Rábano picante: cómo tomarlo y cuáles son las mejores recetas
El rábano picante no solo es apreciado por su sabor único, sino también por sus numerosas propiedades medicinales
Rábanos picantes. | Igor Golovniov, Europa Press
El rábano picante, también conocido como Armoracia rusticana, es una raíz que ha sido utilizada en diversas culturas tanto por sus propiedades culinarias como medicinales. Su sabor picante y fuerte lo convierte en un ingrediente especial en muchas recetas, pero también es reconocido por sus efectos para la salud.
El rábano picante es un alimento versátil que no solo aporta un sabor único, sino que también tiene importantes beneficios para la salud. Desde estimular el sistema inmunológico hasta quitar la congestión, ya que sus propiedades medicinales lo convierten en el complemento perfecto en la cocina y la medicina.
Efectos del rábano picante en el cuerpo
El rábano picante no solo es apreciado por su sabor único, sino también por sus numerosas propiedades medicinales.
Esta raíz es rica en compuestos antioxidantes, como la vitamina C, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a proteger al cuerpo contra infecciones virales y bacterianas.Uno de los componentes activos del rábano picante es la alicina, una sustancia que se libera cuando se corta o ralla.
La alicina tiene efectos antibacterianos, lo que lo convierte en un remedio natural para infecciones respiratorias y problemas digestivos.Consumir rábano picante puede mejorar la digestión, estimulando la producción de jugos gástricos. Además, al ser un descongestionante natural, es ideal para quienes sufren de resfriados o sinusitis, ya que ayuda a despejar las vías respiratorias.
Además, gracias a sus propiedades antioxidantes y a ciertos compuestos como los glucosinolatos, el rábano picante puede reducir la inflamación, ayudando a aliviar dolores articulares y musculares. El rábano picante también actúa como un diurético suave, ayudando a eliminar toxinas a través de la orina y apoyando la salud renal.
Por qué el rábano es picante
El sabor picante del rábano proviene de un compuesto químico llamado isotiocianato de alilo, que es el resultado de una reacción que ocurre cuando la raíz se corta o ralla. Este proceso rompe las células de la planta, liberando una enzima llamada mirosinasa, que a su vez convierte los glucosinolatos presentes en la raíz en isotiocianatos. Este compuesto volátil es el responsable de la sensación de ardor en la boca y la nariz al consumir rábano picante fresco.
Lo interesante del picante del rábano picante es que, a diferencia del picante de los chiles, que se debe a la capsaicina y puede durar más tiempo en la boca, el isotiocianato tiene un efecto más rápido y fugaz. Este tipo de picante también afecta principalmente a las cavidades nasales, lo que provoca la sensación de despeje en las vías respiratorias.
Recetas con rábano picante
1. Salsa de rábano picante
Esta salsa es perfecta para acompañar carnes, pescados o incluso vegetales asados. Los ingredientes necesarios son: dos cucharadas de rábano picante fresco rallado rallado, media taza de crema agria o yogur griego, una cucharada de vinagre de manzana, una cucharadita de mostaza Dijon, sal y pimienta al gusto, un chorrito de zumo de limón.
En un tazón, mezcla el rábano picante rallado con la crema agria o el yogur griego. Añade el vinagre de manzana y la mostaza Dijon, mezclando bien. Sazona con sal y pimienta al gusto, y si deseas un toque más ácido, añade un chorrito de zumo de limón. Deja reposar la salsa en el refrigerador durante al menos 30 minutos antes de servir, para que los sabores se integren bien. Esta salsa puede durar hasta una semana en el refrigerador y es una excelente forma de disfrutar del rábano picante sin que su sabor sea abrumador.
2. Té de rábano picante y miel para el resfriado
Si sufres de congestión nasal o dolor de garganta, esta infusión te proporcionará un alivio natural. El rábano picante ayudará a despejar las vías respiratorias y la miel calmará la garganta. Necesitarás, una cucharadita de rábano picante rallado, una taza de agua caliente, una cucharada de miel y una rodaja de limón. Primero, hierve una taza de agua y, cuando esté caliente, añade el rábano picante rallado. Deja reposar la infusión durante cinco o diez minutos. Cuela la mezcla para eliminar los trozos de rábano picante y añade la miel para endulzar. Y exprime la rodaja de limón sobre el té para darle un toque fresco y cítrico.
