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China se alía con Argelia y apuesta por un Sáhara independiente tras el giro de Sánchez

Xi Jinping y Tebboune firman una declaración conjunta para garantizar «la libre determinación del pueblo saharaui»

China se alía con Argelia y apuesta por un Sáhara independiente tras el giro de Sánchez

Los presidentes de Argelia y China este martes en Pekín. | Presidencia de Argelia

China respalda la posición de Argelia sobre el Sáhara Occidental tras el giro histórico de Pedro Sánchez. Lo hace apenas horas después de que Israel reconociera públicamente la soberanía de Marruecos sobre dicho territorio, una de las 17 zonas no autónomas bajo supervisión de Naciones Unidas. En una declaración conjunta, Xi Jinping y Abdelmadjid Tebboune han señalado su intención de alcanzar «una solución permanente» que garantice «la libre determinación del pueblo saharaui» según lo establecido en las resoluciones de la ONU.

Tebboune, presidente argelino, se encuentra desde el lunes en una visita de Estado por China invitado por su homólogo asiático. La gira, que durará cinco días, tiene como objetivo fortalecer las relaciones entre ambas potencias. Este martes sus dirigentes han firmado una declaración conjunta en la que, entre otras cosas, abogan por resolver la situación del Sáhara, enquistada desde hace cinco décadas.

«Las dos partes afirman su apoyo a los esfuerzos encaminados a alcanzar una solución permanente y justa en el marco de la legalidad internacional, especialmente las resoluciones de las Naciones Unidas, de manera que se garantice la libre determinación del Sáhara en el contexto de arreglos consistentes con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas. También expresan su apoyo a los esfuerzos de la ONU en este sentido», afirma la declaración, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.

Defensa del Sáhara

El acuerdo llega apenas unas horas después de que Israel reconociera la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara en una carta remitida por el primer ministro Benjamin Netanyahu al rey Mohamed VI, de la que informó el lunes la Casa Real alauí. Un anuncio que llegó después de que Israel rechazara las repetidas peticiones de la Justicia española para colaborar en las investigaciones sobre el origen del espionaje a Sánchez y tres de sus ministros con el programa Pegasus.

En la misiva, Netanyahu informa a Mohamed VI de la decisión de Israel de «reconocer la soberanía de Marruecos sobre el territorio del Sáhara Occidental». China y Argelia no se han quedado de brazos cruzados y han incluido en la declaración un guiño a la causa palestina al enfatizar «la necesidad de resolver la cuestión de conformidad con el derecho internacional (…) que consagran al pueblo palestino a establecer un Estado independiente y plenamente soberano en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como capital».

Las fuentes saharauis consultadas celebran la declaración. Entienden que China es una de las grandes potencias políticas y económicas, por lo que esta «mención histórica» tendrá repercusión. Además, subrayan la coincidencia con el anuncio «ilegal» de Israel. No obstante, no es la primera vez que el país asiático muestra su apoyo al Sáhara. En marzo del año pasado, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ya subrayó ante su homólogo argelino los esfuerzos de la ONU por «una solución justa».

En opinión de los saharauis, el texto que ha firmado este martes Xi Jinping es importante porque desaparece la expresión de aceptación «mutuamente aceptable» y no compra la solución «pragmática» que busca Marruecos en los últimos años, en los que ha ganado para su causa a diferentes países, entre ellos Francia, Alemania, Estados Unidos y España.

«Plan más realista»

En marzo del año pasado, las autoridades marroquíes hicieron pública una carta en la que Sánchez reconocía al rey Mohamed VI que su plan de autonomía para el Sáhara, planteado ante Naciones Unidas en 2007, constituía «la base más seria y realista» para lograr una solución al conflicto.

El presidente del Gobierno abandonaba así la postura tradicional de España para alienarse con las posiciones de Marruecos. El anuncio soliviantó a los socios del Ejecutivo, a la oposición y a buena parte de la ciudadanía, que no entendió los motivos que se escondían tras esta decisión. Meses después, Argelia rompía relaciones con nuestro país. La ruptura del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación se hizo efectiva en plena crisis energética por la invasión a Ucrania. Un negocio nefasto porque el país magrebí es uno de los grandes suministradores de gas.

Para entonces el Frente Polisario también había suspendido relaciones con España. El movimiento avisó de que no recuperará el contacto hasta que el Gobierno «se adhiera a las resoluciones de legitimidad internacional que reconocen el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación». La opción que defienden tanto Argelia, uno de los principales socios del Sáhara, y China.

El Sáhara Occidental fue colonia española entre 1885 y 1975. Su proceso de descolonización se interrumpió cuando España abandonó la zona tras la Marcha Verde organizada por Marruecos y conforme a lo dispuesto en los Acuerdos de Madrid, que las organizaciones internacionales no admiten como válidos. El régimen de Rabat ocupa gran parte del territorio, bajo supervisión del Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas.

En 1991, tras el alto el fuego con Marruecos, el organismo internacional creó la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO). Tres décadas después, el proceso democrático no se ha producido aún. El cambio de posición de Sánchez tuvo lugar tras meses de tensión con Rabat, que se irritó por no haber sido informado de la acogida del líder del Frente Polisario en un hospital de Logroño para tratarle de covid-19.

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