Nena Daconte confiesa su problema con el alcohol (no es la única famosa que lo ha hecho)
El alcoholismo no solo afecta a estrellas de Hollywood, también hay famosos españoles que han desvelado su adicción a la bebida
Mai Meneses, cantante de Nena Daconte, ha desvelado sus problemas con el alcohol | Gtres
Cada vez son más los rostros conocidos que reconocen sus problemas de adicciones. Una manera de comenzar su rehabilitación y de ayudar a todos aquellos que tienen la misma problemática. Adicción a las drogas, al alcohol, así como al juego o al sexo, estas conductas no hacen distinción entre anónimos y famosos.
Quizá el confesar que se tiene adicción al alcohol es algo más naturalizado en la sociedad norteamericana. La bebida es, desgraciadamente, una vía de escape para muchas de las estrellas de Hollywood, así como para cantantes y artistas en general. Pero no solo para sobrellevar las malas rachas, también para evadirse de todo lo que conlleva estar en la cresta de la ola.
Así lo ha desvelado Mai Meneses, una de las cantantes que alcanzó la fama a comienzos del año 2000 nada más salir de Operación Triunfo, cuando fundó el grupo Nena Daconte. Dos décadas después la artista, la primera eliminada de la edición del 2002, ha confesado los problemas de alcoholismo por los que pasó. «Vivía con el síndrome de la impostora», ha dicho en Semana, recordando una de las etapas más complicadas de su vida.
«El alcohol me ayudaba a evadirme. Era una forma de ser feliz momentáneamente», ha explicado, indicando que la bebida la ayudaba a cumplir con sus compromisos profesionales. Se dio cuenta de su adicción, puso remedio y ahora vuelve al panorama musical en solitario con su nuevo trabajo. Pero ella no ha sido la única en confesar su adicción.
Lolita y la muerte de su hermano Antonio Flores
Antes que Mai Meneses, Lolita Flores ya habló sobre sus problemas con las drogas en las que incluía el alcohol. La primera vez que lo verbalizó públicamente fue en una entrevista con Risto Mejide. A él le desveló el calvario por el que pasó tras el varapalo que supuso la muerte de su madre, y solo dos semanas después la de su hermano Antonio, que también tenía problemas de drogadicción.
«Hubo una época que tonteé bastante con las drogas. La muerte de mi hermano fue una revolución. Me metía rayas de coca y bebía más de la cuenta. Salía mucho… El dolor me hizo caer en ese tipo de cosas. Llegaba a las nueve o las diez de la mañana a casa y me quedaba sola en el salón escuchando boleros con mi whisky y metiéndome lo que podía».
La cantante relató con total naturalidad el infierno que vivió y del que salió gracias a la intervención de su hija Elena, que en esos momentos era una adolescente: «Se asustó y llamó a mi hermana». A partir de una conversación con su hermana Rosario, Lolita retomó su vida.
José Ortega Cano, el alcohol y el atropello que le ha marcado
El torero José Ortega Cano no deja de estar en el centro de la noticia. Y eso que él vive retirado de los medios, centrado en tener un perfil bajo. Pero el trabajo en televisión de su mujer Ana María Aldón, y de su hija Gloria Camila, así como la emisión de la docuserie de Rocío Carrasco no le dejan estar en un segundo plano.
Aunque durante un tiempo se habló de ciertos problemas del torero con la bebida, fue él quien explicó cómo comenzó su adicción. Lo hizo durante una intervención en el extinto ¡Qué tiempo tan feliz!: «Empecé a beber cuando enfermó Rocío. Todo lo que ocurrió fue muy fuerte y era la única manera de poder llevarlo adelante».
Su problema de alcoholismo provocó el gravísimo accidente de tráfico que el 28 de mayo de 2011 acabó con la vida de una persona y a punto estuvo de cobrarse la suya propia. El informe toxicológico reveló que, tres horas después, Ortega Cano triplicaba la tasa de alcohol en sangre permitida. Permaneció dos meses ingresado, se le realizaron varias intervenciones quirúrgicas y fue juzgado. El 24 de abril de 2013 el juzgado número seis de Sevilla le condenó a dos años, seis meses y un día de prisión por un delito de homicidio imprudente y conducción temeraria. 14 meses después de ingresar en la cárcel recibió el tercer grado.
Brad Pitt se refugió en el alcohol cuando se separó de Angelina Jolie
Fuera de nuestras fronteras, en la meca del cine, padecer y confesar que uno tiene problemas con el alcohol no es algo nuevo. Entrar en rehabilitación sigue siendo algo habitual para algunos de los actores que forman el star system, entre los que está Brad Pitt.
El intérprete formó una de las parejas más atractivas del cine junto con Angelina Jolie. Estuvieron juntos 15 años y formaron una gran familia con seis hijos. Al igual que Ortega Cano, el protagonista de Leyendas de pasión reconoció en diciembre de 2019 durante una conversación con Anthony Hopkins, que el alcohol le sirvió de vía de escape a los problemas que estaba viviendo en su casa.
«Era un bebedor profesional», llegó a admitir a la revista GQ. Aunque no es muy dado a hablar de su vida privada, Brad Pitt sí confesó al New York Times que había recurrido a Alcohólicos Anónimos para superar su alcoholismo. Allí estuvo un año y medio: «Resultaba bastante liberador exponer sin más tu lado más desagradable», dijo entonces.
Ben Affleck lleva luchando contra su alcoholismo 20 años
En diciembre de 2021, Ben Affleck decidió hablar abiertamente de su alcoholismo. Sus declaraciones fueron polémicas por cómo habló del comienzo de su adicción haciendo referencia a su matrimonio con Jennifer Garner. No tuvo reparo en afirmar que, de no haberse divorciado, «probablemente todavía estaría bebiendo».
No estuvo acertado el actor y director, que en ese momento ya había retomado su historia de amor con Jennifer López. Con ella parece que ha encontrado la felicidad y la estabilidad que necesitaba, aunque su adicción al alcohol es algo que siempre está ahí. Por eso sigue asistiendo a las reuniones de Alcohólicos Anónimos gracias a las que se mantiene sobrio. «Admitir que soy alcohólico me llevó mucho tiempo», reconoció hace un año. «Es una lucha difícil y de por vida. Por eso uno nunca está realmente en tratamiento o fuera de él. Es un compromiso a tiempo completo».
