Kevin Spacey, envuelto en un nuevo escándalo sexual justo cuando regresaba al trabajo
No es la primera vez que el actor tiene que hacer frente a este tipo de acusaciones, algunas están pendiente de juicio y otras se siguen investigando
Nuevo escándalo en Hollywood con el actor Kevin Spacey como protagonista. El oscarizado intérprete vuelve a estar en la palestra acusado de nuevo de agredir sexualmente a tres hombres, esta vez en el Reino Unido. Una noticia que ha saltado justo cuando el actor regresaba al trabajo. Curiosamente su última película Peter five eight se ha promocionado en Cannes bajo el lema: «El culpable siempre paga».
La Fiscalía inglesa le acusa de cuatro delitos que podrían haber ocurrido en marzo de 2005 y abril de 2013. Los dos primeros cargos se corresponden con la denuncia de un hombre que ha puesto en conocimiento las autoridades los hechos, supuestamente acontecidos en Londres en marzo de 2005. El segundo corresponde a la denuncia de un hombre en agosto de 2008 que afirma haber sido violado por el protagonista de American Beauty.
Por último, un tercer agraviado denuncia la agresión sufrida abril de 2013 en Gloucestershire (al suroeste de Inglaterra), supuestamente a manos de Spacey. Según las informaciones facilitadas por Scotland Yard, la policía tiene varias denuncias de este tipo contra el actor. Señalando que algunas de ellas están ubicadas en el distrito de Lambeth. Allí se encuentra el teatro Old Vic, del que curiosamente el actor fue director artístico entre los años 2004 y 2015.
La Fiscalía quiere evitar el juicio mediático a Kevin Spacey
La directora de la división especial de crimen de la fiscalía, Rosemary Ainslie, ha informado sobre el caso. Y ha sido tajante al dejar claro que «el Servicio de Fiscalía de la Corona recuerda a todos los interesados que los procesos penales contra Spacey están activos y este tiene derecho a un juicio justo». Una declaración con la que pretende evitar el juicio mediático. Por eso ha indicado que es «muy importante» que no se difundan informaciones que puedan levantar prejuicios sobre el caso.
Dos años después de que Kevin Spacey finalizara su trabajo al frente de la dirección artística del Old Vic, los responsables de esta mítica sala indicaron en 2017 que habían recibido quejas de 20 personas, asegurando que fueron acosadas sexualmente por el intérprete, que también se enfrentó a cargos similares en Estados Unidos. En aquel momento no se presentó ninguna denuncia contra él de manera oficial. Y aunque se hizo una investigación interna por parte del teatro, la misma concluyó que «el estatus y la fama» de Spacey pudieron haber intimidado a los actores.
El movimiento #MeToo y su salida del armario
En pleno auge del movimiento #MeToo, el nombre de Kevin Spacey saltó a la palestra. El actor Anthony Rapp aseguró públicamente que fue acosado por el intérprete de Sospechosos habituales en los años 80, cuando él solo tenía 14 años y Spacey ya era mayor de edad.
Esta acusación provocó que el actor de L.A. Confidential reconociera abiertamente su homosexualidad. Eso sí, asegurando no recordar ese episodio del que se le estaba acusando aunque dijo que, si ocurrió algo realmente, le debía «la más sincera disculpa». El juicio de Rapp contra Spacey aún está pendiente de celebrare en Nueva York.
A partir de ahí se abrió la caja de Pandora y la lista de acusaciones comenzó a aumentar. En ese momento, Kevin Spacey ya era considerado también una estrella televisiva gracias a House of Cards, la serie con la que Netflix comenzó su apuesta por la producción propia. Y precisamente algunas de las nuevas denuncias contra él llegaron por parte de miembros del equipo y hasta extrabajadores de la serie. La plataforma de contenido no tardó en reaccionar, eliminando de un plumazo el personaje protagonista al que daba vida Spacey, que ya no apareció en la última temporada.
Pero su despido fulminante no acabó con el escándalo. La productora MCR, responsable junto a Netflix de House of Cards, solicitó una indemnización de más de 28 millones de euros por ruptura de contrato y para así poder paliar los numerosos perjuicios que causó con su comportamiento durante el rodaje.
Un juicio suspendido tras la muerte de la víctima
A finales de octubre de 2019, se suspendió el juicio por un presunto caso de agresión por el que un masajista acusó a Kevin Spacey. La supuesta víctima falleció en septiembre de ese año, antes de que comenzara el proceso, por lo que la Fiscalía de Los Ángeles argumentó que «las acusaciones de agresión sexual no se pueden probar sin la participación de la víctima».
Los hechos por los que se le acusó en septiembre de 2018 se remontaban al año 2016. El hombre que lo denunció trabajaba como masajista en Malibú y, en su demanda aseguró que había sido forzado por Kevin Spacey para que le tocara los genitales en dos ocasiones. En su relató indicó además que el actor intentó besarle y le propuso practicar sexo oral, por lo que decidió marcharse, aunque el intérprete trató de impedirlo.