Estados Unidos acusa a su exembajador en Bolivia de trabajar para Cuba durante 40 años
Victor Manuel Rocha confesó a un agente del FBI que se hacía pasar por un espía cubano su adhesión al régimen
Fiscales estadounidenses acusaron este lunes en Miami a Víctor Manuel Rocha, exembajador del país en Bolivia, de trabajar como agente encubierto del gobierno de Cuba durante cuatro décadas, según el Departamento de Justicia.
«Esta acción expone una de las infiltraciones de mayor alcance y duración en el gobierno de los Estados Unidos por parte de un agente extranjero», ha asegurado el Fiscal General Merrick B. Garland en comunicado donde se detalla la acusación contra Rocha, de 73 años.
Según la denuncia, desde 1981 aproximadamente y hasta el presente, Rocha, un ciudadano estadounidense nacido en Colombia, «apoyó en secreto a la República de Cuba y su misión clandestina de recopilación de información de inteligencia contra Estados Unidos».
Para cumplir con su misión, el acusado obtuvo empleo en el Departamento de Estado estadounidense entre 1981 y 2002, «en puestos que le proporcionaron acceso a información no pública, incluida información clasificada, y la capacidad de influir en la política exterior estadounidense», ha indicado el comunicado.
Tras abandonar el Departamento de Estado, Rocha fue asesor del Comando Sur de Estados Unidos, un mando conjunto de las fuerzas armadas estadounidenses cuya área de responsabilidad incluye Cuba.
Entre 1999 y mediados de 2002, fue embajador estadounidense en La Paz, donde causó una gran polémica al amenazar con retirar la ayuda estadounidense a la guerra boliviana contra las drogas, si el izquierdista Evo Morales ganaba las elecciones.
En 2022 y 2023, Rocha admitió haber trabajado para Cuba durante «40 años» en reuniones mantenidas con un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un representante de la Dirección General de Inteligencia de Cuba, sostuvo la denuncia.
Durante sus conversaciones con ese agente, Rocha celebró su actividad como agente de la inteligencia cubana, y se refirió una y otra vez a Estados Unidos como «el enemigo» y a sus contactos cubanos como «compañeros».
La Fiscalía lo acusa de conspirar para actuar como agente de un gobierno extranjero sin notificación previa al Fiscal General; de actuar como agente de un gobierno extranjero sin aviso previo a los responsables del Ministerio Público; y de utilizar un pasaporte obtenido mediante declaración falsa.
Se espera que comparezca este lunes por primera vez ante un juez de instrucción de la ciudad de Miami (Florida, sudeste).
«Los individuos que violan la ley federal al participar en actividades clandestinas para Estados extranjeros hostiles, y al proporcionar información falsa sobre esas actividades al gobierno de Estados Unidos, ponen en peligro la democracia estadounidense», ha señalado el fiscal federal Markenzy Lapointe en el comunicado.
«Esto es especialmente cierto para los empleados pasados o presentes de Estados Unidos que juraron defender la Constitución de Estados Unidos, y para los ciudadanos estadounidenses que se benefician de las libertades y oportunidades de este país», ha añadido.