Más experimentar y menos memorizar, así es el colegio ideal de los niños
¿Qué es lo que quieren los niños del colegio? ¿Qué cambiarían? Un estudio elaborado con respuestas de alumnos de 12 a 16 años y un debate con ellos nos trae algunas respuestas
«Estamos muy acostumbrados los adultos a hablar sin parar y que los niños escuchen». Eso opina César Bona, maestro y escritor nominado al Global Teacher Prize 2015, y por eso ha querido, junto a Carlos Magro, consultor independiente en el ámbito educativo y vicepresidente de la Asociación Educación Abierta, escuchar cómo quieren los niños que sea el colegio, qué piensan del uso de la tecnología en las clases, qué asignaturas echan de menos y, en definitiva, qué les gustaría aprender en ese lugar en el que pasan una gran parte de su día.
En un evento organizado por Fnac, seis alumnos de Primaria y Secundaria han participado en un debate en el que han podido mostrar sus ideas y, sobre todo, sentir que los adultos las escuchan. ¿Qué es lo que quieren los niños del colegio? ¿Qué cambiarían? Lo hablado en este debate, junto a las conclusiones del estudio Imaginando un nuevo cole, que Fnac ha llevado a cabo con alumnos de entre 12 y 16 años, nos dan una idea de lo que realmente quieren los niños para su educación.
Más experimentar y menos memorizar
Casi la mitad de los alumnos encuestados, el 44%, quiere menos teoría y más práctica en las clases. Luz Blasco pone como ejemplo las clases de ciencias, en las que considera que «se podrían quitar los exámenes y meter proyectos, porque también tienes que estudiar, pero también tienes tiempo si se te olvida algo para poder mirarlo» y, por tanto, aprendes sin memorizar todo.
Según las conclusiones del estudio, los niños y adolescentes también quieren más actividades fuera del aula y un entorno en el que puedan participar más.
Las ganas de experimentar y de adquirir conocimientos de una manera distinta también se manifiesta al preguntarles el tipo de asignaturas que ampliarían o que añadirían a las ya habituales. Javier Trullas, un alumno de Primaria, propone, por ejemplo, ampliar el número de horas que se dedica a enseñar inteligencia emocional y añadiría clases de primeros auxilios como algo práctico que puede servir en situaciones reales.
Varios alumnos coinciden también en la necesidad de dedicar más tiempo a asignaturas como Música o Arte para poder desarrollar su lado más creativo.
Según el estudio, los alumnos también consideran necesarios «aspectos prácticos para aprender cosas cotidianas, como cocinar o arreglar dispositivos electrónicos», así como «manejar conocimientos sobre leyes y economía que les permitan luego gestionar mejor su futuro».
La tecnología como complemento
A diferencia de las generaciones anteriores, los niños que van ahora al colegio nacieron en un mundo donde la tecnología se usa para todo y no se imaginan la vida sin ella. Por eso, también es un punto clave en su educación y consideran que podría ser una ayuda y un complemento muy importante a la hora de estudiar o aprender cosas nuevas.
Álvaro Monjas, que está en 6º de Primaria, cuenta que cuando comenzó a estudiar Historia, la tecnología le ayudó a indagar más sobre algunos temas y a aprender más allá de lo que estudiaba en clase. «Me pasó con las guerras mundiales, me interesaba el tema y busqué vídeos que me lo explicasen», dice. Maya Miramontes, del mismo curso, opina como Álvaro y considera que internet puede ser de gran ayuda a la hora de aprender: «Yo, por ejemplo, si estoy leyendo un libro y veo una cosa que me parece curiosa, lo busco, porque me gusta mucho aprender cosas nuevas y buscarlas».
Los niños encuestados para el estudio apuntan en el mismo sentido que la tecnología les permite aprender porque les da acceso a foros y comunidades en los que se comparten temas de interés, así como a podcasts o información de otros centros educativos o culturales.
Prepararse para el futuro, pero también para el presente
Las opiniones de los niños «no son para dentro de unos años, sino para ahora, para hoy, para que ellos se sientan a gusto en la escuela que les gustaría hoy», dice César Bona. Por eso, ha insistido en la importancia de que lo que aprenden a diario en el colegio no solo les sirve para prepararse para el futuro, sino que también debe servirles para desarrollarse como personas día a día.
En esto se incluyen temas como los que mencionaban los propios niños de hablar de inteligencia emocional y de habilidades prácticas como los primeros auxilios, pero también su desarrollo como personas y no solo sus conocimientos. «Yo creo que ir al colegio es también recibir una educación, te rodeas de gente que es gente muy distinta y te vas guiando un poco y coges las cosas buenas y creo que aprendes a ser mejor hermano, mejor hijo…», dice Sara Cardona, de 1º de la ESO. Coincide Maya Miramontes, que apunta que «el colegio te educa para un futuro, pero también te está educando para ahora, para ser mejor amigo, mejor hermano… No solo tienes que pensar en un mañana, también tienes que pensar en qué vas a hacer en ese momento con tu vida».