¿Cómo afecta el cambio de hora a los perros?

Este fin de semana hay cambio de horario en España. En concreto, en la madrugada del sábado al domingo 25 de octubre. A las 03:00 h serán las 02:00 h, así que tendremos una hora más para dormir. Como casi todo en esta vida, este tema levanta pasiones. Hay gente a favor, pero también hay gente en contra. Pero, ¿qué pasa con los animales? ¿Cómo afecta el cambio de hora a los perros?

El objetivo principal del cambio de hora es ahorrar energía, aprovechando al máximo la luz solar. Todos los seres vivos tenemos un reloj interno que regula nuestro comportamiento y programa nuestras funciones fisiológicas en un período de un día. Esto se produce principalmente mediante la secreción de hormonas y se conoce científicamente como ritmo circadiano. Aunque se trata de un reloj preciso, responde a factores externos por lo que puede verse afectado, por ejemplo, por los cambios en la luz y la oscuridad que hay en el ambiente. Sin embargo, en los entornos artificiales en los que vivimos, el efecto se minimiza.

En la naturaleza, el ritmo lo marca la luz solar así que cualquier cambio en este sentido tiene un impacto directo en el organismo. Los animales ajustan su reloj biológico de forma natural durante todo el año a medida que va cambiando la cantidad de luz solar. Pero cuando somos los humanos los que cambiamos el reloj, la cosa cambia. Para nosotros, la hora extra es una oportunidad para dormir un poco más y recuperar algo de sueño ese día. Pero para los perros -igual que para los humanos más sensibles- el cambio de hora puede generar confusión y algunos desajustes. Especialmente en los patrones de alimentación y sueño.

¿Cómo saber si mi perro se está adaptando bien al cambio?

Para entender un poco mejor cómo vivirá nuestro perro el cambio de hora este fin de semana y, sobre todo, qué podemos hacer para facilitarle las cosas, hablamos con la Dra. María Salvador García, licenciada en veterinaria y colaboradora de Wamiz España, portal informativo sobre animales de compañía. García nos explica que “algunos canes pasan por un estado de fatiga pasajero -suele durar alrededor de una semana- y otros pueden llegar a estar irritables o desorientados. Pero no debemos generalizar puesto que hay perros que lo sienten más que otros”. Por ejemplo, “los perros ancianos y los cachorros sufren más con el cambio de hora puesto que les cuesta más cambiar su rutina. Lo mismo les ocurre con el jet lag”.

Sabemos que los perros pueden calcular el tiempo y que se adaptan con facilidad al cambio de hora porque siguen el ritmo de sus humanos. Sin embargo, los primeros días puede costarles un poco. Por ejemplo, si tu perro está acostumbrado a salir todas las mañanas a la misma hora, es posible que el domingo la idea de dormir una hora extra se quede solo en eso, en una idea. Diga lo que diga tu reloj, para él la hora de salir a hacer sus necesidades es la misma de siempre y, por supuesto, te lo hará saber. Puede ser ladrando, rascando la puerta o incluso llorando, si se desespera. Si además está acostumbrado a comer siempre a la misma hora, es posible también que los primeros días acuda puntual a revisar su cuenco y al no encontrar comida ni ver movimiento en la zona de la cocina, se ponga un poco nervioso, intente llamar tu atención o incluso que llegue a mostrarse un poco molesto por tener que comer una hora después. 

La Dr.a García está de acuerdo y asegura que “algunos perros pueden llegar a estar muy nerviosos ante este cambio, hacer pipí en casa o pedir comida cuando no les toca. Aunque si tenemos en cuenta el antiguo horario, esa sería su hora precisa de comer. Hay que tener paciencia”. Y añade: “También depende de la raza de perro. Razas como el pastor alemán o el labrador que son perros muy activos lo van a notar más que, por ejemplo, razas como el carlino o el bulldog que son más tranquilos”. Lo mismo aplica para cualquier cambio significativo en su rutina. Toda actividad que de forma repentina cambie de horario, así sea una hora como en este caso, puede hacer que el perro se sienta confundido al no entender realmente qué está pasando.

¿Qué podemos hacer minimizar el efecto del cambio de hora en los perros?

Para minimizar el efecto estresante producto de la incertidumbre que puede generar en un perro el cambio de horario, los expertos recomiendan ajustar la rutina de forma gradual. En vez de esperar al domingo para cambiar la hora de sus actividades, haz todo unos 10 minutos más tarde desde hoy y aumenta poco a poco este tiempo durante los próximos días hasta completar la hora de diferencia. Evitar un cambio brusco es esencial para facilitar y acortar el proceso de adaptación. Un perro sano puede aguantar las ganas de orinar, de comer o de jugar durante unos minutos sin problema. Una hora, de la noche a la mañana, en cambio, no es tan fácil. Por supuesto, el estrés tampoco ayuda.

Es importante también ser estrictos con las rutinas. Para ellos, la rutina es seguridad. Los días previos y posteriores al cambio de horario no son, por lo tanto, el mejor momento para hacer cambios de ningún tipo en la dinámica familiar. Cualquier ajuste podría disparar la ansiedad en el animal. En cuestión de una semana, como mucho, el perro se habrá acostumbrado al nuevo horario y podremos, poco a poco, hacer las adaptaciones necesarias. Pero es muy importante ser especialmente pacientes durante el período de transición. Los perros, como los seres humanos, necesitan tiempo para acostumbrase a los cambios.

La Dra. García destaca también la importancia de ser especialmente pacientes durante el período de transición. “No hay que olvidar que los humanos también estamos irascibles ante los cambios de hora e invertimos tiempo en adaptarnos. Con los perros pasa lo mismo. Lo único que se puede hacer es tener paciencia y esforzarse para que el perro no sufra demasiado. Al final gran parte de la adaptación del perro recae fundamentalmente en su dueño, ya que los perros tienen rutina, pero es marcada por sus dueños, por lo que si ajustamos los horarios a las rutinas que les hemos establecido, no van a notar tanto el cambio”. Para cerrar, el Dr. recomienda “ante cualquier duda sobre el comportamiento o la salud del perro; su dueño debe acudir al veterinario porque nunca se sabe”.