La comida tradicional de España que odian los extranjeros
Aunque la gastronomía española es valorada en todo el mundo hay platos que no convencen como: el ‘esgarraet’
La gastronomía española goza de fama mundial y sus restaurantes acumulan estrellas Michelin. Además, sus chefs son reconocidos en todo el mundo y cuenta con el privilegio de que el mejor cocinero del mundo sea el español Dabiz Muñoz. Sin embargo, no todos los platos tradicionales españoles logran conquistar el paladar de los visitantes extranjeros.
Por eso, una popular web de cocina ha querido estudiar este curioso fenómeno. Para hacerlo, ha elaborado una lista con los 100 peores platos españoles según la opinión de los turistas, revelando que incluso en un país que destaca por su gran cultura gastronómica, algunos platos no son del agrado de todos.
Platos que odian los extranjeros
Estos platos, aunque sean muy apreciados en sus regiones de origen, destacan por ser las opciones menos populares entre los turistas que visitan España. Y es que, hay que tener en cuenta que la percepción de la comida está profundamente influenciada por la cultura y las experiencias personales de cada uno. Lo que para los habitantes de un país es un manjar, para otros puede ser una receta pésima.
1. El bocadillo de sardinas
El bocadillo de sardinas es el plato español que menos agrada a los extranjeros. A pesar de su sencillez, los turistas consideran es seco y que tiene un sabor excesivamente fuerte. Este bocata típico de las zonas costeras puede mejorarse si se le añaden algunos ingredientes extra como pimientos, tomates, cilantro, lechuga y cebolla.
2. Caldo de papas canario
El segundo puesto entre los peores platos de nuestra gastronomía es para un guiso. En concreto, para el caldo de papas. Esta sopa es típica de las Isla Canarias. Y el caldo se extrae a partir de la cocción de cebolla, papas, tomates, pimientos morrones, cilantro, azafrán y huevos cocidos. Esta mezcla de ingredientes le confiere al caldo de papas un sabor peculiar, que puede resultar un tanto extraño para quienes no están acostumbrados a sus ingredientes.
3. Gazpacho de mango
A pesar de que los turistas se vuelven locos por nuestro tradicional gazpacho andaluz, no ocurre lo mismo con la versión más original de esta sopa fría, el gazpacho de mango. Elaborado a base de mango, pepino, tomate, pimiento, chile jalapeño, cebolla, chalota y ajo puede parecer una combinación extraña y poco atractiva para aquellos que prefieren la receta tradicional.
4. Rosquillas de Santa Clara
La cuarta posición en el ranking está ocupada por un dulce originario de Madrid, que se consume durante las fiestas de San Isidro de la ciudad. Se trata de las famosas rosquillas de Santa Clara con sabor a anís y cubierta con un glaseado de azúcar en polvo. Estas roquillas parecen resultar demasiado dulces para algunos paladares extranjeros, que no están acostumbrados a este tipo de postres.
5. Porrusalda vasca
La porrusalda es una sopa tradicional vasca que lleva zanahorias, patatas, puerros y cebollas, y que tampoco gusta a los extranjeros, ya que se encuentra en el quinto lugar de la lista. Aunque es una sopa caliente, que reconforta del frío que hace en el norte, su suave sabor y textura cremosa no gustan a nuestros turistas.
6. Arroz al horno valenciano
El arroz al horno valenciano se cocina en una cazuela de barro y al horno. E incluye costillas, panceta de cerdo, morcilla y garbanzos. A pesar de ser un plato muy popular en Valencia, su combinación de ingredientes resulta demasiado pesada para los que visitan nuestro país.
7. Esgarraet valenciana
El esgarraet, una ensalada típica de la Comunidad Valenciana, lleva pimiento rojo asado y bacalao en salazón (ambos en tiras, de ahí su nombre), ajos y aceite de oliva. Aunque es deliciosa para los valencianos, resulta una mezcla de sabores poco atractiva para quienes no están familiarizados con estos ingredientes.