La infanta Cristina niega el perdón a Iñaki Urdangarin, quien afianza su nueva relación

Parece que no hay marcha atrás. La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin no le darán, en principio, una nueva oportunidad a su matrimonio. Los rumores de las últimas semanas hablaban de una petición de perdón por parte del exjugador de balonmano, además de afirmar de una manera rotunda que la hija mediana del rey emérito sigue muy enamorada del que todavía es su marido.

Pero el horizonte se dibuja bien distinto. Y eso incluye el divorcio. Algo que todavía tendrá que esperar, al parecer, y según la revista Lecturas, porque la infanta ha decidido aplazarlo pensando precisamente en sus cuatro hijos. Además, divorciarse también complicaría los dos años de libertad condicional de Urdangarin.

Para que el padre de sus hijos consiga la ansiada libertad, este ha argumentado que su residencia está en Ginebra junto a su mujer y su hija pequeña. De hecho, si no hay reunificación familiar, las posibilidades de que Iñaki cambie de régimen sería muy improbable. Por eso hasta el momento lo único que se ha dicho, de cara a la opinión pública, es que han decidido «interrumpir» su relación matrimonial.

De ahí que doña Cristina siga llevando su alianza de casada. Es una mujer profundamente religiosa y afirma que es por eso por lo que respeta «la institución del matrimonio. Llevo el anillo desde hace 25 años y lo voy a seguir llevando hasta que me divorcie. ¡No tengo nada de qué avergonzarme!».

La infanta Cristina solo piensa en sus hijos

La hija mediana de don Juan Carlos y doña Sofía ha habría un golpe en la mesa. Ya no está enamorada y su estado de ánimo ha pasado de la decepción al enfado absoluto. Y, aunque no soporta la mentira, ha accedido a postergar la firma del divorcio. Pero es tajante hasta el punto de que el mismo día que se publicó el polémico reportaje de Iñaki con Ainhoa Armentia paseando de la mano por la playa, la infanta habló con su padre.

En esa conversación ya le transmitió su intención de separarse. Indicó además que nadie le obligaría a dar marcha atrás en esta decisión y dejó claro que todo lo haría velando por los intereses de sus cuatro hijos, según lo publicado. Juan, Pablo, Miguel e Irene son su absoluta prioridad y no quiere que sufran por este asunto. Aunque el emérito la emplazó a viajar a Abu Dabi para hablar en persona, su hija retrasó el viaje unas semanas.

Todo porque necesitaba hablar primero con los jóvenes, explicarles cuál era la situación, así como los planes de futuro. La reunión, de la que ya se informó hace unos días, tuvo lugar en Ginebra y allí estuvo la expareja y tres de sus retoños, a excepción de Pablo, el gran ausente debido a sus compromisos deportivos.

Tras viajar a Emiratos Árabes, donde recibió el apoyo y el cariño de su progenitor, la infanta regresó a España, en concreto a Barcelona, donde tuvo la conversación que tenía pendiente con su segundo hijo. Pablo ha ejercido de improvisado portavoz de la familia durante el escándalo, pero su madre le ha puesto unos límites.

La infanta Cristina comienza su nueva vida

Durante los pocos días que duró su estancia, doña Cristina se alojó en un hotel en la zona de Pedralbes, acudió a su puesto de trabajo en La Caixa y además se dejó ver junto a su hijo Pablo, a quien vio jugar un partido de balonmano desde la grada.

Unas imágenes que confirman que la infanta ya ha dado carpetazo a su relación con quien ha sido su pareja durante más de 20 años. Pero esta historia con Ainhoa Armentia, después de los problemas judiciales por los que han pasado, incluyendo el ingreso en prisión de Udangarin, ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Porque antes que ella ha habido otras mujeres en la vida del vitoriano. Llamó la atención los emails personales de Urdangarin que salieron a la luz durante la celebración del juicio por el caso Nóos. Unos correos electrónicos subidos de tono por los que la infanta ni se inmutó en sala. ¿La razón? Ella ya era conocedora de esa historia desde hacía diez años.

Fue una infidelidad que tuvo lugar solo seis años después de casarse. Iñaki tuvo una aventura con la mujer de un íntimo amigo, que para más inri fue testigo de su boda. Este affaire duró un año. Urdangarin se lo confesó a su mujer y esta le perdonó.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia consolidan su historia

Ha pasado un mes desde que se publicaron las imágenes que fueron el comienzo del fin del matrimonio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Han sido cuatro semanas de reuniones secretas, viajes, conversaciones y también de una rutina diaria en la que Urdangarin y Ainhoa Armentia han seguido viéndose. Ocho horas de trabajo en la oficina y también fuera de ella.

¡Hola! publica este miércoles las fotografías que confirman que la historia entre el exjugador de balonmano y su compañera va viento en popa. Son discretos, pero no se esconden. Pasada la tempestad de los primeros días ya se atreven a entrar juntos en el despacho de abogados en el que comparten trabajo.

Pero también disfrutan juntos de su rato de ocio, compartiendo actividades deportivas. A pesar del cuidado que han tenido para no ser pillados, los fotógrafos que siguen de cerca sus pasos han conseguido las instantáneas de la pareja accediendo al centro de yoga donde reciben clases. Ahí sí que llegaron y se fueron por separado, pero antes de salir se dieron un cariñoso beso detrás de los cristales.

Por si esto fuera poco, el pasado fin de semana Iñaki y Ainhoa realizaron una romántica escapada a un destino desconocido. Dos días fuera de Vitoria durante los que pudieron celebrar el Día de los Enamorados.