El bar favorito de Vicente Vallés en el centro de Madrid que es barato y especialista en tapas
El presentador es un auténtico aficionado a salir a tomar algo por el centro de Madrid junto a sus amigos o su pareja

Vicente Vallés en una imagen de sus redes sociales.
Encontrar un bar o un restaurante favorito no siempre es fácil. Y mucho menos en una ciudad como Madrid, donde la oferta gastronómica es tan amplia que hace que dar con ese lugar que cumpla todos tus requisitos se vuelva, cuanto menos, complicado. Y si no que se lo digan a Vicente Vallés. Aunque el periodista de Antena 3 tiene muy claro cuál es su taberna preferida en la capital, sí que es cierto que esto le ha llevado un proceso de unos años hasta encontrar el lugar ideal para disfrutar, no solamente en solitario, sino, también, con amigos y con su mujer, Ángeles Blanco.
Han sido varias las ocasiones en las que el periodista ha hablado sobre que es un auténtico apasionado de la cocina. Es por eso que uno de sus planes favoritos por la ciudad es el de salir a comer o a cenar. Algo que suele hacer con cierta frecuencia, si sus horarios se lo permiten. No hay que olvidar que el presentador lleva las riendas de la franja nocturna del Informativo, en el que se ha convertido en todo un líder de audiencia y ha plantado a cara presentadores tan reconocidos como Pedro Piqueras -en su momento- o Carlos Franganillo.
Este es el restaurante favorito de Vicente Vallés

Como recogen en ABC, en una entrevista con Vanitatis, el presentador de televisión se sinceró sobre dónde le gustaba ir a tomar un vino o a degustar unas ricas y variadas tapas. «Mi ruta de tapeo siempre pasa por el centro de Madrid, Granada, San Sebastián, Valladolid o León. ¿Dónde no hay tapas ricas en España? Uno de mis fijos es El Anciano Rey de los Vinos, una centenaria taberna madrileña frente a la catedral de la Almudena con excelentes aperitivos castizos. Mi bebida favorita para acompañar el tapeo, clara de limón», contó. Así, parece ser que cuando sale de casa, Vicente busca un ambiente más tradicional, alejado de todos esos locales tan modernos que cada vez se extienden más por la capital.
Y es que El Anciano abrió sus puertas a principios del 1900, concretamente en 1909. Además, puede presumir de tener una ubicación de lo más privilegiada; frente a la Iglesia de La Almudena y a pocos pasos del Palacio Real. Sí que es cierto que el paso de los años no ha hecho que el local cambie de estética, aquella que sigue manteniendo y la que le da un toque más vintage. Su carta sí que ha ido evolucionando, pero siendo fiel a esos platos castizos de la ciudad de Madrid y de los que se han convertido en especialistas. En el interior, el lugar tiene varios asientos, así como una barra. Además, también cuenta con una terraza que tiene una vistas a uno de los santuarios más importantes de la capital y donde, por ejemplo, se casaron los Reyes.
Vinos y tapas tradicionales por tres euros
Con el paso del tiempo, este local también se ha convertido en el sitio de peregrinación para muchos turistas que vienen recomendados por guías locales o por páginas de Internet. Esto hace que, normalmente, sea especialmente complicado hacerse con una mesa debido a las dimensiones reducidas del local y a todas las personas que disfrutan de él. Son muchos los platos que inundan su carta. Entre ellos, uno de los más pedidos son los regalitos de torito, es decir, un hojaldre relleno de rabo de toro. También, tienen otras opciones que se adaptan a la gastronomía española, y especialmente la madrileña, como callos, patatas bravas o croquetas de distintos gustos.
Para estar en el centro de Madrid y en un enclave como ese, tiene unos precios bastante reducidos. Estos van desde los tres euros en las tapas hasta los diez o quince en los platos principales. Además, cuentan con su propio vino dulce para regar todas las comidas. El lugar, además, cuenta con una puntuación de 4,2 sobre 5 en la que los clientes destacan la calidad de la comida, la cantidad y el servicio. Además, acumula más de 2.500 reseñas. Y los clientes ponen en valor, sobre todo, la posibilidad de poder comer por diez o treinta euros.