El pollo escabechado de Arguiñano: la receta que cocinan todas las abuelas
Este plato se mantiene en buen estado en la nevera incluso hasta una semana, y si se congela aguanta hasta dos meses
El pollo escabechado es uno de esos platos que evocan recuerdos de infancia, sobremesas familiares y el inconfundible aroma que desprende la cacerola de las abuelas mientras lo cocinaban. Esta receta, popularizada por el carismático chef Karlos Arguiñano, es un clásico de la gastronomía española que destaca por su sencillez, versatilidad y delicioso sabor.
Este plato es una de las recetas más tradicionales de nuestra gastronomía, y combina unos ingredientes económicos a los que se les da un gran sabor gracias al escabeche. Es un plato ideal para cualquier época del año, ya que se puede servir tanto caliente como frío. Además, cómo se conserva bien durante varios días en frío, es una opción perfecta para planificar comidas con antelación o llevar a picnics y excursiones.
Cómo hacer el pollo escabechado de Arguiñano
El pollo escabechado de Arguiñano
Ingredientes
- ocho muslos de pollo
- dos cebollas grandes
- tres zanahorias
- cuatro dientes de ajo
- dos hojas de laurel
- una ramita de tomillo
- una cucharadita de pimienta negra en grano
- 200 mililitros de vinagre de vino blanco
- 200 mililitros de aceite de oliva virgen extra
- 200 mililitros de agua
- una pizca de sal al gusto
Elaboración paso a paso
- Salpimentar y dorar los muslos de pollo en la sartén a fuego bajo.
- Picar, pochar y dorar las verduras.
- Añadir los ingredientes líquidos y poner a hervir.
- Incorporar las especias y hierbas aromáticas.
- Agregar los muslos de pollo y hervir durante 40 minutos.
- Dejar enfriar a temperatura ambiente.
- Meter en la nevera durante 12 horas.
- Antes de servir calentar en el microondas.
Estos son los ingredientes
Para preparar el pollo escabechado al estilo de Arguiñano, necesitarás los siguientes ingredientes: ocho muslos de pollo (o cualquier otra parte del pollo), dos cebollas grandes, tres zanahorias, cuatro dientes de ajo, dos hojas de laurel, una ramita de tomillo, una cucharadita de granos de pimienta negra, 200 mililitros de vinagre de vino blanco, 200 mililitros de vino blanco, 200 mililitros de aceite de oliva virgen extra, 200 mililitros de agua y sal al gusto.
Modo de elaboración paso a paso detallado
Comienza lavando y pelando las zanahorias. Córtalas en rodajas finas. Pela las cebollas y córtalas en juliana. Pela también los dientes de ajo, dejándolos enteros para que aporten un sabor suave y no se quemen durante la cocción. Y calienta un poco de aceite de oliva en una sartén grande.
A continuación, salpimienta los muslos de pollo y dora ligeramente todas las piezas a fuego medio-alto. Este paso no solo realza el sabor del pollo, sino que también ayuda a mantener su jugosidad durante el proceso de escabechado. Una vez dorado, retira el pollo y resérvalo.
Tras este paso, en la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario. E incorpora la cebolla y las zanahorias, rehógalas a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente y las zanahorias ligeramente tiernas. Y agrega los dientes de ajo enteros.
Cuando las verduras estén listas, añade el vino blanco, el vinagre, el agua y el aceite de oliva. Remueve bien y deja que la mezcla hierva suavemente. Una vez que haya cocido, añade las hojas de laurel, la ramita de tomillo y los granos de pimienta negra. Y vuelve a colocar los muslos de pollo en la sartén, asegurándote de que queden bien cubiertos por el líquido y las verduras.
Por último, cocina a fuego lento durante unos 30 ó 40 minutos. Así el pollo se impregna de todos los sabores del escabeche, quedando tierno y jugoso. Ten en cuenta que antes comerlo, que aunque el pollo escabechado está delicioso recién hecho, lo ideal es dejarlo reposar en el escabeche durante al menos 12 horas en la nevera, para que el sabor sea mayor.
Conservación del pollo escabechado
Una de las grandes ventajas de esta receta es su excelente capacidad de conservación. El escabeche actúa como conservante natural, gracias a la combinación del vinagre y del vino, lo que prolonga la vida útil del plato. Por eso, una vez cocinado, deja que el pollo escabechado se enfríe a temperatura ambiente.
Y después, guárdalo en un recipiente hermético, asegurándote de que el pollo quede completamente cubierto por el líquido del escabeche. De esta forma, el plato se mantendrá en buen estado en la nevera incluso hasta una semana.
Aunque si deseas conservarlo durante más tiempo, puedes congelar esta receta. Para ello, colócalo en un recipiente apto para congelador, junto con suficiente escabeche para cubrirlo. Este método te permitirá disfrutar del plato hasta dos meses después de haberlo preparado. Al descongelarlo, hazlo lentamente en la nevera para mantener su textura y sabor.
Otra opción es almacenar el pollo escabechado en tarros de cristal esterilizados, como si fuera una conserva casera. Con este método, puede durar varias semanas en la nevera, siempre y cuando se mantenga bien cerrado y cubierto por el escabeche.