Aumentan las críticas al ejército en Rusia tras nuevo balance del ataque ucraniano
El anuncio del nuevo balance provocó una nueva ola de críticas hacia la cúpula militar de Rusia, ya fustigada el lunes y el martes por su «incompetencia»
Rusia elevó este miércoles a 89 muertos el balance del ataque ucraniano en la noche de Año Nuevo sobre la localidad de Makéyevka, en la región anexionada de Donetsk, lo que acentuó las críticas contra la cúpula militar.
El Estado Mayor ucraniano confirmó su autoría y el departamento de comunicaciones estratégicas del ejército reivindicó un saldo de víctimas rusas mucho más elevado, de unos 400 fallecidos y 300 heridos. Estas cifras, sin embargo, no fueron confirmadas por el Estado Mayor.
Del lado ruso, el saldo inicial de 63 víctimas se revisó al alza tras el hallazgo de nuevos cadáveres entre los escombros de la base militar, atacada justo a las 00.01 horas del 1 de enero, indicó el general ruso Serguéi Sevriukov en un video difundido por el Ministerio de Defensa.
Según el general, la «razón principal» del ataque fue «el uso de los teléfonos móviles» por parte de los soldados, que permitió revelar su ubicación, indicó.
Sevriukov aseguró que se tomaron «las medidas necesarias para evitar estos incidentes trágicos en el futuro» y que «los responsables rendirán cuentas».
Se trata del mayor balance de víctimas en un solo ataque reconocido por Moscú desde el inicio de su ofensiva en febrero y ocurre después de una serie de reveses militares en el terreno. Según medios rusos, las víctimas eran reclutas, es decir, soldados no profesionales.
«Impunidad»
El anuncio del nuevo balance provocó una nueva ola de críticas hacia la cúpula militar de Rusia, ya fustigada el lunes y el martes por su «incompetencia» por parte de corresponsales y comentaristas rusos.
La directiva de la cadena RT, el brazo propagandístico internacional del Kremlin, pidió publicar los nombres de los comandantes rusos y «su responsabilidad».
«Es hora de comprender que la impunidad no conduce a la armonía social. La impunidad conduce a nuevos crímenes. Y, por consiguiente, a la disidencia pública», escribió Margarita Simonian en Telegram.
Numerosos rusos pedían en las redes sociales una investigación transparente de los hechos. «Van a ir arrastrándolo y, en el peor de los casos, cargarán a alguien con eso», dijo Valeri Butorin en la plataforma VK.
«No son los teléfonos móviles ni sus dueños a los que se tiene que reprochar, sino a la negligencia banal de los comandantes que, estoy seguro, ni siquiera intentaron reinstalar al personal» fuera del edificio, lamentó el grupo «Notas de un veterano» en Telegram, con 200.000 seguidores.
Según el ejército ruso, el ataque se realizó con ayuda de los sistemas lanzamisiles HIMARS, un arma suministrada por Estados Unidos a Ucrania que permite golpear detrás de las líneas enemigas.
Los corresponsales rusos de guerra han acusado a los comandantes rusos de no aprender de sus errores pasados y de transferir la culpa a los soldados.
La cuenta Rybar en Telegram, con un millón de seguidores, calificó como «criminalmente ingenuo» que el ejército almacenara municiones junto a los dormitorios.
«El dolor nos une»
En un hecho poco habitual en Rusia, donde los poderes públicos suelen mantener un perfil bajo ante las pérdidas militares en Ucrania, unas 200 personas se reunieron el martes para honrar a los muertos en Samara, de donde procedían algunos soldados fallecidos.
«Es muy duro, da miedo. Pero no nos pueden romper. El dolor nos une», declaró en la ceremonia celebrada en una iglesia ortodoxa Ekaterina Kolotovkina, quien lidera un grupo de esposas de militares.
Durante el acto, soldados dispararon salvas en recuerdo a las víctimas y los asistentes tendieron rosas y ofrendas en una plaza del centro de la ciudad.
El presidente ruso, Vladimir Putin, todavía no reaccionó públicamente.
Este miércoles, el mandatario ruso presidió por videoconferencia el despliegue de un buque de guerra equipado con nuevos misiles de crucero hipersónicos, para una misión en el océano Atlántico, Índico y en el mar Mediterráneo.
En el frente ucraniano, las hostilidades persisten.
El general ruso Sevriukov aseguró que sus fuerzas habían destruido varios lanzadores HIMARS en la localidad de Druzhkivka, en Donetsk, y reivindicó importantes pérdidas entre las tropas de Kiev.
Ucrania solo reportó allí un muerto y la destrucción de una pista de patinaje sobre hielo.
En la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014, el gobernador de la ciudad de Sebastopol, Mijaíl Razvojayev, indicó que la flota rusa había repelido un ataque con drones, de los que dos fueron abatidos.
Un responsable de la ocupación rusa en el sur, Vladimir Rogov, dio cuenta de la muerte de dos civiles en Vasilevka, en la región de Zaporiyia, tras un disparo ucraniano con HIMARS.
El Estado Mayor ucraniano informó el miércoles de bombardeos en Kramatorsk (este), Zaporiyia y Jersón (sur). La presidencia reportó cinco muertos y 13 heridos por disparos rusos en las últimas 24 horas.