen se aleja bastante del mundo de la comida basura pues, aunque pueda sonar extraño, procede de China. En el siglo XVII se creó la primera de estas salsas, pero no tenía nada que ver con lo que hoy entendemos por kétchup. Estaba hecha con pescado.

En concreto de pescado en escabeche, mezclado con algunas especias, que era el principal ingrediente del kôechoiap, el nombre chino que acabó derivando en lo que hoy conocemos como kétchup.

Antes de convertirse en la popular salsa que es hoy en día, el kétchup se utilizó y vendió de distintas maneras. Durante años, incluso, se trató de convencer al público de que este condimento era una medicina válida para curar todo tipo de enfermedades.

Cómo el ketchup intentó ser una medicina durante años 1
El ketchup se asocia hoy en día con la comida basura. | Foto: Robert F. Bukaty/AP

El kétchup con tomate

El kétchup como lo conocemos hoy en día no llegó hasta el siglo XIX. Hasta entonces, no se conoce ningún tipo de kétchup que llevara tomate, y es que tanto en Inglaterra como en todas sus colonias se creía que el tomate era venenoso, a pesar de que su consumo estaba bastante extendido en países como Italia o España. El primer kétchup hecho con tomate fue creado por Sandy Addison en 1801.

Sin embargo, esta salsa no se comercializó hasta 1822, cuando William Underwood creó una empresa de condimentos en Boston y lo incluyó en su amplia oferta.

El kétchup como medicina

Pero lo más sorprendente sobre esta popular salsa llegó en 1837, cuando Archibald Miles decidió utilizar la medicina como reclamo para convencer a los consumidores de que comer kétchup era saludable y casi necesario. Lo vendía como un “compuesto de extracto de tomate” y aseguraba que era una gran medicina que curaba casi cualquier tipo de enfermedad, desde la calvicie al pie de atleta.

Pero las supuestas propiedades curativas del kétchup no llegaron a ser tan populares como Miles esperaba, y no volvieron a aparecer en el mercado hasta 1998. Fue entonces cuando F.J. Heinz comenzó a resaltar las propiedades antioxidantes de su kétchup, basándose en el licopeno presente en los tomates para justificar esta característica.

Para resaltar sus propiedades medicinales se llevaron a cabo unas campañas que hoy en día resultaría, como poco, chocantes. Hablaba sobre la necesidad de utilizar el kétchup para ayudar a reducir el colesterol o incluso enfermedades como el cáncer de próstata.

Además, los esfuerzos de Heinz por vender su producto como algo saludable no se centraron solo en la publicidad, sino que durante años la compañía financió estudios universitarios sobre los beneficios para la salud del licopeno. Incluso llegaron a publicar libros de recetas en los que el kétchup aparecía como un ingrediente en postres como las galletas o la tarta de manzana.

Cómo el ketchup intentó ser una medicina durante años 2
Heinz ha tratado durante años de vender sus productos como un condimento saludable. | Foto: Gene J. Puskar/AP

 

La realidad sobre el ketchup y el licopeno

Sin embargo, la agencia estadounidense Food and Drug Administration (FDA), cortó este tipo de campañas con la prohibición de publicitar las propiedades medicinales del kétchup y, en concreto, del licopeno, pues no existían, evidencias de que este pigmento tenga efectos curativos respecto a alguna enfermedad.

Los intentos de vender el kétchup como un producto natural e incluso medicinal no han tenido nunca mucho éxito, pero han logrado llamar la atención de la FDA, que explica que esta salsa no tiene siquiera por qué contener tomates naturales, sino que basta con el líquido que sobra al preparar tomate en lata o con un concentrado de tomate y limón para que el producto sea considerado kétchup.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D