Un ataque ruso junto a la frontera polaca deja siete muertos mientras Mariúpol todavía resiste
Un bombardeo ruso en Leópolis ha dejado siete fallecidos, los primeros en esta ciudad cercana a Polonia desde que empezara la invasión rusa de Ucrania
Al menos siete personas han muerto como consecuencia de una serie de ataques con misiles en la ciudad ucraniana de Leópolis, en la zona oeste del país, según las autoridades locales, que han denunciado una intensificación de la ofensiva rusa en la zona.
El alcalde, Andrey Sadovy, ha confirmado el impacto de varios proyectiles y fuentes locales han situado el origen del ataque en la región del mar Caspio, desde donde se habrían lanzado misiles de crucero, según la agencia de noticias UNIAN.
El jefe de la Administración Militar Regional de Leópolis, Maksim Kozitski, ha cifrado en siete el balance provisional de víctimas mortales. Además, ocho personas habrían resultado heridas, entre ellas un niño, según Ukrinform.
Varios de los misiles han impactado en infraestructuras militares, pero al menos uno ha alcanzado instalaciones con neumáticos y se ha desatado un aparatoso incendio. Además, las autoridades también han informado de varios impactos cerca de la principal estación de trenes, sin que se tenga constancia de civiles heridos en esta zona.
La ciudad de Leópolis, situada cerca de la frontera con Polonia, ha permanecido hasta ahora prácticamente intacta por el conflicto, con un único ataque en los alrededores desde el estallido de la guerra. Por el momento se desconocen cuáles han sido los objetivos alcanzados.
Por otra parte, el jefe de la Administración Militar Regional de Dnipropetrovsk, Valentin Reznichenko, ha asegurado que las fuerzas rusas han bombardeado la zona, si bien ha matizado que «el 60% de los misiles fueron derribados por la defensa antiaérea«.
«La noche fue relativamente calmada, pero durante la mañana los invasores han disparado misiles contra la zona», ha manifestado en Telegram. «No somos una presa fácil», ha recalcado Reznichenko.
Mariúpol resiste la embestida
Mariúpol se ha convertido en el símbolo de la feroz resistencia ucraniana ante el ejército ruso. «La ciudad aún no ha caído», ha asegurado el primer ministro ,Denys Shmyhal. «Aún tenemos fuerzas militares, soldados, ellos lucharán hasta el final», ha declarado a la cadena estadounidense ABC.
Mariúpol, con 440.000 habitantes antes de la guerra, es un objetivo clave para Moscú y el último obstáculo para garantizar su control en la franja marítima que va desde los territorios separatistas prorrusos del Donbás hasta la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU señala que más de 100.000 civiles de Mariúpol están al borde del hambre y sin agua ni calefacción.
En medio de esta pugna por la ciudad, la televisión estatal rusa ha difundido el lunes un video de dos prisioneros, identificados como los británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin, capturados en combates en Ucrania, pidiendo al primer ministro Boris Johnson negociar su liberación.
Los dos hombres piden ser intercambiados por Viktor Medvedchuk, un rico empresario ucraniano cercano al presidente ruso Vladimir Putin que fue detenido en Ucrania.
Kiev, por su parte, ha difundido un video de este empresario en el que pide ser canjeado «contra los defensores de Mariúpol y sus habitantes».