El sorprendente sustituto de las tostadas con jamón que sabe exactamente igual y lleva café

Durante generaciones, en España, la imagen del desayuno perfecto ha sido una rebanada de pan tostado, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, y unas lonchas de jamón por encima. Esa combinación produce una explosión de sabor en el paladar gracias al crujiente del pan, la untuosidad del aceite y el aroma del jamón.

Pero, esta tradición culinaria ha sido puesta en entredicho por un experto cortador de jamón, que propone prescindir del aceite. En lugar del habitual aceite de oliva, @victorsanchegojamon en su perfil de TikTok. Propone mojar la rebanada de pan con café solo y añadir un poco de piel de naranja rallada. Después se tuesta el pan, y solo entonces se coloca el jamón por encima.

El sustituto de las tostadas con jamón

Los dos alimentos que proponen sustituir al aceite son el café solo y la piel de naranja rallada para impregnar el pan. La razón tras esta combinación aparentemente extraña radica en la química de los sabores. Ya que, el café tiene un sabor intenso, seco y ligeramente amargo, capaz de limpiar la boca y neutralizar la sensación grasa. Y la combinación diametralmente opuesta al aceite, seca y aromática de la naranja, que evita la saturación de grasa y potencia el perfil organoléptico del embutido.

No añadas aceite a las tostadas con jamón

La propuesta de eliminar el aceite de las tostadas de jamón, según Víctor Sanchego, se debe a que la grasa del jamón contiene más de un 60% de ácido oleico. Por eso, añadir aceite al jamón no aporta nada nuevo, pero sí puede saturar las papilas gustativas. Y en lugar de mejorar el sabor, el aceite puede enmascararlo. Y es que, la combinación jamón más aceite puede enmascarar matices y reducir la capacidad de saborear todo lo bueno que tiene el jamón.

@victorsanchegojamon Tostada de jamón con café #jamon #jamoniberico #victorsanchegojamon #consejos sonido original – Víctor Sanchego

Comer las vetas de grasa del jamón

Depende del tipo de jamón y del gusto personal:

• Por un lado, la grasa del jamón contiene gran parte de la riqueza aromática. Y es que, esa grasa es parte esencial de lo que lo hace tan especial. Ya que, aporta textura, aroma y riqueza.
• Pero, si uno busca una experiencia más saludable, quitar parte de esa grasa puede hacer tu desayuno más digestivo.

Sin embargo, en el caso del jamón ibérico de calidad, la grasa no debería considerarse un defecto sino parte del encanto. De hecho, muchos expertos coinciden en que el jamón debe disfrutarse tal cual. Con su pan, con su grasa, sin añadir aceite extra. Si el objetivo es saborearlo en su máxima expresión.

Pero la propuesta de sustituir el aceite por una combinación aparentemente extravagante, no es un mero capricho, sino un experimento que juega con los contrastes. Y, a veces, basta con cambiar solo un detalle, para redescubrir un clásico desde una nueva perspectiva.