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La muerte de Ali supone la desaparición de uno de los grandes iconos deportivos de Estados Unidos. Fue tres veces campeón del mundo de los pesos pesados y campeón olímpico a los 18 años. A principios de los 80 se retiró y poco después le fue diagnósticado el parkinson. Se bajó del ring ostentado el récord de 56 victorias y cinco derrotas. Fue sin duda el mejor de todos los tiempos. Su estilo inconfundible y letal para pelear era también su estilo de vida. Fue un gran luchador de la opresión racista y sólo se negó a pelear una vez, cuando rechazó el reclutamiento obligatorio para ir a la guerra de Vietnam con el ejército estadounidense. «El cong (los combatientes vietnamitas) no me llaman nigger», haciendo referencia al odio racial que infligía buena parte de la sociedad norteamericana en aquella época.

Fue un hombre hecho a sí mismo que se convirtió al Islam y abandonó su nombre de nacimiento, Cassius Marcellus Clay, para adoptar el de Muhammad Ali. «No quiero ser lo que vostros queréis que sea», decía desafiante.  Picaba como una abeja y volaba como una mariposa. El Rey del mundo ha ascendido a los cielos para permanecer en la tierra como una gran leyenda.

La chica, de 24 años y que acudió por fuertes dolores abdominales, critica que estuvo en la sala de espera «totalmente desatendida», y defiende que no pasó más tiempo «porque me planté en la sala» donde los médicos estaban brindando con cava y vino. Además, según su versión, no le dieron nada para calmar la tos hasta tres horas después de llegar a urgencias. La red se ha inundado de comentarios de los usuarios indignados al conocer estos hechos. «Esto no lo puedo imaginar en otro país, España es el país del ocio hasta en los hospitales», afirmaba un ciudadano indignado.

«Ha sido detectada la señal de una de las cajas negras», ha confirmado un portavoz de la Oficina de Investigación y Análisis de accidentes aéreos de Francia. Para sacar a flote las cajas, se requiere la ayuda de buques especiales con sistemas para detectar con precisión el lugar donde se encuentran. Los investigadores creen que los dispositivos estarían a una profundidad de unos 3.000 metros, cerca del límite para que las señales puedan ser escuchadas y detectadas para que las cajas puedan ser localizadas. Hasta el momento, solo han sido encontrados algunos restos humanos, pertenencias de los pasajeros y pequeñas piezas del fuselaje del aparato.

Uno de los últimos datos que arrojan algo de luz al trágico suceso es la confirmación por parte de los investigadores de que la aeronave emitió una señal de socorro instantes después de desaparecer de los radares.

La policía está interrogando de nuevo a los padres del pequeño que en un principio aseguraron que Yamato se perdió mientras recogía vegetales en el bosque. Posteriormente, reconocieron haber abandonado al menor como castigo por su mal comportamiento, ya que había estado lanzando piedras a otros coches y viandantes durante el día que la familia pasó en el campo. Aunque el pequeño corrió tras el vehículo, sus progenitores aseguran que volvieron minutos después al lugar en el que lo abandonaron tras perderlo de vista, aunque ya no había rastro del pequeño.

Gracias al análisis de las muestras de la Luna que recogieron los astronautas de las misiones Apolo los científicos han podido determinar que el agua fue llegando durante un periodo que duró entre 10 y 200 millones de años. En base a la cantidad de hidrógeno y nitrógeno, el estudio concluye que los asteroides portadores de agua son los clasificados como condritas carbonáceas y meteoritos condríticos. Los cometas tan sólo aportaron un 20% de agua. Según la teoría defendida en el estudio la formación de agua se produjo cuando los cometas y asteroides chocaron con el océano de magma que ya estaba presente. Una especie de tapa térmica formada en la superficie de esa balsa de magma evitó la evaporación de esos elementos, reteniendo así el agua en el interior de la Luna.