Cinco terrazas de Madrid para disfrutar en el arranque de la primavera

Después de infinitas semanas sin ver un rayo de sol, el astro rey parece que hace acto de aparición y pretende quedarse entre nosotros. Con lo que volvemos a tomar las calles y las terrazas a convertirse en objetos de deseo. Sobre todo esos espacios que son más que mesas y sillas donde tomarse una cervecita, porque también el sector del ‘terraceo’ se ha especializado tanto que aparte de la propuesta sólido-líquida, la estética y el ambiente se han vuelto capitales para atraer al cliente.

Es por eso que algunas se consolidan como lugares de retiro, algunas casi oasis por el protagonismo que adquiere la vegetación que las rodea, pero también la decoración temática es muy llamativa en varias de ellas. Luego están las terrazas abiertas en las muchas azoteas de hotel, cada vez más numerosas además de direcciones de enorme atractivo para el público local y visitante. 

A la espera de que se inaugure en los próximos días la que se tiene previsto instalar en los Jardines del Campo del Moro, el histórico espacio creado por Felipe II, proponemos cinco terrazas para sumar a las más conocidas y visitadas. 

Ginkgo Restaurante & Sky Bar (Plaza de España, 3)

Es una de las terrazas en las alturas, en la céntrica Plaza de España y donde disfrutar de unas vistas 360 grados. Sin duda uno de los bares de moda y más con el buen tiempo, donde gastronomía, coctelería y espectáculo van de la mano (conciertos en directo, sesiones de dj’s…) en un ambiente bastante exclusivo y urbanita. Eso sí, el acceso a este lugar tiene un coste si sólo se quiere visitar, aunque luego está la entrada la consumición. Para  evitar colas ofrecen la posibilidad de reservar una mesa, con un abono por adelantado que será descontado una vez cerrado el ticket de consumo. 

Filandón (Crta. Fuencarral-El Pardo. M-612. Km. 1)

Entre los restaurantes de referencia a las afueras de la ciudad, con una carta incuestionable y un muy agradable espacio de verano que hace las delicias de todo el que los visita por el entorno en el que está ubicado. Un amplísimo jardín, extensa terraza y gran aparcamiento. Con el aval de sus propietarios, Pescaderías Coruñesas, aquí los pescados y mariscos son recomendados principales, como sus preparaciones a la parrilla y algunos arroces. Si es de las direcciones con triunfo asegurado, con el buen tiempo es acertado realizar reserva previa, sobre todo para cenas y fines de semana.

Bocanegra (calle del Marqués de Casa Riera, 1)

En pleno centro de Madrid, muy cerca de la Plaza de Cibeles y a pocos pasos de donde comienza la Gran Vía, Bocanegra es una amplia terraza que comparte ubicación con un restaurante en el emblemático Palacio del Marqués de Casa Riera. Porque cada espacio dispone de carta propia y en el exterior, climatizado, la propuesta es mucho más informal, para un pica pica desenfadado. Se trata de un sitio para alargar la sobremesa o empezar una tarde con ganas de diversión porque el ambiente también está asegurado. 

(A) Brasa (La Estafeta 2, La Moraleja / Camino de la Zarzuela 23, Aravaca)

Terraza muy acogedora y selvática por la frondosa vegetación que la rodea y con dos sucursales también a las afueras de Madrid. Si bien la de La Moraleja está situada en una zona que resulta de lo más apetecible por accesible aparte de la variada oferta que confluye en esos mismos lares. En cuanto a la propuesta está inspirada en la tradición vasca, y el carbón y la parrilla participan en gran parte del repertorio donde reúnen opciones para gustos y momentos. 

Le Tavernier (calle de Mesonero Romanos, 13)

Otro salto a las alturas porque también Le Tavernier se localiza en la azotea de un hotel, en su caso se trata del INNSiDE by Meliá Madrid Gran Vía. Es una amplísima terraza, con más de 500 metros de extensión y razón por la que ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad. Lo suyo es la tradición marinera y el sabor gallego en lo que a la mesa se refiere. En cuanto al lugar, es una dirección para divertirse hasta altas horas, disfrutar de un atardecer con un cóctel en la mano o escuchar música en directo, entre las variadas alternativas que permite un espacio tan grande.

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