Mery Perelló, mujer de Rafa Nadal, ya no esconde su tripa de embarazada
De momento se desconoce el sexo del bebé que esperan Mery Perelló y Rafa Nadal, pero lo que es evidente es que ya no lo esconden
Hace tres semanas que se supo que Rafa Nadal y Mery Perelló están esperando su primer hijo. Tras días de especulaciones y fotos en las que ella aparecía con una incipiente barriguita, finalmente el entorno filtró a los medios la buena nueva.
La pareja lleva junta más de diez años y casi tres de matrimonio, y durante todo este tiempo no se han separado el uno del otro jamás.
Ni Rafa Nadal, de 36 años, ni Mery Perelló, de 33, han negado nunca su deseo de ser padres. «Es algo que probablemente sucederá en el futuro, porque ambos lo queremos», dijo el tenista a la CNN en 2020, cuando ya estaba casado.
Y, finalmente, así será. De momento se desconoce el sexo del bebé y de cuántas semanas está ella embarazada, pero lo que es evidente es que ya no esconden esta buena nueva.
Mery Perelló, mujer de Rafa Nadal, luce al fin su tripa de embarazada
La manacorense ha reaparecido en Wimbledon esta semana para apoyar al tenista en uno de sus partidos más complicados. Fue el disputado el pasado miércoles, cuando Rafa Nadal, que logró la victoria ante Taylor Fritz, sufrió un achaque por un problema abdominal desde el segundo set que finalmente le ha llevado a retirarse de la competición.
Una triste noticia ante la que el tenista cuenta con el apoyo incondicional de su mujer, a la que se vio en la grada con una incipiente tripa de embarazada y atenta a cada movimiento del catorce veces ganador del Roland Garros.
Esta es la primera vez que Mery Perelló luce su estado de buena esperanza ante el público.
Las palabras de Rafa Nadal acerca de su paternidad
Tras salir a la luz el embarazo, Rafa Nadal se pronunció al respecto porque fue preguntado por los medios, y después aclaró en su perfil personal de Instagram que no hablaría más del tema, ya que es estrictamente personal y privado.
Si todo va bien, voy a ser padre. No sé cómo esto me va a cambiar la vida, pero no tengo previsto que suponga un cambio en mi carrera profesional
«No acostumbro a hablar de mi vida personal porque ya estoy suficientemente expuesto. Por tranquilidad y por la forma en la que entendemos la vida junto a la gente que convivo, nos gusta tener un perfil más bajo y acorde con nuestra privacidad. Dicho esto y si todo va bien, voy a ser padre. No sé cómo esto me va a cambiar la vida, pero no tengo previsto que suponga un cambio en mi carrera profesional», ha escrito el tenista.
Adiós a Wimbledon
Como decíamos, Rafa Nadal no disputará la semifinal de Wimbledon contra el griego Nick Kyrgios, debido a la lesión que padeció en el partido de cuartos en el que unas molestias en el abdomen obligaron al de Manacor a jugar con dolor gran parte del partido.
Nadal, que se entrenó por la mañana en el All England Club, confirmó este jueves que estuvo todo el día pensando qué hacer y que finalmente decidió que no tenía sentido intentarlo porque la lesión iría a peor.
«Tengo una rotura en el abdominal, en el músculo, y tengo un riesgo importante de empeorarlo. Llevo todo el día y casi toda la noche de ayer dando vueltas a la situación. Llego a la conclusión de que aquí solo me vale ganar, el resto no me sirve de mucho. Es prácticamente imposible pensar en ganar dos partidos de este nivel con un abdominal roto. Pensaba durante todo el día qué decisión tomar, pero no tiene sentido intentarlo. Si sigo, la lesión va a ser peor. Estoy muy triste», dijo el español en rueda de prensa.
«No puedo sacar a la velocidad de siempre, pero no es sólo eso, no puedo hacer un movimiento normal para sacar. Pensar en mí ganando dos partidos… Por respeto a mí mismo, no quiero salir ahí fuera sin poder estar competitivo al nivel que tengo que estar para conseguir mi objetivo», añadió.
Nadal confirmó que estará apartado de la competición tres o cuatro semanas y que espera que en una pueda estar jugando desde el fondo de pista. Su objetivo ahora es estar en el Masters 1.000 de Montreal, que comenzará el 7 de agosto.
