La huelga en Francia no logra paralizar el país pero los sindicatos prometen más movilización
El bloqueo de las refinerías y las colas en las gasolineras se mantienen, aunque el seguimiento de los paros ha sido reducido en la mayoría de sectores
La movilización sindical en Francia no acaba de conseguir sus objetivos, al menos por el momento. Tras la convocatoria de varios sindicatos, este martes se ha producido una jornada de huelga interprofesional para exigir un aumento de salarios y defender el derecho de huelga, en cuyo centro estaban las demandas salariales en refinerías y la escasez de combustible. Sin embargo, y a pesar de que los organizadores esperaban lograr una paralización parcial del país, los resultados han sido pobres: según reportan la mayoría de medios galos, los paros han afectado tan solo a parte de los transportes, especialmente los interurbanos, pero no han logrado seguimiento en la educación ni en otros sectores.
En cualquier caso, parece claro que el enfrentamiento entre la CGT y la dirección de TotalEnergies se ha extendido más allá del ámbito energético. Movilizadas desde hace varios días, las refinerías de Francia siguen sin funcionar y las colas en las gasolineras se siguen extendiendo este martes, incluso después de que el Gobierno ordenara requisar varios depósitos de combustible para abastecer los surtidores. El lunes por la noche, el 28,1% de las estaciones tenían grandes dificultades para mantenerse abiertas, según el Ministerio de Energía, por lo que se realizarán probablemente nuevas requisiciones este martes.
Este bloqueo no ha sido tal sin embargo en el resto de la economía. Según las cifras del Ministerio de la Educación Nacional, el paro ha tenido un seguimiento de poco más del 6% en los centros, aunque 550 institutos, la mayoría en París, han tenido que cerrar, según apuntan los propios sindicatos. En otros, como la industria o los servicios, ni siquiera hay cifras y se da por supuesto que el seguimiento de la huelga ha sido extremadamente minoritario, aunque sí ha aumentado el teletrabajo ante el miedo a una paralización de los transportes.
También ha habido más de 150 movilizaciones en toda Francia, la mayoría en la capital. Allí, los manifestantes han marchado desde las dos de la tarde encabezados por el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, quien a pesar del relativo fracaso de su pulso de esta martes ha declaro que «habrá consecuencias» a esta jornada de movilización interprofesional. En concreto, el sindicalista cree que la huelga debe ser «un movimiento a largo plazo, porque de momento no hay suficientes respuestas a las demandas». Es decir, que se preparan para más movilizaciones.
Eso sí, Martinez ha aclarado que continuar con las huelgas que no depende solo de los sindicatos. «Son las asambleas generales de hoy» en Total, en la SNCF «las que también decidirán sobre la continuación del movimiento», ha subrayado, aunque sin descartar su llamado a todos los empleados a movilizarse. «Gracias a estos movimientos de huelga, o se avanza en las negociaciones o se obtienen resultados. Animo a todos los empleados a mirar lo que está pasando y a ser cada vez más exigentes», ha apostillado.
La falta de éxito de la huelga de hoy parece estar en la falta de apoyo de la opinión pública. Según un sonde del instituto Elabe, un 49% de los franceses estaba en contra del paro y un 38%, a favor, una cifra de partidarios de la huelga que es 20 puntos inferior a la de los que defendían las movilizaciones del invierno de 2019 contra la reforma de pensiones.