Penélope Cruz desvela que quiso adoptar un bebé: cuándo y por qué no lo hizo
Cuando tenía 20 años, la actriz realizó un viaje a la India que le marcó para siempre y que le supuso un cambio en su vida
Penélope Cruz quiso adoptar
Penélope Cruz es una de las actrices mejores valoradas de nuestro país y con una gran influencia internacional. La madrileña comenzó en el mundo de la interpretación cuando era muy joven y pronto descubrieron su talento en Hollywood. Desde ese momento, vive a caballo entre Madrid y Los Ángeles, junto a la familia que ha formado de la mano de Javier Bardem y sus dos hijos; Leo y Luna. Ahora, Penélope, que no es muy dada a hablar de su vida privada, ha contado a la revista Elle que, antes de conocer al hijo de Pilar Bardem, estaba segura que quería adoptar, algo que finalmente no llevó a cabo.
Fue a principios de 2010 cuando Penélope contrajo matrimonio con Javier Bardem. Había coincidido mucho antes con el actor en diferentes sets de grabación y la química entre ellos ya era palpable hasta por los propios espectadores. Aún así, tardaron en darse cuenta y en pasar por el altar, aunque pronto comenzaron a formar una familia. En septiembre de ese mismo año se anunció que Penélope estaba embarazada de su primer hijo, un niño que nació en Los Ángeles y al que llamaron Leo. Luego, en julio de 2013 vino al mundo la pequeña Luna.
Penélope Cruz quiso adoptar en un viaje a la India
Desde que era muy pequeña, la actriz tuvo muy claro que quería ser madre. Un pensamiento que se vio reforzado cuando viajó a la India. «Intenté adoptar yo sola con 20 años, en un viaje a la India, pero no pudo ser», ha confesado a la revista Elle. Un viaje que le cambió para siempre la vida y que estuvo marcado por María Teresa de Calcuta, a quien llegó a conocer. Una experiencia que la propia Penélope recordó en su entrevista en El hormiguero. «Fui a Calcuta con 20 años, fui a trabajar a las casas de la madre Teresa y todas las mañanas la veía. Era voluntaria y encontré bebés tirados en la acera mientras los padres estaban por ahí pidiendo… Cuando pasaba cerca de las cunas había un bebé ciego que al sentir que pasaba alguien cerca se tiraba al cuello para que lo tuvieras abrazado. Ese viaje me cambió mucho la vida», contó a Pablo Motos hace unos días.
La decisión de convertirse en madre tan joven al final no salió como pensaba y tuvo que esperar 17 años hasta convertirse en madre por primera vez. Desde un primer momento, tanto Javier como ella han querido estar siempre muy presente en el día a día de sus pequeños. Es por eso que, hace muchos años, decidieron instalarse en Madrid, donde tienen su campamento base y donde sus hijos desarrollan su vida. De esta manera, los dos actores han puesto en un primer plano la educación de Leo y Luna que se ha vuelto fundamental y en el pilar de sus vidas. Ellos mismos han reconocido que es «lo más importante».
La vida familiar de Penélope Cruz y Javier Bardem
Al igual que, por ejemplo, le sucede a Elsa Pataky, Penélope cada vez es más exquisita en aceptar los proyectos que le llegan y siempre pone en primera instancia a sus dos hijos. Es más, la selección de las películas viene dada por las necesidades de sus niños. Es por eso que hay semanas en las que muchos días los pasa en otros países, por las necesidades de grabación, pero muchos otros se mantiene en la capital junto a sus pequeños. Penélope, al igual que le sucede a Javier, está muy orgullosa de la decisión que ha tomado y no se arrepiente. Es por eso que siempre que puede tiene «la posibilidad de elegir qué hacer y dónde y cuándo».
Es más, para conciliar, en varias ocasiones han acudido a distintos eventos y grabaciones con sus hijos. Tal y como ha publicado la revista ¡Hola!, en su paso por El hormiguero, la actriz estuvo acompañada de su hijo, al igual que fue él quien estuvo junto a su madre, también, en la ceremonia de la Academia Británica del Cine (BAFTA) en Londres. Aún así, sí que es cierto que, en múltiples ocasiones, Penélope y Javier han evitado hablar de sus hijos, ya que su voluntad es que se mantenga en un segundo plano y proteger, con garras, su vida más personal.
