Seis vinos para un reencuentro con el Somontano
Entre el Valle del Ebro y la cordillera pirenaica, se cuenta entre las denominaciones que trabajan para no perder el paso
En el corazón de la provincia de Huesca y bajo influjo del clima mediterráneo, hace más de una década los vinos de la denominación aragonesa de Somontano se convirtió en zona de enorme atractivo y fueron varios los proyectos vinícolas (¡mega proyectos!) con poderío, que se implantaron en estos dominios. Pero el boom económico, cual burbuja, duró no demasiado explotó y Somontano perdió el foco y con ello interés por lo que aquellas recién llegadas no dudaron en cerrar e incluso ser abandonadas a su suerte.
Con las cuatro décadas que cumple este año, esta denominación se mantiene viva y va recuperando el músculo gracias a algunas de sus firmas más asentadas, presentes desde aquellos inicios y casas que han seguido tirando de la zona y peleando por ese foco perdido incluso durante los momentos menos gloriosos.
Bodegas que ahora ya pueden contar con la colaboración de los nuevos proyectos que han ido llegando al Somontano, se están consolidando y entre todos trabajando por recuperar aquel espacio perdido. Una nueva etapa en la que las uvas autóctonas están ganando relevancia en los vinos si bien el dominio de las variedades francesas, que viene imperando en estas cuatro décadas, sigue siendo incuestionable. He aquí algunos de los vinos (uno de ellos blanco) que mejor representan y abanderan el futuro de esta denominación.
12 Lunas Garnacha 2022
Precio: 12 euros
Es uno de los tintos jóvenes del proyecto familiar El Grillo y la Luna, una bodega de nombre curioso que abría sus puertas hace más de quince años en el municipio de Barbastro (Huesca). Es de las casas más pequeñas de la denominación, en cuanto a tamaño y por tanto también en número de botellas, pero desde el principio buscan ofrecer vinos diferentes. Y tanto el nombre elegido como la imagen son una declaración de esa intención.
Esta elaboración procede de viñas jóvenes de garnacha, de una parcela a 460 metros de altitud, y localización que beneficia la frescura y acidez de la fruta. El resultado, un tinto en el que destaca esa fruta roja y fresca junto a notas florales, de caramelo y monte bajo. En la boca reproduce esa misma sensación fresca que se impone, pero también es jugosa y un poco golosa. Un vino fácil de beber con un final en el que se perciben agradables toques balsámicos.
Secastilla 2018
Precio: 30 euros
Se puede afirmar que es la mejor garnacha de Viñas del Vero, unas de las casas relevantes en la denominación oscense pues lleva aquí desde el año 86, y pertenece a la jerezana Familia de Vinos de González Byass desde 2008, cuando la compran. En cuanto al vino elegido, es una de las elaboraciones que conforman el proyecto Secastilla y que se define por partir de variedades autóctonas situadas en la montaña, en este caso a más de 700 metros de altura. De viñas viejas de garnacha y tras una crianza de diez meses en roble francés, salen notas de frutillos rojos, flores, fruta madura, aromas cremosos y de café. En boca es amable, frutal, tiene una jugosa frescura y un largo final.
Enate Chardonnay Fermentado en Barrica 2022
Precio: 18,25 euros
Enate es una de las firmas más asentadas en Somontano. En la zona desde sus comienzos, se cuenta entre las pocas bodegas que vienen tirando del territorio gracias a su potente presencia en los mercados. Una marca con fuerza propia más allá del territorio, desde hace muchos años y de ahí su importancia para la denominación. Y este blanco es uno de sus buques insignia, junto a tintos como el Merlot-Merlot, dos referencias ejemplo de regularidad y que disfrutan de gran éxito entre los consumidores.
El elegido está elaborado exclusivamente con chardonnay y fermenta en barrica francesa donde luego permanece 7 meses con sus lías. Un vino ante todo cremoso, graso, pero al que no le falta frescura ácida. Buen equilibrio entre las notas tostadas y de fruta exótica, sedoso en el paso y persistente en el recorrido.
Marboré Cuvée 2020
Precio: 19,7 euros
Un tiempo después de la firma jerezana, también las sanluqueñas Bodegas Barbadillo se instalan en el Somontano con la adquisición de Pirineos, ésta, de nuevo, entre las más afamadas de la zona y cooperativa en la que participan 150 viticultores de una veintena de municipios de Somontano. De las muchas referencias que elaboran en la casa, este Marboré Cuvée procede de una combinación de uvas de tempranillo, cabernet sauvignon, merlot y las autóctonas moristel y parraleta, seleccionadas entre los viñedos de mayor altura, y ha tenido una crianza de 16 meses en barrica francesa. Un vino aromático donde sobresalen notas de su contacto con la madera (especias, tostados, barnices), junto a aromas de fruta carnosa, regaliz y un toque vegetal, ligeramente herbáceo. Boca aromática, con una marcada acidez, jugoso y fluido en el paso. Le vendrá bien el paso del tiempo…
Sommos Colección Tempranillo 2019
Precio: 26,5 euros
Bodega Sommos es de las firmas más recientes llegadas a la zona, una bodega que antes de nada destaca por el impresionante diseño arquitectónico de sus instalaciones, protagonizado por el vidrio y el acero. Una bodega inmensa en la que alberga diversidad de espacios (restaurante, auditorio, salones para eventos, wine bar…) y en cuya nave de elaboración, también de enorme tamaño, disponen de toda clase de recursos y herramientas para poder vinificar cada parcela por separado.
Este monovarietal de tempranillo procede de un viñedo situado en la parte más alta de la finca y ha teniendo una crianza de un año en roble nuevo francés. El resultado: aromas tostados, ahumados, de fruta negra madura y toque floral. Maduro, con cuerpo, paso fluido y final goloso y persistente.
Bestué Viñadores 2019
Precio: 25 euros
Este tinto es una combinación de garnacha con un 20% de cabernet sauvignon de Bodega Otto Bestué, una firma familiar con vinculación a la viña y el vino desde varios siglos atrás (documentos existentes fechan sus comienzos como viñadores en 1640). Una larga tradición que tiene en el año noventa el punto de inflexión, cuando construyen la nueva bodega en la que desde entonces están elaborando. Este coupage procede de su finca San Martín, donde tienen ambas variedades, y vino que ha tenido una crianza en roble nuevo francés de dos años. Intenso, con aromas de fruta negra madura, monte bajo, especias, notas tostadas y recuerdos de café. Con volumen, buena expresión frutal en la boca, fresco y largo paso. Interesante descubrimiento…
Los vinos seleccionados responden exclusivamente a un criterio profesional y de calidad.