Sara Carbonero, harta de que critiquen esta parte de su cuerpo, estalla en redes sociales
Ella es muy discreta pero ha estallado en redes sociales porque está cansada que critiquen sus ojos y su mirada
Hace mucho que no teníamos noticias de Sara Carbonero. La periodista, de 39 años, está alejada del foco mediático por completo. De hecho, la manchega no puede estar más feliz en esta etapa de su vida, que comparte desde hace dos años con el músico Nacho Taboada, de 36 años.
Un romance discreto que hace muy feliz a la expresentadora, pero no tanto como sus dos hijos, Martín y Lucas, fruto de su relación con Iker Casillas.
Pues bien, aunque Sara Carbonero está en periodo de calma vital, en ocasiones alguien externo rompe esta buena vibra. Así ha sucedido esta semana, cuando la comunicadora ha estallado en redes sociales al no poder soportar más críticas acerca de una parte de su cuerpo: sus ojos.
Sara Carbonero estalla en redes sociales: está harta de que le digan que tiene «mirada triste»
La empresaria, que aglutina 3,5 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, es muy activa en redes sociales pero nunca da que hablar por temas como estos. Sin embargo, por lo que sea, se ha hartado de que le digan que tiene la «mirada triste». Prueba de ello es que ha publicado un post expresando su descontento, aunque luego lo ha borrado.
Sin embargo, a pesar de haber reculado, sus palabras ya habían comenzado a circular y la revista Semana ha publicado el texto íntegro que escribió Sara Carbonero al respecto, en el que asegura que está muy cansada del tema de sus ojos, matizando además que su mirada es así y que no está para nada triste o decaída.
A continuación, reproducimos el texto íntegro de Sara Carbonero, el cual borró al poco tiempo de estar online:
«Cuando alguien le dice a una persona que tiene la mirada triste continuamente, ¿con qué intención lo hace? Con la de animarla seguro que no.
A estas alturas todos deberíamos saber que las redes sociales y en concreto Instagram es solo una pequeña ventana de lo que en realidad son nuestras vidas. Un porcentaje ínfimo que yo, personalmente protejo con suma cautela.
Dentro de eso, en mi opinión, se trata de que esa parcela que mostramos y compartimos sea lo más real y auténtica posible. Ahí está la clave y lo que nos hace diferentes a todos y todas. Si no te gusta alguien, no le sigas.
Pero seguir a una persona para decirle reiteradamente lo triste que está, cuando realmente no sabes nada de su vida, me parece que aporta poco. En cualquier caso no ayuda, desde luego.
Mis ojos son así desde el día que nací .
Deberíamos controlar más ese tipo de comentarios, como todos los que tienen que ver con cualquier rasgo físico. Y los juicios a la ligera, en general, totalmente infundados.
Más respeto y empatía en este año que está a punto de empezar, por favor. Más amor.
No es tan difícil».
Unas palabras que luego eliminó pero que dejan claro su hartazgo ante ciertos comentarios que, lamentablemente, está cansada de leer y escuchar.