Corea del Norte lanza un misil balístico de medio alcance hacia el mar de Japón
Se trata de su primer lanzamiento del año y asegura que «no ha afectado a la seguridad de ningún país vecino»
Corea del Norte ha confirmado el lanzamiento este domingo de un misil balístico de medio alcance (IRBM, por sus siglas en inglés) de combustible sólido que recorrió aproximadamente 1.000 kilómetros en vuelo hacia el mar de Japón en lo que se trata de su primer lanzamiento del año.
«En la tarde del 14 de enero, la Administración de Misiles de República Popular Democrática de Corea realizó una prueba de lanzamiento de un misil balístico de combustible sólido de alcance intermedio cargado con una ojiva dirigida hipersónica», reza un comunicado publicado por la agencia estatal norcoreana KCNA.
Las autoridades norcoreanas han explicado que pretendían comprobar las características de vuelo, de maniobrabilidad y de la fiabilidad de los motores, destacando el éxito de la operación. Asimismo, han asegurado que la prueba «no ha afectado a la seguridad de ningún país vecino» y que se trata de una actividad regular de la Administración de Misiles para el desarrollo de armas.
El lanzamiento fue confirmado por las autoridades surcoreanas en torno a las 14.55 hora local (las 06.55 en España), que procedieron a comunicar su inmediata protesta contra lo que describieron como un «claro acto de provocación».
Por otra parte, el ministro de Defensa surcoreano, Shin Won Sik, la semana pasada pronosticó durante una entrevista con la agencia de noticias surcoreana Yonhap que Corea del Norte podría disparar este mismo mes un nuevo modelo de misil de medio alcance de combustible sólido, capacitado para alcanzar bases militares estadounidenses en Japón y Guam gracias a una autonomía de hasta 5.500 kilómetros.
Cabe recordar que los últimos lanzamientos ocurrieron los días 17 y 18 de diciembre, con menos de 24 horas de tiempo entre ambos en medio de crecientes tensiones por el encuentro de alto nivel entre Seúl y Washington, donde ambos países discutieron una futura estrategia nuclear disuasoria hacia Pyongyang.
Los misiles de combustible sólido son más difíciles de detectar antes del lanzamiento que los de combustible líquido, que requieren más preparativos, como la inyección de combustible.