Receta de estofado de pavo con zanahorias y jengibre
El objetivo de esta elaboración es conseguir una carne jugosa y, sobre todo, muy sabrosa. Cosa que lograremos con una cocción a fuego lento
Estofado de pavo con zanahorias y jengibre. | A.C.S.
He de decir que me declaro fan total de los estofados. Principalmente por dos motivos: el sabor que se consigue gracias a la cocción lenta y lo tierna que queda la carne (en el caso de que el guiso sea de carne, que, por ejemplo, también lo podemos hacer de sepia o de cualquier otro pescado). Por todo ello, hoy traemos a THE OBJECTIVE una deliciosa receta de estofado de pavo con zanahorias y jengibre.
Aunque parezca una receta un poco extraña (por el jengibre), su base es la de un estofado tradicional que se pueda preparar en cualquier casa. Esto es: verduras, carne, caldo y una cocción lenta. De hecho, hay una opción que aporta mucho más sabor y con la que logramos que el resultado final sea aún mejor: utilizar una crock-pot o, en castellano, olla de cocción lenta.
Si utilizas una olla de cocción lenta tienes que calcular bien el tiempo para preparar este estofado de pavo. Dicho de otra forma, sería conveniente preparar el estofado de un día para otro. Dependiendo del tipo de olla que usemos y del modo que decidamos utilizar, vamos a estar ante una elaboración que tardará entre cuatro y ocho horas. Es mucho tiempo, sí, pero como decimos, el resultado merecerá la pena.
De todas formas no es necesario tener ese tipo de olla, ya que podemos utilizar una normal o incluso una express. La preparación será la misma, simplemente cambiará el tiempo de cocción, ajustando siempre también el nivel del fuego.
Carne de pavo
Aunque normalmente se asocia el pavo con una carne que queda seca, con esta receta de estofado logramos que quede jugosa y muy tierna. Pero si hablamos de motivos para comer carne de pavo, uno de los principales es la poca grasa que tiene: 8,5 gramos de grasa y 161 kcal por cada 100 gramos.
Otro punto a favor del pavo es que es rica en proteínas, ya que en cada 100 gramos de esta carne encontramos unos 25 gramos de proteínas.
Pese a ello, esta receta se puede hacer perfectamente con cualquier otro tipo de carne. Es decir, si cambiamos el pavo por, por ejemplo, ternera o cerdo, vamos a obtener un resultado igualmente delicioso. Pero te recomendamos que te decantes por el pavo, ya que casa a la perfección con el resto de ingredientes de esta receta.
Receta de estofado de pavo
Estofado de pavo con zanahorias y jengibre
Ingredientes
- 2 solomillos de pavo
- 3 zanahorias medianas
- 1 pimiento verde italiano
- 1 trozo pequeño de jengibre
- 3 dientes de ajo
- 250 mililitros de vino blanco
- 1 guindilla roja (opcional)
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
- cebolla en polvo
- harina
Elaboración paso a paso
- Primero vamos a marcar la carne. Para ello cortamos los solomillos de pavo en tacos de unos 4 centímetros por cada lado. Los salpimentamos, añadimos la cebolla en polvo y la harina. La idea es que la harina envuelva con una fina capa todos los trozos de carne. En una olla añadimos unas cuatro cucharadas de aceite y, cuando este esté caliente, introducimos los trozos de pavo para dorarlos. Cuando hayan adquirido ese tono dorado que buscamos, los sacamos y los reservamos.
- Es el momento de las verduras. Pelamos las zanahorias y las troceamos a la mitad en horizontal y luego en trozos más pequeños. Además cortamos el pimiento, el ajo y le jengibre en brunaise. Volvemos a poner la misma olla, con el mismo aceite en el que hemos dorado el pavo, en el fuego y añadimos primero los trozos de zanahoria, salamos y bajamos el fuego a la mitad. Pasado cinco minutos es el momento de echar los pimientos, y a los dos minutos el ajo y el jengibre. Removemos y dejamos cocinar durante unos 10-15 minutos, hasta que veamos que todo se ha dorado. En este paso es donde hay que añadir la guindilla, en caso de que queramos que nuestro estofado pique. Se añadiría en el mismo momento que el ajo y el jengibre.
- Con la verdura ya pochada, volvemos a introducir en la olla los trozos de carne, removemos y añadimos el vino. La idea es desglasar el fondo de la olla para que todos los sabores que se han quedado impregnados en la misma se incorporen al líquido (vino en este caso). Aquí, si queremos que quede más caldoso, podemos añadir un vaso de agua o, por el contrario, dejarlo tal y como está. Taparemos la olla y reduciremos el fuego a medio-bajo para dejar cocinar durante unos 60 minutos. Si decides hacerlo en una olla de cocción lenta, estará listo en unas 4 horas a potencia baja.
