Ejercicios que puedes hacer con tu perro sin salir de casa
En esta época del año no todos los días apetece salir. Pero el ejercicio regular es fundamental para el bienestar del perro, aquí la solución.
Hacer ejercicio de forma regular es fundamental para la salud física y el bienestar emocional del perro. El paseo diario los mantiene activos y estimulados, pero no es suficiente. En esta época del año, la lluvia, el frío y las obligaciones del día a día hacen que para algunos sea difícil encontrar el momento perfecto para salir a practicar algún deporte. Si es tu caso, calma. Hay muchos ejercicios que puedes hacer con tu perro sin salir de casa.
La falta de ejercicio puede ser el origen de importantes problemas de salud en el perro. Siendo la obesidad el más frecuente, pero no el único. También puede desencadenar problemas de comportamiento como hiperactividad, agresividad, conductas destructivas, etc. En definitiva, ejercicio es igual a bienestar. Por supuesto, la salud física y mental del animal es motivo suficiente para asegurarnos de que hace suficiente ejercicio pero, además, es interesante destacar que mantenerse activos juntos ayuda a consolidar el vínculo entre el perro y su humano, mejorando así la calidad de vida de ambos.
¿Y si no podemos salir de casa?
El paseo diario no es negociable. Un perro tiene que salir a caminar, a oler, a interactuar con el mundo. Si por motivos de salud o de tiempo, no podemos ser nosotros quienes acompañemos a nuestro amigo en esta actividad, es importante que busquemos a alguien que sí pueda hacerlo. Actualmente en España hay plataformas como Rover, Snau o Gudog, a través de las cuales te puedes poner en contacto con paseadores caninos de tu zona.
Ahora bien, los paseos forman parte de su rutina y como tal, cubren sus necesidades básicas. Pero la mayoría de los perros necesitan una actividad extra. En verano, con el buen clima y los días eternos, no hay mayor complicación. En esta época del año, en cambio, es más difícil encontrar ese momento para ir al parque a jugar con la pelota o correr un rato y es probable que tu mejor amigo lo eche en falta. Pero calma, hay muchos ejercicios que puedes hacer con tu perro sin salir de casa.
Usar juguetes interactivos
La oferta es grande. Desde juguetes dispensadores de comida hasta tableros de inteligencia que obligan al animal a mover piezas y resolver problemas para obtener determinada recompensa. Todos son recomendables e incluso se pueden alternar. Está comprobado que unos minutos de ejercicio mental resultan más agotadores para un perro que la misma cantidad de tiempo dedicada a alguna actividad física. Por supuesto, para evitar que el animal se frustre y pierda interés, es importante comenzar con uno sencillo y esperar a que el perro lo domine completamente para aumentar de forma progresiva el nivel de dificultad.
Incluir juegos de olfato en vuestra rutina diaria
El excelente sentido del olfato de los perros hace que estos juegos no solo les resulten divertidos, sino que les ayuden a sentirse útiles y ganar confianza en sí mismos. Para ello, deja algunas de sus chuches favoritas en el suelo y pídele que las busque. Aumenta de forma progresiva la distancia y pon las chuches en lugares cada vez más complicados como detrás de una puerta o de la pata de una mesa, dentro de una caja, en una esquina, etc. Cuando veas que domina perfectamente el juego, pídele que espere en otra habitación a que coloques las chuches y luego llámalo para que busque las recompensas.
Crear tu propia pista de Agility
Nada como una carrera de obstáculos para mantener a un perro activo y concentrado un buen rato. Y con un poco de creatividad puedes crear tu propia pista, por ejemplo, en la sala de estar. Con un cojín marca el lugar exacto en el que debe saltar, crea un túnel con tres o cuatro sillas y pon un par de obstáculos extra en el camino -como un sillón o una maleta- para que el reto sea todavía mayor. Enséñale el recorrido y cada vez que lo complete felicítalo enérgicamente y dale su recompensa.
Enseñarle nuevos trucos
Los comandos no son solo para perros de trabajo. Entrenar a tu perro siempre es buena idea. Y sí, todos los perros pueden aprender. Independientemente de la edad, la raza y la personalidad. Unos lo hacen antes que otros, pero al final, con paciencia, amor y mucha motivación, todos aprenden. Además, en este caso, dominar el truco no es tan importante como el proceso de aprendizaje. Puedes comenzar por trucos sencillos como dar la pata, tumbarse y poco a poco ir subiendo el grado de dificultad. A los perros les encanta aprender y el tiempo que dediquéis al entrenamiento fortalecerá vuestra relación y mejorará la comunicación entre ambos.