El Gobierno de Biden, a favor de una clínica que llama a las mujeres «productoras de óvulos»
La número dos del Departamento de Salud alabó un centro que apuesta por rechazar el sexo en favor del género
La subsecretaria de Salud del Gobierno del presidente estadounidense Joe Biden, la almirante transgénero Rachel Levine, se ha pronunciado en favor de una clínica de género en Alaska que se refiere a las mujeres como «productoras o portadoras de óvulos», «progenitor de nacimiento» o «progenitor gestacional».
La polémica se remonta al pasado día 6 de agosto, cuando Levine visitó el mencionado centro, Identity Alaska, y alabó su ideario afirmando que «esta inspiradora gente trabaja sin descanso para crear un futuro más equitativo, donde todos quienes viven en Estados Unidos tengan acceso a un cuidado médico que salva vidas».
Las declaraciones de Levine han sido fuente de polémica por legitimar las políticas y discursos de la clínica en cuestión, que promueve un rechazo de las categorías biológicas de sexo para sustituirlas por el «género inclusivo». Por ejemplo, Identity apuesta por eliminar la palabra ‘madre’ del currículo educativo en primaria y secundaria.
En esta línea, el centro señala que los alumnos deberían aprender en la guardería que, cuando los médicos «asignan» el género de un bebé cuando este nace, están tratando de «adivinarlo». Asimismo, la clínica recomienda a los profesores que recalquen a los estudiantes la importancia de «usar un lenguaje adecuado para las partes del cuerpo y sus funciones sin asumir que solo hay dos sexos y que todo el mundo de un sexo en particular es igual».
Además de las mencionadas definiciones de ‘mujer’ y ‘madre’, el centro también anima a no decir que «la madre da a luz», sino más bien que «el bebé sale del útero», o que a los niños no hay que decirles que tienen genes de su padre y de su madre, sino que «recibieron una mezcla de genes de esperma y de óvulo».
La controversia se ha hecho nacional y el Partido Republicano ha denunciado que la Administración Biden esté «insultando a las madres al degradarlas a ‘personas que dan a luz’ o a ‘productoras de óvulos'».