Así se hace la receta de garbanzos con langostinos de Karlos Arguiñano
El cocinero ha dado una vuelta al potaje sustituyendo el bacalao por unos ricos langostinos que aportan sabor al caldo
Garbanzos con langostinos. | Cocina con Cramen Unsplash
Karlos Arguiñano, ha dado una vuelta al tradicional potaje con bacalao que se toma en Semana Santa, añadiendo al clásico guiso de garbanzos del que se compone el potaje langostinos. De modo, que sustituye el típico bacalao por unos sabrosos langostinos. El hecho de añadirle marisco al guiso le aporta un extra de sabor, ya que utilizamos la cáscara de los langostinos para que el caldo tenga una mayor consistencia.
A pesar de la sencillez de este guiso, Arguiñano da dos pequeños consejos a sus espectadores para que el resultado sea aún mas espectacular. Como que al poner los garbanzos en remojo, es crucial añadir un puñado de sal gorda. Así, mientras se cuecen la pie no se despegará y quedarán más suaves, tiernos y melosos.
Garbanzos con langostinos de Karlos Arguiñano
Ingredientes
Los ingredientes necesarios para preparar este original potaje marinero son: 300 gramos de garbanzos, 16 langostinos, dos rebanadas de pan, un pimiento rojo, una cebolla, 150 mililitros de salsa de tomate, 50 mililitros de vino blanco, dos dientes de ajo, una hoja de laurel, una cucharadita de pimentón dulce, perejil, un chorro de aceite de oliva virgen extra, un puñado de sal gorda (para cocer poner a remojo los garbanzos) y una pizca de sal fina.
Preparación
Hay que comenzar pelando los langostinos, no olvides reservar las cabezas y las cáscaras. Para dar más sabor al caldo hay que sofreír las cáscaras y las cabezas de los langostinos durante algunos minutos en una cazuela con aceite. Después añade agua y ponlo a cocer.
Una vez que el agua con la sustancia que ha dejado el sofrito de las cáscaras y las cabezas de los langostinos ha empezado a cocer, añadimos los garbanzos y una hoja de laurel. Es recomendable poner la olla a a fuego medio durante unos 25 minutos desde que empieza a salir vapor. Así los garbanzos no estarán duros y habrán absorbido el sabor de los langostinos.
Por otra parte elaboramos un sofrito con las verduras. En una sartén con unas cucharadas de aceite caliente, tendremos que dorar las rebanadas de pan, hasta obtener crujientes picatostes y resérvalos. En el mismo aceite, pochamos el ajo picado, la cebolla troceada y el pimiento rojo previamente pelado y picado. Y ponlas a fuego lento hasta que las verduras estén doradas y tiernas.
Cuando las verduras estén listas, añade una cucharadita de pimentón dulce y remueve con cuidado para que no se queme. De inmediato, incorpora el vino blanco y deja que el alcohol se evapore. Luego, agrega la salsa de tomate y mezcla todo bien. En este punto, es momento de añadir los picatostes al sofrito y triturar toda la mezcla hasta obtener una salsa homogénea. Esto le dará al plato una consistencia suave y sabrosa.
A continuación, vierte la salsa triturada en la olla con los garbanzos y mézclala bien. Por último, añade los langostinos pelados y cuece todo junto durante un minuto hasta que los langostinos pelados estén en su punto, para que no pierdan su textura crujiente por fuera y tierna por dentro.
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