¿Caballo de Troya? No esta vez. Es el símbolo de las relaciones diplomáticas entre Francia y China, que cumplen 50 años. Pekín acoge el espectáculo del mitológico dragón-caballo. Un regalo francés que “encarna el espíritu chino.

¿Caballo de Troya? No esta vez. Es el símbolo de las relaciones diplomáticas entre Francia y China, que cumplen 50 años. Pekín acoge el espectáculo del mitológico dragón-caballo. Un regalo francés que “encarna el espíritu chino.