Crecen las voces contra Truss: el exministro de Johnson para el Brexit pide su dimisión
David Frost ha señalado que la primera ministra se encuentra en una posición débil tras la destitución de varios ministros y la pérdida de apoyos parlamentarios
La primera ministra de Reino Unido ve correr el reloj con su contra cuando día tras día aumentan las voces críticas con su gestión. La última en sumarse es la del exministro británico para el Brexit durante la etapa de Boris Johnson, David Frost, quien ha exigido a la ‘premier’ que dimita después de que la ministra del Interior, Suella Braverman, haya salido del Ejecutivo.
«Truss simplemente no puede permanecer en el cargo por una razón muy obvia: hizo campaña contra las políticas que ahora está implementando», ha dicho en una carta publicada en el diario The Telegraph, donde también ha comparado a la primera ministra con Enrique VI por ser una «figura débil» e «incapaz de controlar las fuerzas que la rodean».
Al margen de la dimisión de la ministra del Interior, el caos se ha desatado este miércoles en el Parlamento después de que al menos cuarenta parlamentarios conservadores se hayan abstenido o no hayan decidido votar en una moción presentada por los laboristas sobre el ‘fracking’, práctica utilizada para extraer combustibles fósiles que están en el subsuelo.
Pese a que ningún ‘tory’ ha votado en contra, esta abstención ha sido considerada como un voto de confianza ‘de facto’ para la primera ministra y su Gobierno ante la crisis desatada por la política económica de Truss. La propia ‘premier’ y la jefa del grupo parlamentario de los conservadores, Wendy Morton, se encuentran entre los abstencionistas, según ha recogido la cadena BBC.
Muchos conservadores se habían pronunciado anteriormente en contra de esa moción del fracking, aunque se les ha comunicado minutos antes de la votación que la abstención se consideraba un voto de confianza en el primer ministro y el Gobierno, lo que significaba que si no se ponían del lado del Ejecutivo podían ser expulsados de la bancada parlamentaria.
Tras ello, algunos parlamentarios del Partido Conservador han denunciado intimidaciones en la votación, incluso algún diputado habría sido visto llorando en el vestíbulo tras el proceso, según ha asegurado la diputada laborista Anna McMorrin en su cuenta de Twitter.
«Acabo de presenciar cómo un miembro ‘tory’ en lágrimas ha sido maltratado en el vestíbulo para votar en contra de nuestra moción para continuar con la prohibición del fracking», ha expresado McMorrin.
En este sentido, el diputado laborista Chris Bryant ha instado a una investigación en el seno del Parlamento después de observar varias escenas en las que el ministro de Negocios, Jacob Rees Mogg, y la viceprimera ministra, Therese Coffey, presionaban de forma acalorada a sus compañeros para que apoyasen a Truss.
Finalmente el Ejecutivo británico ha ganado la votación con 326 votos a favor y 230 en contra, obteniendo una diferencia de 96 votos que no ha puesto en peligro la mayoría por las 40 abstenciones.
Truss «no está a la altura»
El parlamentario conservador Charles Walker, por su parte, ha descrito los eventos sucedidos durante la tarde de este miércoles en la Cámara de los Comunes como «un desorden y una desgracia».
Visiblemente conmocionado, el alto parlamentario conservador ha sostenido que considera «inexcusable» y que «no había vuelta atrás» para el Gobierno, añadiendo que se encuentra «furioso» y que cree que se le ha acabado la paciencia con su partido, tal y como ha recogido la BBC.
Asimismo, Walker se ha dirigido a los parlamentarios conservadores que han respaldado a Truss para que fuera primera ministra: «Espero que haya valido la pena».
También ha mostrado su deseo de que la primera ministra británica renuncie «muy pronto», asegurando que «no está a la altura de su trabajo».