Los asistentes de voz decidirán la compra por ti y acabarán con el mercado

Las tecnologías de voz son cada vez más populares. EMarketer pronostica que 57 millones de adultos estadounidenses usarán un altavoz inteligente al menos una vez al mes este año, como Amazon Echo o Google Home. Esta cifra asciende a 91 millones cuando se trata de asistentes de voz incrustados en otros dispositivos, como Siri. Para 2020, la mitad de todas las búsquedas se realizarán por voz, y las compras de voz crecerán a 40.000 millones de dólares en 2022. Más allá de la verdad innegable de que la tecnología de voz cambiará la forma en que compramos, también cambiará lo que realmente adquirimos.

Así es como funciona la psicología de las compras en la actualidad. Entras a una tienda de comestibles y encuentras infinitas opciones frente a ti. El aumento de las compras de voz cambiará drásticamente, ayudándote a descartar las decisiones, pero eso no es necesariamente algo bueno. A menos que esté buscando un producto muy específico, probablemente acabes comprando el primer producto que te proporcione el servicio que necesitas, aunque no sea el mejor. El problema es que en las futuras compras los asistentes de voz asumirán que simplemente deseas repetir tu compra anterior, y te presentarán la misma opción de producto una y otra vez.

La única manera de no acabar siempre con el mismo producto es solicitar de manera proactiva una marca diferente por nombre, o esperar hasta que los resultados de búsqueda de voz pagada se hagan realidad, y la primera opción de compra pueda ser determinada por el mejor postor, asegura Quartz.

Para los productos básicos que se basan en precios bajos en lugar de la verdadera lealtad a la marca, el impacto será enorme. Los ganadores serán marcas que hayan creado nichos únicos en el mercado o aquellos cuyos productos se hayan convertido en sinónimos de la categoría en sí (como Kleenex o Danone, por ejemplo).

Incluso el nombre de una empresa influirá si compras el producto o no. En un entorno comercial gobernado por asistentes de voz, aquellas marcas que son más difíciles de pronunciar y que el asistente puede no reconocer, se enfrentan a una posible caída de sus ventas.

Los asistentes de voz sin duda te facilitarán la vida de muchas maneras. Por ejemplo, cuando llegas tarde al trabajo y descubres que te has quedado sin leche, papel higiénico o zumo, entre otras cosas,  y puedes pedir los productos de forma verbal mientras caminas por la calle o coges el metro. No obstante, ahorrar en tiempo puede suponer que tengas que sacrificar más de lo que piensas.

Adiós al gusto, la competencia, la calidad y el ahorro

Cuanto más veces compremos los mismos productos en bucle, comenzaremos a ver que los competidores cierran. A largo plazo podríamos comenzar a ver monopolios para artículos cotidianos que se sitúan en los primeros resultados de las búsquedas de voz. Esos interminables estantes llenos de productos del mismo tipo pero de distinta marca y calidad, acabarán desapareciendo.

Otro de los grandes problemas de esta tecnología es que cuando solo escuches un par de opciones de compra, en vez de mirar más productos, acabes conformándote con lo que tu asistente te ofrece y no optes por probar algo nuevo. Unas nuevas galletas ultradeliciosas o un champú con un aroma muy especial, por ejemplo, pueden estar esperándote, pero nunca lo sabrás.

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Piensa en el impacto que tienen en las empresas las elecciones de compra y el boicot de los consumidores. Es lo que lleva a las grandes compañías a ofrecer productos más conscientes con el medio ambiente y a cambiar sus políticas de venta. Las compras a través de la voz pueden acabar con todo esto, o al menos, dañarlo seriamente.

Pero el gusto por elegir los productos, la calidad de los mismos y la amplia oferta empresarial, no es lo único que puede desaparecer. Tu cuenta de ahorros también puede verse afectada. Para mantener nuestro verdadero poder adquisitivo, debemos ser más cuidadosos y conscientes de lo que estamos comprando a través de la tecnología de voz. Y eso será más complicado a medida que los asistentes de voz sean más avanzados.

Tanto Google como Amazon ya están trabajando en que los asistentes de voz imiten la interacción humana. El peligro es que llegará el día en que los veremos como amigos o acompañantes en nuestros hogares en lugar de simplemente como asistentes digitales. Eso significa que cuando les solicitemos ayuda para comprar cosas como champú o cereales, sus respuestas tendrán más poder, porque comenzaremos a confiar en sus recomendaciones como haríamos con otra persona.

Al final no queda claro quién dependerá de quién; si el asistente del humano, o el humano del asistente digital. Como consumidores, y como sociedad en general, tenemos en nuestras manos la forma de abordar esta próxima evolución de las compras, sin sacrificar nuestras habilidades para elegir por completo.