Plácido Domingo o cómo aprender a vivir contra las cuerdas
El tenor vuelve a estar en el disparadero tras la aparición de testimonios de mujeres españolas que fueron víctimas de presunto acoso sexual
Plácido Domingo | Gtres
«Es intocable, por eso estoy a oscuras». «Él es Plácido Domingo y tú no eres nadie». Estas son solo algunas de las afirmaciones que vuelven a poner al cantante de ópera en el centro de la diana. Las ha obtenido Salvados, el programa presentado por Gonzo, después de una intensa labor de investigación que ha durado más de un año y medio.
Estos y otros testimonios reabren uno de los escándalos más sonados del 2020, los presuntos abusos sexuales que el tenor cometió sobre diferentes mujeres. Son las mismas que ahora han querido alzar la voz para denunciar como víctimas las vejaciones que sufrieron por parte del mundialmente conocido artista.
El espacio de La Sexta ha tenido acceso a la narración de 25 mujeres que explican su sentir ante este espinoso asunto: «Es algo que no puedes contar… ¿a quién se lo cuentas? ¿Quién te va a creer? ¿Quién te crees que eres?», cuenta una. Todas ellas tienen el denominador común de que dicen haber sufrido abuso sexual por parte de Plácido Domingo.
Las voces que incriminan a Plácido Domingo
Uno de los testimonios explica con todo lujo de detalle uno de los episodios más negros vividos con el cantante madrileño: «En plena función, hay un fin de acto, el escenario se pone negro, lo que llaman blackout y en esos instantes en los que el ojo tarda en acostumbrarse a la oscuridad, Plácido se acercó a mí y me besó en la boca. Fue un beso que ni venir ni pude esquivar, ni quería recibir», cuenta.
Esta persona comprende que pueda haber personas que piensen que esos gestos se traduzcan en un favor mutuo, pero, según se experiencia: «Sonreí y me alejé a mi camerino, me marché preguntando ¿y ahora qué? Y, fíjate, puedo entender que haya mujeres que se queden tan confundidas como yo, pero que piensen ‘a lo mejor tengo una oportunidad, esto quiere decir que me va ayudar».
Pero nada más lejos de la realidad: «Eso es un peaje que no yo estoy dispuesta a pagar de ninguna manera, prefiero dedicarme a pintar paredes o hacer cualquier otra cosa antes que cantar bajo esas condiciones».
Una de las narraciones más explícitas la hace la soprano uruguaya Luz del Alba Rubio. Ella recuerda cómo Plácido Domingo le invitó una noche a su apartamento a ver La traviata y «se me tiró encima». Cuenta, además, que el tenor no se tomó nada bien su rechazo.
Las presuntas víctimas relatan la insistencia del cantante de ópera y no solo en persona: «Me llamó una de las compañeras que estaba desquiciada, llorando sin parar, porque le estaba llamando por teléfono, no sabía cómo había conseguido su número, y la estaba llamando a todas horas. Que quería que fuera a su hotel, que quería comer con ella, que quería estar con ella, era una chica que tenía 23 años y yo, tengo que reconocer y me da mucha vergüenza, me sentí aliviada de no ser yo. Era un sálvese quien pueda», argumenta.
Llueve sobre mojado
Estos son sólo algunos ejemplos de lo que pudo se pudo ver en Salvados. Es conveniente destacar que la publicación de estas voces estrecha el círculo sobre el octogenario tenor. Es la primera vez en la que se conocen denuncias del entorno operístico español, que se suman a las otras 27 mujeres que ya hicieron públicos hechos similares en Estados Unidos.
Sea como fuere, Plácido Domingo no ha sido juzgado y continúa con su carrera en activo y tiene programados una decena de conciertos, pero las acusaciones en su contra lo ponen de nuevo en el disparadero de la opinión pública.
