Esto es lo que desayuna Isabel Preysler todos los días (es su ritual de belleza matutino)

A sus 74 años, Isabel Preysler se ha consolidado como un símbolo de sofisticación y un modelo de estilo de vida para muchas mujeres. Ya sea frente a las cámaras o en proyectos como el docurreality Isabel Preysler: Mi Navidad, estrenado en 2023, la conocida como «reina de corazones» sigue marcando tendencia incluso en momentos tan cotidianos como tomar el desayuno en bata desde el salón de su casa.

Su elegancia se refleja en cada detalle y, según ella misma reconoce, el secreto para mantenerse siempre impecable empieza nada más levantarse, con un ritual matutino al que nunca renuncia.

El desayuno como ritual

Lejos de ser un trámite rápido, los desayunos de Isabel Preysler son una rutina minuciosamente organizada. Todo está pensado para que el arranque del día se desarrolle en calma. «No quiero empezar el día hasta que no acabo de desayunar», confiesa la socialite. «No quiero que me llamen, me digan cosas… hasta que haya terminado».

Aunque a veces las obligaciones irrumpen en su rutina, ella procura mantener ese momento como un espacio de serenidad. Al llegar a la cocina, inicia su secuencia casi ceremonial: «Lo primero que tomo es agua caliente con lima y unas vitaminas», explica en el documental. «Después zumo de pomelo y kiwi. Luego pomelo otra vez», continúa, «pero en fruta, y un vaso de agua con semillas de lino. Y cuando termino, muchas veces tomo agua de Jamaica», recogen en Lecturas. Más allá de lo llamativa que pueda resultar esta combinación, cada elemento del menú aporta nutrientes que contribuyen tanto a su bienestar como a la salud de su piel.

El desayuno desayuno de Isabel Preysler, ligero y muy particular

El plan líquido de Preysler, sin embargo, no es para cualquiera. Quienes tienen mañanas aceleradas —llevar a los niños al colegio, ir al trabajo— necesitan opciones más completas, con proteínas que aseguren saciedad e hidratos complejos que mantengan la energía. Pero en días de calma, un desayuno como el suyo puede ser una alternativa interesante, o al menos una fuente de inspiración para introducir ciertos alimentos beneficiosos.

El agua caliente con lima, aunque algunos especialistas advierten sobre sus efectos en el esmalte dental, puede favorecer la digestión y reforzar el sistema inmunitario gracias a su aporte de vitamina C. El pomelo, por su parte, es una fruta rica en antioxidantes y con bajo índice glucémico, ideal para controlar el azúcar en sangre —aunque no recomendable para todas las personas, ya que puede interactuar con determinados fármacos. El kiwi añade fibra y más vitamina C, favoreciendo el tránsito intestinal y protegiendo la piel. Las semillas de lino destacan por su contenido en omega-3, útil para regular el colesterol y prolongar la saciedad. Y, por último,
el agua de Jamaica, una infusión de hibisco de color rojo intenso y sabor ácido, se asocia con mejoras en la circulación y la tensión arterial.