El potaje de garbanzos y bacalao de mi abuela: tradición y sabor en cada bocado
El potaje de vigilia, como se conoce tradicionalmente a esta receta, tiene sus raíces en la cocina de la Semana Santa

Garbanzos con bacalao y espinacas. | Canva
En mi familia hay una tradición que nunca falla en Semana Santa, mi abuela reúne a todos en su casa y prepara un potaje. Se trata de su receta de garbanzos con bacalao y espinacas, un plato humilde que desde pequeños, mis primos y yo hemos esperado con impaciencia ese momento en el que el aroma del sofrito y del bacalao impregnaba la cocina para probarlo.
Mi abuela aprendió de su madre, y ésta, a su vez, de la suya. Aunque he intentado replicarla muchas veces, mis primos siempre coinciden asegurando que, está buena, pero como la de nuestra abuela, ninguna.

Garbanzos con bacalao y espinacas
Ingredientes
- dos tomates
- una hoja de laurel
- una cucharadita de pimentón dulce
- una rebanada de pan duro
- dos huevos
- aceite de oliva
- sal
- agua
- 400 gramos de bacalo desalado
- 500 gramos de garbanzos secos
- una cebolla
- un pimiento verde
Elaboración paso a paso
- Pon los garbanzos en remojo en abundante agua templada con una pizca de sal.
- Al día siguiente, escúrrelos y resérvalos.
- En una olla grande, coloca los garbanzos junto con la hoja de laurel. Cúbrelos con agua limpia y ponlos a hervir.
- Baja el fuego y deja cocer a fuego lento durante una hora y media o hasta que los garbanzos estén tiernos.
- Sofríe la cebolla picada finamente, el pimiento verde en dados y los dientes de ajo laminados.
- Cuando estén pochados, añade los tomates pelados y triturados. Cocina hasta que la mezcla se reduzca y espese.
- En esa misma sartén, aparta el sofrito a un lado y fríe la rebanada de pan hasta dorarla.
- Incorpora esta mezcla al sofrito junto con el pimentón.
- Vierte el sofrito en la olla de los garbanzos ycocina todo junto unos 15 minutos más.
- Lava y trocea las espinacas si son frescas. Agrégalas al guiso y deja que se reduzcan durante unos 10 minutos.
- Incorpora el bacalao desalado en trozos grandes, bastará con cocerlo apenas cinco minutos dentro del potaje.
Origen del potaje de garbanzos con bacalao y espinacas
Durante siglos, en los días en los que la Iglesia prohibía comer carne, las familias buscaban alternativas nutritivas y completas que incluyeran legumbres, verduras y pescado. Así nació esta combinación de garbanzos, espinacas y bacalao, para cumplir con la norma religiosa.
El bacalao, al ser pescado en salazón, se convirtió en la mejor opción para los hogares del interior peninsular, donde el pescado fresco no llegaba fácilmente.
Quizás el secreto que vuelve locos a mis primos no esté en los ingredientes, sino en el amor con el que mi abuela lo cocina. Anímate a probarla a lo mejor consigues reproducir el sabor de la original.