Putin culpa a Occidente de la guerra en Ucrania: «Queríamos paz y combatimos a neonazis»
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha pronunciado este martes su esperado discurso sobre el estado de la nación, apenas unos días antes de que se cumpla un año del inicio de la guerra en Ucrania. El líder del Kremlin no ha dudado en responsabilizar a las potencias occidentales del conflicto en Ucrania, ha subrayado que Rusia «quería la paz» y que inició su «operación especial «en el país vecino para «liquidar la amenaza del régimen neonazi de Kiev».
«Hace un año iniciamos nuestra operación especial en Ucrania para liquidar la amenaza del régimen neonazi de Kiev y recuperar nuestros territorios históricos», ha comenzado Putin su discurso, no sin antes aclarar que el Donbás ya estaba en lucha desde el año 2014, «con el sangriento golpe de estado en Ucrania».
Asimismo, el líder ruso no ha dudado en culpar a las potencias occidentales del conflicto: «Nosotros hicimos todo lo posible para resolver el conflicto de manera pacífica, pero los líderes occidentales nos dieron la espalda. Ellos hablaron de paz en el Donbás y nos mintieron», ha asegurado. «Son ellos los que empezaron la guerra y nosotros hemos empleado la fuerza para parar esa guerra. Nosotros estamos defendiendo a los ucranianos», ha añadido.
En este sentido, ha señalado que Rusia ha entendido que la OTAN tenía planes agresivos y que no iba a parar, y se ha referido a que la Alianza Atlántica se amplió y llegó a sus fronteras. «Las potencias occidentales llevaron sus bases y sus laboratorios a nuestras fronteras, a países limítrofes».
Ha reiterado que el Kremlin estaba abierto a «un diálogo constructivo», pero que siempre ha recibido una reacción ambigua y ha criticado a Occidente que destine «150.000 millones para la guerra y apenas 60.000 millones para los países pobres».
«Occidente no entiende que Rusia es invencible en el campo de batalla»
Después de eso, el presidente ruso ha cargado contra los valores europeos y estadounidenses. «Occidente se ha convertido en el símbolo de una mentira absoluta», ha dicho, y ha añadido: «El colonialismo occidental está acostumbrado a que todo es posible ha engañado durante años a sus ciudadanos, les trata como súbditos».
Ha defendido que Europa y EEUU hablan de democracia pero quieren «imponer sus valores totalitarios», y ha remarcado que en los años 30 los occidentales «abrieron las puertas de Europa a los nazis». En este sentido, ha incidido en que a las potencias occidentales «les da igual por quién apostar, para ellas lo más importante es que luchen contra Rusia, les da igual usar a nazis, terroristas o al propio diablo, con perdón de Dios».
Según el exespía de la KGB y líder del Kremlin, «la elite occidental quiere acabar con Rusia, quiere transformar un conflicto local en un conflicto global», y por ello, ha prometido responder a ello, sin antes dejar un claro mensaje: «Lo que no entienden es que Rusia es invencible en el campo de batalla».
Por último, ha acusado a Europa y EEUU de intentar «quebrar» la sociedad rusa, y para ello ha puesto un ejemplo: «La familia es una unión de un hombre y una mujer, pero ahora mismo en Occidente estas cosas son cuestionadas, e incluso la Iglesia Anglicana pide un género neutro para Dios. Occidente conduce a sus ciudadanos a una catástrofe espiritual».