Charlene de Mónaco, ausente de sus funciones desde hace un año
La princesa monegasca continúa inmersa en su recuperación física y mental
La celebración de Santa Devota en 2021 fue la última vez que Charlene de Mónaco apareció en una fecha tan señalada para el Principado. Unas semanas después tuvo lugar su último acto oficial. El 9 de febrero del año pasado cuando la princesa acompañó a su marido, el príncipe Alberto, en presentación del Torneo de Rugby Mónaco Sevens. Una competición cuyos resultados resultaron clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Tokio.
En aquel momento llamó la atención el look elegido por la pareja. La princesa y su marido acudieron luciendo el mismo outfit. Un traje de chaqueta granate que llevaba en la pechera el escudo de la Federación monegasca de Rugby. Pero, Charlene puso su particular toque distintivo añadiendo un chaleco del mismo tono, cambiando los pantalones por unos de campana y llevando tacones. También dejó sin palabras el corte de pelo, con un rapado en la nuca y en uno de los lados de la cabeza.
Aquel día se emplazó a realizar el sorteo de los partidos al mes de abril, una fecha en la que la princesa ya causó baja. A mediados del mes de marzo se trasladó a Sudáfrica, su país natal, con motivo de la celebración de los funerales por la muerte del rey de los zulúes. A partir de ese momento no se supo más de ella. Tuvieron que pasar unas semanas hasta que explicaron que se encontraba en su tierra dedicada a la lucha por la conservación de la fauna.
Charlene de Mónaco, en Sudáfrica por motivos de salud
Pasaron las semanas y su ausencia en la vida monegasca hizo saltar todas las alarmas. Las especulaciones llegaron a afirmar que el matrimonio estaba atravesando una grave crisis, algo que provocó que Charlene diese un paso adelante. A mediados de julio ofreció una entrevista en el canal sudafricano News24. En la misma desmintió estar atravesando una crisis de pareja, y desveló los problemas de salud que padecía.
La exnadadora sufrió una infección de oído, garganta y nariz que comenzó, al parecer, tras haberse sometido a una intervención quirúrgica. Un fuerte dolor de oídos la llevó a la consulta de un especialista. Tras la exploración pertinente, el médico recomendó no moverse del país por el riesgo que entrañaba coger un avión.
Sus redes sociales fueron el instrumento a través del que estuvo en contacto con sus seguidores y con su familia. No pudo celebrar su décimo aniversario de boda en palacio, pero publicó un bonito post con un video de imágenes junto a su marido a quien le dedicó unas palabras llenas de amor: «Es mi roca y mi fuerza y sin su amor y apoyo no habría podido superar este doloroso momento».
A finales de agosto, el soberano se trasladó a Sudáfrica junto a sus hijos, Jacques y Gabriella. Las condiciones sanitarias no permitieron este viaje, y las redes sociales oficiales de la Casa Real, así como el perfil oficial de Charlene de Mónaco, informaron del momento. Dos series de fotografías en las que se veía a una familia real unida. La princesa posa junto a sus hijos y su marido de una manera cariñosa, abrazándoles y mostrando la mejor de sus sonrisas.
Charlene y su breve regreso al Principado
La estancia en Sudáfrica de la mujer del príncipe Alberto se alargó hasta noviembre. El día 8 se produjo el esperado encuentro. Charlene regresó al Principado y se reunió con su familia. Un momento que quedó inmortalizado y que se compartió en las redes oficiales de la Casa Real monegasca. Fue, según el post, «un reencuentro lleno de alegría y emoción».
Poco les duró la ilusión de la vuelta a casa de la princesa. Tres días antes de celebrar el Día Nacional del Principado el 19 de noviembre, se emitió un comunicado. En él se explicaba que Charlene se retiraba para iniciar «un periodo de calma y descanso, necesario para garantizar la mejor recuperación de su salud». En el mismo se indicaba que estaba convaleciente y que tenía que recuperarse «de un estado de profunda fatiga general».
La rumorología en esta ocasión ya no hablaba de una posible separación del matrimonio, sino que achacaban este nuevo revés a graves dolencias. No tardó el príncipe Alberto en dar un golpe en la mesa y desvelar que esa fatiga no era solo física. «No es covid, no tiene relación con el cáncer ni con un ‘trabajo’ en el rostro», dijo Alberto a la revista People.
A partir de ese momento Alberto cerró filas en torno a su mujer. Se volcó en sus hijos y contó en todo momento con el apoyo de sus hermanas, Carolina y Estefanía. Ellas han estado al lado de su hermano y preocupadas por sus sobrinos, asumiendo las funciones de primera dama en las citas más importantes para el Principado.
La evolución de la princesa
El último parte médico facilitado por el Palacio Real data de finales del mes de enero. Días antes de la celebración de Santa Devota. En el mismo se lee lo siguiente: «La convalecencia de Su Alteza Real la princesa Charlene continúa de manera satisfactoria y muy alentadora. Su recuperación, así como el seguimiento de sus cuidados bucodentales aún necesitan de varias semanas (…) Tan pronto como su salud lo permita, la princesa volverá a compartir momentos de felicidad con el príncipe Alberto y sus hijos».
Realmente no ha habido un diagnóstico claro sobre la dolencia de Charlene de Mónaco. Tampoco se han dado detalles sobre el lugar en el que se está recuperando, al menos de manera oficial. El diario alemán Bild publicó que la princesa monegasca se encuentra ingresada en el exclusivo centro médico Paracelsus Recovery. Una clínica en Suiza especializada en salud mental. Allí los pacientes pueden recibir tratamiento para superar adicciones, así como contra la depresión, la ansiedad y trastornos alimenticios.
Todo evoluciona bien. Hasta el punto de que, como publicaron medios locales hace unas semanas, Alberto, Jacques y Gabriella viajaron hasta Suiza para visitarla hasta en dos ocasiones durante las pasadas Navidades. La primera, el 23 de diciembre. La segunda, el 2 de enero. Dos momentos calificados como «terapéuticos», ya que los especialistas consideran que la familia es uno de los puntos fuertes dentro de su recuperación emocional.