Santiago Pedraz también dejó a su exnovia mediante un breve mensaje y sin explicaciones
Hace poco nos enteramos de que el juez cortó con Esther Doña vía mensaje de Whatsapp, igual que hizo con su exnovia, la abogada Sylvia Córdoba
Seguimos con el culebrón de Esther Doña y Santiago Pedraz. Lo último que sabíamos te lo contamos este miércoles en THE OBJECTIVE. Resumiendo: que ella no le dijo a la revista ¡Hola! que habían roto porque pensaba que era un enfado tonto, que él la dejó vía WhatsApp a principios de agosto y que no quiere saber nada más de ella porque cruzó «líneas rojas».
Ahora, una semana después de que todo estallara por los aires por la falsa exclusiva, llega a la actualidad un viejo episodio del culebrón del verano. En esta ocasión, el protagonista es Santiago Pedraz, y la artista invitada es su exnovia: la abogada penalista Sylvia Córdoba, de 42 años.
Al parecer, el juez ha repetido modus operandi con ambas mujeres, pues a las dos las dejó de repente, sin explicaciones y vía mensaje.
Santiago Pedraz también dejó a su ex por mensaje
Sylvia Córdoba y Santiago Pedraz salieron durante un par de años e, igual que sucedió con Esther Doña, llegaron a comprometerse.
«Me parecía un hombre atractivo, es juez, tiene carisma, no pasa desapercibido… Me pidió matrimonio en noviembre de 2020 y en marzo de 2021 ya estaba comprando una casa», dijo en una entrevista publicada el pasado año. «Me ha dejado tirada con la hipoteca de una casa, que tiene muchos gastos», explicó sobre este hecho a la revista Semana.
La abogada contó asimismo que se enteró de que habían roto por un correo electrónico de dos líneas. Esther Doña, por su parte, ha dicho que a ella la dejó mediante un breve mensaje vía Whatsapp. ¿Coincidencias o modus operandi?
Además del email de ruptura, la exnovia de Santiago Pedraz vio de pronto fotos en la prensa del juez besando a Esther Doña, la que sería su siguiente conquista: «Ahí pensé que ya todo estaba roto. No me dio ninguna explicación y si hubiera hablado conmigo lo hubiera entendido. Es una persona muy inteligente, culta, pero cobarde. Lo admiraba y se me ha caído un mito», confesó, tildándole de «cobarde» por no haber dado la cara.
Esther Doña y el juez: una ruptura definitiva
Al margen de cómo se cortaran ambas relaciones, lo que es evidente es que el juez ya ha pasado página. Así lo dijo a la mencionada revista hace unos días: «Rompí la relación el pasado 12 de agosto. Desde entonces, absoluta distancia».
«No voy a volver con Esther. No quiero hablar con ella», añadió, tras decir que no quiere hablar mal de ella para «perjudicarla de ninguna manera, (…) pero hay líneas rojas que no se pueden pasar y ella las pasó, por eso me planté y rompí y por eso no me voy a mover». Esto pareció ser el motivo principal de su ruptura.
¿Por qué Esther Doña no dijo la verdad y se ahorró todo este lío?
La mencionada revista también dio su versión sobre los hechos, y asegura que el pasado lunes, 22 de agosto, se iba a mandar la exclusiva a imprenta para que saliera el miércoles 24 (como finalmente sucedió).
Ese lunes, ¡Hola! se puso en contacto con Esther Doña, quien les «expresó su felicidad al confirmarle que el anuncio de su boda con Santiago estaba a punto de salir a la luz. Ni sombra de crisis, ni atisbo de duda y, por supuesto, ninguna comunicación de que nada hubiera cambiado entre ellos».
La revista no informó a Santiago Pedraz sobre la publicación porque «él nunca participó en ninguna negociación. No cobró, ni ahora ni nunca, por ningún reportaje y su único propósito fue el de acompañar a Esther. El reportaje se acordó con ella y es a ella, por tanto, a la que le correspondía comunicarse con nosotros para, eventualmente, parar o posponer la publicación, si la reconciliación fuera, en algún caso, posible».
¿Por qué mintió?
Y la pregunta es: ¿por qué Esther Doña decidió seguir adelante con la publicación? Pues, según ella, porque creía que era un enfado tonto: «El sábado 20 de agosto recibí un mensaje por WhatsApp de Santiago diciéndome que la relación se había terminado, pero no me lo tomé en serio». Una fecha que no concuerda con la que da el juez, pues fecha su ruptura en el 12 de agosto.
En definitivas cuentas, no se sabe por qué mintió. Lo que es evidente es que motivos económicos no tuvo, pues «ella no había cobrado ningún dinero por la entrevista». Quizá pensó que todo se arreglaría. Ahora, sin embargo, ya parece haberse dado cuenta de que no, pues le ha dejado de seguir en sus redes sociales, un gesto que, en pleno siglo XXI, es muy revelador.