Día de la Madre: famosas que dan visibilidad a la maternidad real (y cuentan lo malo)
Presentadoras, actrices y deportistas de élite han sido algunas de las madres conocidas que han hablado sobre los pormenores de ser mamá
Gtres
Primer domingo de mayo y, en el Día de la Madre son ellas las reinas absolutas de esta fecha marcada en rojo en el calendario. Embarazadas, primerizas, repetidoras, adoptivas, de acogida, mamás que han conseguido cumplir su sueño gracias a un tratamiento de fertilidad, madres que han tenido que decir adiós a un hijo… Todas son especiales.
Ser madre es un sentimiento indescriptible con emociones encontradas. La alegría, el amor incondicional o la generosidad se mezclan con el miedo y la culpa. De un tiempo a esta parte se ha dado un golpe en la mesa y se está desmitificando la maternidad. No todo es perfección, sonrisas, buena cara.
También hay dificultad, hay temor a no cumplir las expectativas, hay críticas, hay miles de consejos que, a pesar de la buena intención, no hacen más que entorpecer el instinto natural. Y también hay dificultad a la hora de conciliar familia y trabajo. De eso saben bien en el Club de las Malasmadres y las numerosas famosas que han mostrado sin cortapisas, la cara menos amable de ser madre.
Tania Llasera, abanderada de la salud mental de las madres
La presentadora Tania Llasera se ha convertido en un ejemplo para otras madres gracias a la naturalidad con la que ha contado su experiencia. La comunicadora ha hablado del miedo a quedarse embarazada cuando «se supone que tengo que estar sexy». También ha hablado sobre algo que muchas mamás tienen en común, y es el sentimiento de culpa.
«La maternidad diluye entre deberes, responsabilidades y anteponemos todo a nosotras», dijo durante su participación en la iniciativa ‘Yo me cuido’.
«Cada una es madre como buenamente puede dentro de sus circunstancias», y a veces las circunstancias no son las idóneas para disfrutar de la maternidad. Por eso para ella es fundamental pedir ayuda si se necesita -rompiendo también con el tabú de la salud mental-. «Cuidarse para cuidar es fundamental».
«¿Por qué me siento tan mala madre por no estar bien con ellos siempre?», se pregunta la comunicadora en uno de sus posts. «Sabiendo que eso es imposible, que es una utopía, una mentira edulcorada, una patraña que nos venden sobre la maternidad, pero… Me sigo sintiendo mal por quejarme, culpable por necesitar aire, vinos con amigas, eventos a los que asistir sin ser ‘la madre de Nadie’», explica. Y termina con una frase que toda madre debería repetirse a modo de mantra: «Soy la mejor madre que puedo ser para ellos y eso es más que suficiente».
Sara Sálamo pone sobre la mesa las secuelas del postparto
La actriz, madre de dos niños, ha sido uno de los rostros conocidos que más ha hablado sobre el postparto. Una etapa de la que no se solía hablar. Se pasaba de puntillas en las charlas, a pesar de las dificultades de este momento durante el que las mujeres no suelen reconocer su propio cuerpo, las emociones están a flor de piel, y la lactancia tiene su protagonismo. La intérprete canaria ya habló largo y tendido sobre cómo había cambiado su visión de la maternidad tras estrenarse como mamá. Nada de lo que había imaginado y hasta planeado se hizo realidad.
Pero ella ha hecho hincapié en el postparto y las secuelas, sobre todo físicas, del mismo. Sara no tuvo remilgos a la hora de fotografiarse nada más comenzar el puerperio. La imagen era de lo más llamativa, pero también muy real. Y así la describía ella: «Tres días después de parir sigo con una barriga enorme, hojas de cole en el pecho para evitar una mastitis (el pequeño Piero pide teta cada 20 minutos de día y de noche) y bragas desechables». «El postparto es durísimo. No es elegante ni glamuroso. Sangramos, lloramos y nos sentimos superadas», explicó.
También ha sido una de las primeras en hablar de la brutal caída del pelo que se sufre. Un problema mucho más común entre las mamás de lo que se piensa. Sus redes sociales también son su altavoz para compartir su día a día como bimadre. «Podría llevar estas trenzas de boxeadora para parecer una jovenzuela, pero realmente lo hago para no asustarme con la cantidad de pelo que se cae al tercer/cuarto mes del postparto», escribió en su perfil de Instagram.
Natalia Sánchez y su experiencia dando el pecho a sus dos hijos a la vez
La mítica ‘Teté’ de Los Serrano es madre de dos pequeños que se llevan solo un año. Por eso su maternidad está siendo de lo más intensa. Se ha convertido en una abanderada de la lactancia materna exclusiva con dos pequeños. No todo ha sido de color de rosa, y ella misma lo ha explicado en más de una ocasión en sus redes. Uno de sus posts más aplaudidos hablaba precisamente de estos momentos de intimidad y conexión con sus hijos. «He aquí una de las sensaciones más bonitas que he vivido nunca… ¡Ojo! ¡También de las más intensas! Aunque parezca fácil, tiene su intríngulis dar el pecho a dos bebés a la vez. Conseguir que el chiquitín está bien enganchado, que no se te caiga y que la ‘mayor’ no le saque un ojo, le arranque una pestaña o le dé un guantazo cuando ella considera que el pequeño ‘ya ha acabado’ tiene su mérito’».
Por sus seguidoras tenían alguna duda sobre cómo era la situación, la actriz fue aún más gráfica: «Es algo así como tener en el brazo izquierdo una ‘delicada cesta de huevos a punto de caerse’ (bebé) y en el brazo derecho un ‘elefante cabreado’ que salta y da patadas». Y ponía el lado positivo: «Cuando ambos se quedan dormidos les miro, respiro, y aunque no siempre es fácil, siento que soy la mujer más afortunada de este mundo. Es una sensación única que jamás pensé que viviría».
En el mismo mensaje también habla de las dudas y el miedo porque «la lactancia está llena de mitos, prejuicios y comentarios… muuuuuuuchos comentarios». Por su fuera poco, Natalia Sánchez, en un alarde de generosidad, comparte algunos de los tips que más le han ayudado.
Ona Carbonell, maternidad y conciliación en la alta competición
Si ha habido un aspecto de la maternidad que se ha puesto sobre la mesa ha sido el de la conciliación. No es fácil hacerlo. No todas las empresas ayudan a ello a pesar de los esfuerzos de madres y padres por conseguir ejercer de padres y también seguir dándolo todo en el puesto de trabajo. Y eso es común en empresas grandes, pequeñas y también en el deporte, incluyendo el de élite. La nadadora Ona Carbonell encontró la mejor manera de darle visibilidad a este problema rodando un documental sobre su regreso a la alta competición después de ser madre.
«Me sentía responsable de representar las dificultades que existen para practicar el deporte de élite con la maternidad», dijo coincidiendo la presentación del mismo. La deportista retomó su trabajo solo un mes y medio después de dar a luz. Su objetivo era participar en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020 y fue en ese momento cuando empezó a alzar la voz.
Las restricciones impuestas por Japón la convirtieron en la voz de las deportistas madres lactantes que tenían sobre la mesa el dilema de renunciar a la lactancia y a sus bebés o ir a los Juegos Olímpicos. «No me sentía buena madre, ni buena deportista. Con la lactancia, mucha gente me dijo que lo dejara, pero quería visibilizar que no puede ser que hayan cambiado tanto las cosas hacia bien y que una madre no pueda llevarse a su bebé a los Juegos Olímpicos y seguir dándole el pecho». Para viajar al país nipón, la catalana desveló que tuvo que sacarse 80 botellas de su leche, dejando claro que «en el deporte de élite la conciliación no existe».
