Pasaje Begoña, un refugio de libertad LGTBI durante el franquismo
El pequeño callejón de Torremolinos se hermana con el bar Stonewall Inn para que no caiga en el olvido la lucha del colectivo
El 28 de junio de 1969 se produjeron unos disturbios en el bar neoyorquino Stonewall. Los activistas y la Policía de Nueva York se enfrentaron tras la manifestación y la resistencia por parte de miembros de la comunidad LGTBI[contexto id=»383891″] contra la enésima redada policial en aquel pub. Este suceso resonó por todo el territorio estadounidense, y por ello, al año siguiente, se celebró la primera marcha del Orgullo en la ciudad de los rascacielos.
Este episodio supuso el inicio de la lucha por los derechos y libertades de las personas queer. Esto sucedió en el país norteamericano, pero España también tuvo sus propios Stonewalls. Espacios que sirvieron de refugio para el colectivo; lugares de tolerancia, respeto, libertad sexual y diversidad en un contexto de opresión. Hubo movimientos LGTBI en Bilbao, Sitges y en Benidorm. Sin embargo, resalta especialmente un pequeño callejón en el municipio malagueño de Torremolinos, el Pasaje Begoña. En febrero de 2019 la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley para que sea reconocido como lugar de memoria histórica[contexto id=»382847″] y cuna de los derechos LGTBI en España. Por otro lado, el 27 de junio de 2019 se hermanó con el bar Stonewall Inn por sus similitudes históricas y, sobre todo, para que no caiga en el olvido la lucha del colectivo.
En los 60, en plena dictadura franquista, la represión estaba a la orden del día y las personas queer –en aquella época, «maricas», «bolleras» o «travelos»– eran perseguidas primero por la Ley de Vagos y Maleantes, y por la posterior de Peligrosidad Social. Sin embargo, Pasaje Begoña fue un oasis de libertad, tolerancia y resistencia que soñaba con estar sobre el arcoíris. En el callejón y en sus zonas aledañas se instalaron más de 50 locales de música y baile, en los que se concentraban bares como The Blue Note, el Bar Gogó, La Sirena, La Boquilla, Tony’s Bar y Sala Don Quijote, entre otros. Desde 1962 hasta 1971 vivió su década dorada, su esplendor.
Extranjeros, celebridades, intelectuales, bohemios y artistas se sentían atraídos por el mar y el buen tiempo de esta zona de Costa del Sol, así como por este «pequeño» espacio de libertad sexual que se había convertido en un referente de la convivencia y el respeto a la diversidad. Desde el cantante John Lennon y el mánager The Beatles, Brian Epstein, la cantante y pianista de jazz, Pia Beck hasta algunas actrices y vedettes como Luciana Paluzzi fueron a disfrutar del color de Pasaje Begoña, a pesar de que España estaba inmersa en un régimen represor.
No obstante, el 24 de junio de 1971 las luces del callejón se apagaron. Aquel día una “gran redada” policial ordenada por el Gobernador Civil de Málaga, Víctor Arroyo, acabó con 114 personas detenidas por el único delito de “atentar contra la moral pública y las buenas costumbres”. Finalizaba así la década dorada y comenzaba la decadencia de La Habana de la Costa del Sol.
Para un miembro de la directiva de la asociación Pasaje Begoña, Jesús Ignacio Delgado Rojas, los disturbios se produjeron porque el régimen dejó de hacer la vista gorda. Al franquismo le benefició la entrada de divisas por aquel lugar turístico, así como le favoreció proyectar esa imagen aperturista al extranjero durante todo ese tiempo. Pero aquel 24 de junio a “los grises se les cambiaron las tuercas y fueron a dar un apagón”, afirma Delgado Rojas.
Tras el suceso, muchos de los locales fueron multados y clausurados, la prensa internacional se hizo eco del acontecimiento y para algunos torremolinenses comenzó la decadencia de esta localidad turística. Además, hubo un esfuerzo muy grande por borrar todo rasgo de aquel espacio de libertad. En este sentido, Delgado Rojas comenta que no conocía la existencia del Pasaje Begoña hasta que se informó en una charla.
En la actualidad, la zona del Pasaje Begoña no es conocida por su nombre original. En este sentido, el Ayuntamiento de Torremolinos ha aprobado el cambio de denominación. “Estamos pendientes de que se cambie la placa”, afirma Delgado Rojas. Desde la asociación Pasaje Begoña, constituida a inicios del año 2018, luchan por reedificar y reconocer aquel legado. Su principal objetivo es rescatar ese capítulo de la historia de los derechos y libertades LGTBI en España como recuperar la capacidad económica y el color que tenía aquel lugar. Quieren poner en valor a “todas esas heroínas y héroes que decidieron vivir su sexualidad con libertad en una época oscura”, sentencia Delgado Rojas.