Dos confidentes fueron asesinados tras el arresto de los sobrinos de Maduro
Las víctimas, informantes de la agencia antinarcóticos estadounidense, estaban vinculadas al caso de Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores, sobrinos del presidente venezolano Nicolás Maduro. Según informa el Nuevo Herald, las dos personas asesinadas habrían proporcionado a la DEA documentos de la corte y personas familiarizadas con la situación. El informante, identificado por las autoridades como CW-1, fue ejecutado en Honduras pocos días después del arresto, presuntamente por orden de una agrupación de Venezuela. Gran parte de la evidencia contra los jóvenes fue recaudada gracias a reuniones previas con CW-1, un narcotraficante que operaba en Honduras y que venía colaborando con la agencia antidroga con la esperanza de alcanzar un acuerdo extrajudicial para reducir los cargos presentados en su contra en Estados Unidos. Los asesinatos de este informante, CW-1, y otro confidente que colaboró en la operación encubierta que acabó en la detención de los acusados, hace pensar en una posible venganza hacia los colaboradores infiltrados de la DEA que contribuyeron al arresto de los sobrinos de Maduro.
Reuters
Poco después de que los dos sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores, admitieran su participación en una red de narcotráfico, el periódico Nuevo Herald recoge que dos confidentes del caso han sido asesinados. De acuerdo con documentos del proceso judicial que se sigue contra los sobrinos de Maduro en Nueva York, tras haber sido arrestados en Haití intentado transportar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos, al menos dos confidentes de la DEA fueron asesinados.
Las víctimas, informantes de la agencia antinarcóticos estadounidense, estaban vinculadas al caso de Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores, sobrinos del presidente venezolano Nicolás Maduro. Según informa el Nuevo Herald, las dos personas asesinadas habrían proporcionado a la DEA documentos de la corte y personas familiarizadas con la situación. El informante, identificado por las autoridades como CW-1, fue ejecutado en Honduras pocos días después del arresto, presuntamente por orden de una agrupación de Venezuela. Gran parte de la evidencia contra los jóvenes fue recaudada gracias a reuniones previas con CW-1, un narcotraficante que operaba en Honduras y que venía colaborando con la agencia antidroga con la esperanza de alcanzar un acuerdo extrajudicial para reducir los cargos presentados en su contra en Estados Unidos. Los asesinatos de este informante, CW-1, y otro confidente que colaboró en la operación encubierta que acabó en la detención de los acusados, hace pensar en una posible venganza hacia los colaboradores infiltrados de la DEA que contribuyeron al arresto de los sobrinos de Maduro.
