La vida del papa Francisco: su familia argentina, una novia de juventud y su camino al Vaticano
El pontífice argentino ha fallecido este lunes en Roma a los 88 años después de reaparecer este mismo domingo

El papa Francisco a lo largo de su vida. | Gtres y redes sociales
El papa Francisco ha muerto en Roma a los 88 años. El 266º pontífice de la iglesia católica había vivido varios baches en su salud, lo que hizo que ingresara en el hospital Gemelli de la capital italiana. Allí estuvo el pasado 14 de febrero por una bronquitis que derivó con los días en una neumonía bilateral, una trombocitopenia y una leve insuficiencia renal. El pontífice salió del centro hospitalario casi un mes después de ingresar con una mejoría notable de su salud. Es más, este mismo domingo, el Papa reapareció en el balcón de la fachada de la Basílica de San Pedro. Ha sido esta mañana cuando el Vaticano ha confirmado su fallecimiento en una escueta nota de prensa que ha compartido en sus redes sociales, donde han especificado que ha muerto en su Casa Santa Marta del Vaticano a primera hora de la mañana.

El pontificado de Francisco ha durado doce años, desde que fuera elegido el 13 de marzo de 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI. Desde aquel día el mundo le conoce como Francisco, un nombre que eligió en honor al santo de Asís. Dedicó su mandato a la visibilización de los pobres, migrantes y refugiados, al diálogo interreligioso y siempre puso el foco en la paz. El mismo año de su elección fue elegido persona del año por la revista Time y también se le incluyó en la lista de las cien personas más influyentes del mundo. En su labor como cabeza de la iglesia ha dirigido a los 1.390 millones de cristianos que se reparten por todo el mundo, según datos de 2023 de la Agencia Fides. Ha sido el primer papa latinoamericano y jesuita de la historia, y su historia personal ha sido clave en su pontificado.
La familia argentina del Papa Francisco

Su nombre secular era Jorge Mario Bergoglio y bajo ese nombre nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires. Sus padres fueron Mario José Bergoglio y Regina María Sívori, dos italianos que emigraron a Argentina en los años 30s por el avance del fascismo en su país. En parte por eso se sintió siempre muy unido a los refugiados de todo el mundo y les dedicaba palabras como las de este discurso de 2015. «Yo soy hijo de inmigrantes y soy de la oleada migrante del año 29, pero en Argentina desde el año 1884 empezaron a llegar italianos, españoles, portugueses», explicó en su visita a Washington. «Llegaban allá y algunos tenían dinero, otros iban al hotel de inmigrantes y allá los mandaban a ciudades. Iban a trabajar, buscaban trabajo. Es verdad que en aquella época hubo trabajo, pero en mi misma familia, que tenían trabajo, en el año 32, con la crisis económica del 30, se quedaron en la calle, sin nada, y mi abuelo compró un almacén con dos mil pesos que le prestaron». Su bisabuelo Francesco Bergoglio también inspiró el nombre que llevaría el argentino estos últimos años.
Era el mayor de cinco hermanos, a los que siempre trató con un gran instinto paternal. Alberto Horacio, Óscar Adrián, Marta Regina fallecieron antes de verle convertido en pontífice. La única que todavía vive es María Elena, la benjamina de la familia que es doce años menor que Francisco. Ella todavía vive en Argentina, aunque por su delicada salud se trasladó de su casa en la localidad de Ituzaingó a una institución religiosa, cuidada por las hermanas. Las nuevas obligaciones de Jorge Mario, la diferencia horaria y la distancia física no las impidieron mantener el contacto por teléfono y por carta, aunque nunca se volvieron a ver desde 2013. Desde entonces se le ha preguntado mucho a María Elena por la faceta personal de su hermano y cómo vivió su nombramiento. Ella recuerda que se llevaban demasiados años como para recordad su infancia, pero que ya tenía su particular sentido del humor y sus ganas de ‘hacer lío’, una frase que vertebraba su mensaje. Otras curiosidades que recuerda son que era un gran cocinero y que decía muchas palabrotas.

Tuvo una novia antes de entrar al seminario
Para muchos es sorprendente que el Papa Francisco tuviera una novia en su juventud. Antes de encontrar su vocación al sacerdocio, siendo adolescente Jorge Bergoglio vivió un amor de juventud junto a Amalia Damonte. Eran una pareja limpia e inocente, como lo recuerda ella, y en su tiempo juntos jugaban «al agua, a la rayuela, bailábamos, es algo muy lindo de recordar […] Después jugaba al fútbol con los muchachos». Él llegó a pedirle matrimonio pero los padres de Amalia se oponían a su unión y la relación no prosperó. Ella misma recordó que la separación fue un drama para los jóvenes en su momento: «Me envió una ‘cartita’ con un dibujo y un tierno mensaje: ‘si no me caso con vos, me hago cura‘. Y es lo que ocurrió». Meses después el futuro papa entraba al seminario, a los 21 años. Ella siguió su pontificado muy de cerca y mantenían correspondencia durante todos estos años.
Jorge Mario no fue el único de su familia que se ordenó y dedicó su vida a la Iglesia. Tiene un sobrino sacerdote jesuita como él, José Luis Narvaja. Otro sobrino suyo José Bergoglio, hijo de su hermana María Elena, tiene una fundación benéfica en Argentina que ayuda a las personas sin hogar, la infancia y las escuelas de las zonas más inaccesibles. Llamaron a la ONG Haciendo Lío, como respuesta a la llamada de su tío a los jovenes en la JMJ de Río de Janeiro de 2013.
El camino de Jorge Mario a Francisco
El Papa estudió por tanto en el seminario como novicio de la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola y otros clérigos en 1534. Tenía estudios superiores en Química y de joven se dedicó a los laboratorios. También ejerció de maestro de Literatura y Psicología antes de encontrar su vocación. En 1957 decidió ingresar al seminario del barrio argentino de Villa Devoto y al noviciado de la Compañía de Jesús. Superó la tercera probación de su noviciado en Alcalá de Henares en Madrid, lo que le conectó con nuestro país mucho antes de llegar al Vaticano. Se ordenó sacerdote el 13 de diciembre de 1969 y desde entonces fue recibiendo mayores responsabilidades en su diócesis. Fue el superior provincial de los jesuitas en Argentina, obispo titular de la diócesis de Oca, gran canciller de la Universidad Católica Argentina y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. En 2001 fue nombrado cardenal por San Juan Pablo II, y así se convirtió en candidato a ostentar el papado cuando llegase el momento.

Tras el fallecimiento del querido ‘papa de los jóvenes’ en 2005, Jorge Mario Bergoglio fue uno de los candidatos a sucederle. Había participado en el funeral del pontífice y actuado como regente de la Santa Sede en el periodo interregno hasta el conclave. Los resultados de cada votación del conclave son secretos pero en la época se comentó que llegó a obtener 40 votos de los 77 que eran necesarios entonces para ser elegido. Si esto fuera cierto, quedó en segundo lugar detrás del cardenal Joseph Ratzinger, quien fue elegido y se convirtió en Benedicto XVI. La abdicación de éste en 2013 volvió a colocar al argentino en el camino hacia el Vaticano. En el segundo día de votaciones, la fumata blanca anunció al mundo que había un nuevo papa y Francisco salía al balcón de la plaza de San Pedro como el 266º papa de la Iglesia Católica.
El primer papa futbolero

Como un argentino de manual, Francisco disfrutaba de la ópera, el tango y el fútbol. Desde niño fue hincha del San Lorenzo de Almagro, equipo de su ciudad natal. Ya en la Santa Sede recibió a delegaciones del club y se le ha entregado su camiseta en reiteradas ocasiones. En 2014 bendijo el Mundial de Brasil y también ha realizado aquel acto con otros torneos a nivel mundial. Una de sus mayores intervenciones en esta industria fue la de organizar el Partido por la Paz, que contó con Diego Maradona, Lionel Messi, Ronaldinho. Si bien conoció a todos ellos, su jugador favorito era Pelé: «El gran señor es Pelé. Un hombre de un corazón. Hablé con Pelé, lo conocí una vez en un avión cuando estaba en Buenos Aires, hablamos. Un hombre de tanta humanidad».
Desde 2013 han sido muchos los famosos que han visitado al pontífice en el Vaticano. La lista es larga, pero incluye a figuras tan reconocidas como: Richard Gere, Eva Longoria, Antonio Banderas, Leo Messi, Leonardo DiCaprio, Angelina Jolie, Salma Hayek, Selena Gómez y George Clooney. Muchos abiertamente católicos y otros no creyentes se han reunido con Francisco para comentar proyectos solidarios, aunque en la humanidad del papa confesó que no es seguidor del cine. La última película que vio fue La vida es bella de Roberto Benigni. En 2015 se estrenó un filme sobre la vida del papa, llamada Francisco: el Padre Jorge, y hay numerosas biografías publicadas de esta figura de alcance mundial. Él mismo fue un gran escritor y publicó numeroso textos humanos y religiosos, entre ellos las conocidas encíclicas Laudato si’, Fratelli tutti y Lumen Fidei.