
'Workaholic' o la imposibilidad de desconectar del trabajo
“Me di cuenta de mi adicción en 2008, cuando acabé mi máster y después de haber cursado el doctorado durante cinco años en las mejores universidades y consiguiendo las mejores becas. Mi obsesión y compulsión por obtener los mejores trabajos me llevaron a la actividad y a la preocupación constante por el trabajo y el dinero. Me di cuenta de que me enfadaba fácilmente con cualquier persona y con las relaciones humanas en general, que no me servían para mis objetivos profesionales”.