El Gobierno de Sri Lanka ordena disparar a manifestantes en plena espiral de violencia
Así lo ha confirmado el Ministerio de Defensa, mientras el presidente del país ha hecho un llamamiento a la calma para que la población «detenga la violencia»
El Gobierno de Sri Lanka ha ordenado a las principales fuerzas de seguridad que abran fuego contra todos aquellos manifestantes que causen daños personales o perpetren actos de vandalismo contra bienes públicos, en plena ola de manifestaciones.
Así lo ha confirmado el Ministerio de Defensa, en una nota recogida por el periódico ceilandés Daily Mirror y que coincide con un llamamiento a la calma por parte del presidente, Gotabaya Rajapaksa, hermano del dimitido primer ministro, Mahinda Rajapaksa.
«Insto a la población a permanecer en calma y detener la violencia y las acciones de venganza contra ciudadanos, independientemente de sus filiaciones políticas», ha dicho el presidente en su cuenta de Twitter, desde la que ha prometido trabajar «para restaurar la estabilidad política mediante el consenso».
Al menos siete muertos
Las protestas antigubernamentales en Sri Lanka, que no cesan tras la salida del primer ministro, han derivado en una espiral de violencia que ha dejado ya al menos siete muertos, entre ellos un diputado. Además, según la ONU se han registrado unos 250 heridos.
Mahinda Rajapaksa, de hecho, ha tenido que abandonar este martes de forma apresurada su vivienda después de que el Ejército evitara que una turba irrumpiera en su casa a lo largo de la noche, en el marco de las protestas contra el Gobierno, según Daily News.
Queda pendiente el nombramiento de un nuevo primer ministro, si bien el presidente no se ha visto este martes con los líderes de los principales partidos como estaba previsto. Para el miércoles, el presidente del Parlamento ha convocado una ronda de contactos.
Los ataques contra los manifestantes antigubernamentales han levantado la polémica y han suscitado numerosas críticas contra el Gobierno y sus seguidores. Sri Lanka, una isla con unos 22 millones de habitantes, se enfrenta a una grave crisis económica y a la escasez de combustibles fósiles, alimentos y medicamentos.
