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El lado más personal de Marlaska: 'abandonado' por su madre, su matrimonio y su patrimonio

El ministro está casado con Gorka Arotz gracias a la ley del matrimonio homosexual

El lado más personal de Marlaska: ‘abandonado’ por su madre, su matrimonio y su patrimonio

Marlaska | Una ilustración de Alejandra Svriz

Fernando Grande-Marlaska se convirtió en ministro del Interior en el año 2018. Momento en el que dejó atrás una vida más tranquila como magistrado para poner todo lo que tiene que ver con su parcela privada en el disparadero. Formar parte del Gobierno fue todo un riesgo que Marlaska tomó de forma decidida, sin pensar en el qué dirán, y, sobre todo, siguiendo en la línea de la discreción que siempre le ha acompañado. En todo este tiempo, hemos podido conocer un poco más el lado más personal del ministro, que nunca ha ocultado su homosexualidad y hasta detalló aquellos aspectos más impactantes de su infancia a través de su libro, Ni pena ni gloria.

Sus memorias fueron publicadas hace ocho años cuando todavía no se había incorporado a las filas de Pedro Sánchez. Por aquel entonces, ejercía como magistrado de la Audiencia Nacional. En estos últimos tiempos, Marlaska se ha convertido en uno de los ministros más controvertidos dentro del Gobierno, sobre todo por sus decisiones en el poder y, también, por la compra que ha realizado de una vivienda en la Comunidad de Madrid. Como ya contamos en THE OBJECTIVE, el político ha decidido desembolsar más de un millón de euros, al contado, para hacerse con una impresionante casa en la localidad de El Escorial. Todo esto ha hecho que Marlaska sea uno de los políticos peor valorados según el CIS, junto a Puente y Torres.

Gorka Arotz, marido de Marlaska

Marlaska junto a Gorka, su marido. Gtres

Fernando Grande-Marlaska nació en Bilbao en 1962, ingresando en la carrera judicial con 25 años. Durante dos años prestó sus servicios al Juzgado de Primera Instancia de Santoña, en Cantabria, de donde se trasladó hasta su ciudad natal. Fue allí donde permaneció durante nueve años y en 2003 se instaló en Madrid como titular del Juzgado de Instrucción nº36. Más tarde, ya pasó a la Audiencia Nacional, sustituyendo al juez Baltasar Garzón. En todo ese tiempo, el magistrado llevó a cabo varias instrucciones relacionadas con ETA, el Yak-42 y temas relacionados con la corona. Fue en el año 2018 cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le propuso como ministro del Interior.

Un reto al que Marlaska se sumó, prometiendo su cargo en junio de ese mismo año. Una decisión con la que contó con el apoyo incondicional de su marido, Gorka Arotz, filólogo de profesión. Como cuenta el propio ministro en sus memorias, ambos se conocieron en un bar en 1997. Parece ser que lo suyo fue todo un flechazo y, por eso, al poco tiempo, decidieron irse a vivir juntos. Actualmente, residen en uno de los barrios de más de moda de Madrid y, sobre todo, más inclusivos; Chueca. Fernando y Gorka contrajeron matrimonio en 2005, cuando se aprobó la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo. Lo cierto es que, como él mismo afirmó en su libro, tuvo que renunciar a su deseo de ser padre porque no era uno de los objetivos de su marido.

Al confesar su homosexualidad, su madre le dejó de hablar

Es por eso que tuvo que abandonar el proceso de adopción que ya había comenzado cuando estaba soltero. Probablemente uno de los momentos más complicados de su vida se produjo cuando confesó a su familia que era homosexual. Un extremo que sus padres no supieron gestionar. «Con 35 años le dije a mi madre y a mis hermanas que era gay. Mi madre estuvo 15 días sin salir de casa y 6 años sin hablarme porque no aceptaba a mi marido Gorka», contó en su libro. Una situación que fue especialmente dolorosa, por la que se sintió «abandonado», pero que pudo reconducir antes de que su progenitora falleciera.

Marlaska, en la fiesta del Orgullo de Chiclana (Cádiz). Gtres

En esas mismas líneas, también, Marlaska habló de aquellos aspectos más íntimos de su vida, como su primera experiencia sexual. Tal y como confesó el político, su primera vez se produjo a los 25 años porque «en aquella época se nos hacía ver normal lo que no era normal». «Eso te llevaba a sublimar la orientación e inhibirte de tener relaciones sexuales con otros hombres», contó en una entrevista para El faro de Vigo. Una transición que fue especialmente complicada para el ministro del Interior que, actualmente, ya ha superado. Es por eso que, de cara al público, se muestra como una persona decidida, fuerte pero, aún así, intenta mantener su vida privada muy alejada de los focos.

Su patrimonio

Esto no ha evitado que, por ejemplo, se conozca que ha adquirido una vivienda en El Escorial, como ya contamos en THE OBJECTIVE. Será allí donde, previsiblemente, se mude junto a su marido. En un paraje en el que, además, va a poder llevar a cabo distintas de sus aficiones como el deporte. También, hay que tener en cuenta que el político es un amante de los animales, por lo que en su nueva casa podrá disfrutar de su compañía. Si hablamos de su patrimonio, lo cierto es que es considerablemente muy holgado, teniendo en cuenta, sobre todo, su amplia trayectoria.

Marlaska, muy centrado en su carrera política. Gtres

Su sueldo asciende a 93.268,40€, al año, que se suman al dinero que tiene en su cuenta bancaria que son unos 10.000 euros, según el Portal de Transparencia. Por no dejar de mencionar que está casado, con su marido, en gananciales. Un gran patrimonio fruto de sus incansables años en la carrera judicial, como magistrado, y dentro del Gobierno de Pedro Sánchez.

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