Rocío Suárez de Puga, actriz de 'Valle salvaje': su romance en el set y futuro incierto en la serie
La actriz interpreta a Adriana Salcedo de la Cruz y Millán, la protagonista de la serie diaria de RTVE
Rocío Suárez de Puga interpreta a Adriana Salcedo de la Cruz en 'Valle salvaje'. | RTVE
Rocío Suárez de Puga se ha convertido en cuestión de meses en un pilar esencial de las tardes de RTVE. Interpreta a Adriana Salcedo de la Cruz y Millán, la protagonista de Valle Salvaje, que ahora estrena su segunda temporada. Este drama histórico lleva a los espectadores a la Asturias del siglo XVIII, a la vida de una familia aristocrática escrita sobre un matrimonio pactado en secreto. Esta serie diaria se estrenó el pasado septiembre y ya cuenta con 122 episodios de amor, traición y peligros, envueltos en una nube de opulencia y colores pastel.
Rocío se presenta de lunes a viernes, a las 16:15, ante una audiencia de miles de personas para compartir la evolución de su personaje. A los 500.000 que siguen la historia en la cadena pública, ahora se suman los usuarios de Netflix. En la plataforma se ha recibido la serie con los brazos abiertos, hasta colocarla en el top 5 del contenido producido por su rama española. La actriz se ha ganado al público de Latinoamérica, que sigue el avance de las tramas gracias al streaming y las redes sociales. Está empezando a ver el éxito de otras series similares, como La promesa, Sueños de libertad o La moderna, y aprende de sus protagonistas para aceptar esta nueva etapa en su carrera.
La carrera en alza de Rocío Suárez de Puga
Rocío Suarez de Puga ha alcanzado la fama y su primer gran papel a los 25 años de edad. Es natural de Valladolid, como Ana Garcés, la protagonista de La promesa. Su pasión siempre fue la interpretación y por fin ha conseguido asentarse en esta industria, a veces tan complicada para los talentos jóvenes y femeninos. Estudió periodismo en la universidad y desarrolló su pasión por la actuación en los teatros de su ciudad, desde 2015. Desde 2021 pudimos verla en televisión, con una pequeña participación en la serie de Movistar Plus, El corazón del imperio. Luego se unió a Eva & Nicole para encarnar a Carolina de Mónaco. Pasó de una royal verdadera a una ficticia, y en 2024 aceptó el proyecto de Adriana en Valle Salvaje.
Esta serie de época, que gana por días adeptos en pantalla y en las redes sociales, es su primera serie diaria y su primer papel protagónico. El reto era descomunal, alcanzar los números de otros éxitos de Bambú Producciones con un marco histórico más ajeno a la audiencia. Rocío ha recibido el peso del personaje principal y ahora es la primera en recibir los halagos. Se siente «muy bien acompañada por el equipo y por los compañeros» en esta etapa de cambios, como ha confesado en El independiente. La actriz está viendo recompensado su esfuerzo con el apoyo de los medios y la industria. En solo unos meses ha sido portada de la revista Woman, ha posado para ¡HOLA! y fue invitada a los Premios Goya en Granada.
Discreta en redes y premiada por la industria
Desde fuera es fácil de entender la popularidad de Rocío Suárez de Puga, pero ella no quiere encerrarse en una jaula de oro. Tiene redes sociales, pero no las utiliza de forma frecuente, apenas para leer los mensajes de apoyo de los fans de la serie y promocionar sus colaboraciones. En Instagram tiene 21,9 mil seguidores pero apenas ha publicado 22 fotos de forma permanente. Todavía le queda mucho camino por recorrer, pero ya ha recibido algún galardón. En el Festival Psicurt de 2023 se alzó con el Premio al Mejor Cortometraje de Ficción y el Premio del Público por el cortometraje Me llamabas septiembre. Este mismo proyecto se presentó a los Goya para Mejor cortometraje de ficción.
En la mencionada entrevista, Rocío ha dado algunos detalles sobre el futuro de su personaje. No ha dejado pasar la oportunidad de defender el valor de Adriana como una «protofeminista» que intenta revelarse contra las cadenas sociales de la época. Sus escenas favoritas son las que comparte con Victoria Salcedo, la hermana de Adriana en la serie: «Disfruto mucho rodando con Sabela -Arán- porque esta dinámica entre tía y sobrina es fuego a tope». Las tramas de Valle salvaje con muy variadas, pero siempre dependen de la emoción que transmiten sus actores. Desde los líos amorosos a las traiciones familiares, pasando por muertes y crímenes, todo es objeto de drama según la actriz. «Adriana no ha dejado de sufrir. Ha habido mucha lágrima y mucho chocolate y mucha risa después para poder compensarlo», terminaba por contar sobre los días de rodaje.
La relación de Adriana y Rafael, en la vida real
Otro de sus compañeros de ficción es Marco Pernas, que da vida a Rafael. El actor ha confesado en ¡HOLA! que su química en pantalla viene de su relación en la vida real. En el set son de los mejores amigos y sus personajes se ven beneficiados de su intimidad verdadera. «Es mi amor en la pantalla y mi amor fuera de la pantalla, en cuanto a amistad se refiere. Nos tenemos mucho cariño los dos. Además, la relación con ella es muy fácil», contaba el actor en la revista. Rocío Suárez de Puga tiene fama de buena compañera, y en otros rodajes se ha llevado el cariño de sus compañeros, actores y equipo técnico.
Todo el elenco de Valle salvaje hizo entrevistas y encuentros con la prensa para promocionar el estreno en septiembre y, ahora, segunda temporada de la serie. La segunda ronda de episodios comenzó el pasado 20 de marzo con el baile de máscaras. En una de las entrevistas antiguas, Rocío recordó la dificultad que tiene grabar una serie diaria basada en un contexto tan alejado. «Nosotros somos del siglo XVIII, de 1763, y con estos trajes, con Carlos III en Madrid, la Guerra de Marvao… Es una época muy especial y que nunca se ha llevado a diario justamente por estos peinados y estos trajes». Precisamente, el vestuario es una de las claves del éxito de la serie y una de las partes favoritas de la actriz. «Tengo una hora y media de procesos. Entre maquillaje, peluquería y vestuario… Luego para quitármelo 20 minutos, ¡rapidísimo! Mi récord son 105 horquillas», relata entre risas para El televisero.
