Carla Vigo habla de la muerte de su madre, Érika Ortiz: «No se supera nunca»
La sobrina de la reina Letizia ha contestado a una ronda de preguntas con sus seguidores
Carla Vigo tiene casi 30.000 seguidores en Instagram, una red social en la que es muy activa y donde se ha abierto en canal. Debido a una bronquitis, la sobrina de la reina Letizia ha pasado unos días sin poder salir de casa y se ha volcado en sus followers. Como una influencer más, la joven actriz ha respondido a las numerosas preguntas que le han hecho.
Lo que más ha llamado la atención de este rondo con sus fans, ha sido el hecho de que haya hablado de su madre Érika. De qué supuso su trágica pérdida, de cómo ha vivido su duelo y cómo la tiene muy presente.
Una de las primeras cuestiones personales a las que se enfrentó fue en la que le preguntaban qué recuerdos guarda de su madre. La respuesta de Carla: «Muy poquitos, desgraciadamente». Érika Ortiz, su madre, falleció de manera trágica cuando su hija solo tenía seis años. Un tremendo varapalo para toda la familia, que en ese momento esperaba ilusionada la llegada de la infanta Sofía.
Su madre es también la respuesta que da cuando se le pregunta qué es lo más echa de menos de su infancia. Y precisamente al ver la sinceridad con la que contestaba, sus seguidores preguntaron cómo se supera la muerte de una madre. «No se supera y menos de la forma que me pasó a mí, aprendes a vivir con ello y se tarda mucho».
No ha tenido reparos en explicar cómo fue su duelo: «Hay distintas etapas por las que vas a pasar: 1) negación, piensas que es una broma; 2) aceptación, es la más dura porque te da un golpe de realidad y te das cuenta de que no la verás más; 3) aprender a vivir con ello, es la más fácil. Y creo que depende de la relación que tengas con esa persona, superas su muerte o no».
A pesar de que su madre murió cuando ella una niña, la tiene muy presente. Hasta el punto de confesar que Érika sería el nombre que le pondría a su bebé, en caso de convertirse en mamá y tener una niña.
La muerte de su madre
Fue el 7 de febrero de 2007 cuando Érika Ortiz Rocasolano, hermana pequeña de la que por aquel entonces era Princesa de Asturias, fue encontrada muerta en su domicilio. Según informaron los medios de comunicación en aquel momento, el Juzgado de Instrucción número 12 de Madrid fue el que se hizo cargo de la investigación.
Desde un principio se barajó la hipótesis de que se hubiera quitado la vida. Al parecer dejó escritas varias cartas, y la noche en la que supuestamente murió, se encontraba sola en la vivienda en la que residía con su hija. Las informaciones apuntaban a que había estado de baja laboral por depresión y ansiedad durante algo más de un mes, y al regresar a su puesto laboral, pidió dos días libres más.
Sobre su familia materna
No es la primera vez que sus fans le preguntan sobre su familia materna. Y aunque intenta protegerles y dejarles a un lado, para así poder ser reconocida por derecho propio, Carla ha querido corresponder al interés de sus seguidores, a pesar de la indiscreción de algunas preguntas.
Ha sido rotunda al responder si su tía Letizia le ayuda económicamente o de alguna otra manera: «No, el dinero que tengo lo he ganado yo». De igual modo ha sido tajante al contestar con un «no» a la pregunta: «¿No has sentido un poco de despreocupación por parte de tu familia materna?».
De hecho, afirma llevarse muy bien con sus abuelos, cuenta que ha aprendido mucho de su abuela Paloma, pero deja claro que no publica ninguna foto con ella porque «no creo que le guste mucho».
Le halaga que el digan que se parece a su tía Telma. «Las dos sois muy guapas», le dicen en un mensaje. A lo que ella responde dando las gracias y añadiendo varios corazones. Pero no va más allá en lo que respecta a Leonor y Sofía. «Qué morbosos sois», escribe cuando le preguntan si ve a sus primas «las princesas» en Navidad.
Así es Carla Vigo
Feminista, defensora de los derechos LGTBI y bisexual declarada, la intérprete se define como una «buena» persona. Y es precisamente esa cualidad la que le gustaría cambiar. «Soy demasiado buena», admite. De ahí que confiese que le aterra la idea de que se acerquen a ella para sacar provecho, algo que ya le ha pasado.
No tiene carnet de conducir (todavía). Su mayor fan es su chico, al que conoció precisamente en Instagram, y con el que lleva saliendo casi seis meses. No le gusta el fútbol, aunque si se tiene que decantar por un equipo es por el Real Madrid –el de su novio-. Y si no estuviera volcada en ser actriz, estudiaría Integración Social.
Pero vive por y para la interpretación. Le apasiona el teatro, ahí trabaja desde que fichó por la compañía de Rafael Amargo. Ha sido el bailaor quien le ha dado su gran oportunidad al tener un papel en Yerma, su último montaje. También le gustaría trabajar en televisión y en el cine. Si es de la mano de ‘los Javis’ mejor que mejor: «Es que les pago yo si hace falta».
Aunque le gustan muchas actrices, admira a Alba Flores. Tiene claro que no participaría en un reality y además sabe cantar. No se olviden de su nombre, Carla Vigo, quiere triunfar en el mundo de la interpretación y coraje y preparación no le faltan.