A vueltas con el semidesnudo de Mariló Montero: la Justicia (al fin) le da la razón
La periodista por fin puede descansar tranquila tras más de seis años batallando contra unos paparazzi
Mariló Montero por fin puede pasar página tras lo ocurrido en la Semana Santa del año 2015, cuando fue fotografiada por unos paparazzi en topless en Bora Bora. La presentadora, de 56 años, había viajado hasta esta pequeña isla del Pacífico Sur al noroeste de Tahití en la Polinesia Francesa junto a una amiga.
Las fotos en cuestión, en las que Mariló Montero aparecía semidesnuda, nunca vieron la luz pero sí circularon por numerosas redacciones españolas, tanto de revistas como de periódicos. La propia periodista, al enterarse, denunció a aquellos fotógrafos, Diego Arrabal y Gustavo González, y hoy la batalla judicial ha dado un paso importante para ella.
El Juzgado de Primera Instancia número 35 de Madrid ha condenado a ambos paparazzi a pagar una indemnización de 340.000 euros a Mariló Montero y a su amiga por intromisión ilegítima en su derecho a la intimidad y al honor, al considerar que la toma de dichas fotos, que se hicieron en un bungalow privado, son constitutivas de dichos delitos.
Esta sanción por intromisión en el derecho a la intimidad y el honor es la mayor que se ha dictado en toda la historia judicial española.
Las fotos íntimas de Mariló Montero circularon por las revistas españolas
Las instantáneas íntimas de Mariló Montero causaron un gran daño personal a la ex de Carlos Herrera, pues aseguró haberse sentido «violada» tras lo acontecido por compañeros de profesión en aquel fatídico 2015.
«A mí me hicieron llamadas de las direcciones de las revistas y me dijeron que no las iban a publicar porque no se podían comprar. Sabían que eran ilegales, porque estaba dentro de mi bungalow. ¿Te imaginas que te hacen una fotografía desnudo en tu habitación y está en todas las redacciones? Es asqueroso, es humillante, una violación en toda regla», dijo ella.
«¿Se puede ser más perverso que meterte en ese bungalow y a escondidas desde una ventana hacer esas fotos? 24 horas al día todos los días que estuve allí. ¡Hay que estar enfermo. Y, ojo, ¿cómo se enteran de que yo me voy a Bora Bora? Porque esto es importante», añadió.
La misteriosa amiga
En su día se dijo con que el gran malestar de Mariló Montero no radicaría en las instantáneas en sí, ni en su desnudo parcial, sino en la compañía que tenía, la misteriosa mujer, con quien se la relacionó sentimentalmente.
Ella nunca se ha referido al tema, pero sí luchó por la causa ante los tribunales y ahora tanto ella como su amiga han tenido una compensación por todo el daño causado. El magistrado ha condenado a los paparazzi a indemnizar a Montero y a su amiga con 340.000 euros, 265.000 euros para la periodista y 75.000 para su amiga.
Las instantáneas en las que se veía a ambas y a Mariló sin la parte de arriba del bikini, como te hemos contado, nunca salieron a la luz, aunque la revista Lecturas sí que compró fotos de aquel viaje pero sólo en las que aparecía con bikini y en la playa:
Cabe destacar que la sentencia no es firme y puede ser recurrida.